- Indígenas sobrevivientes de genocidio aplauden sentencia a ex dictador
- Los pueblos guatemaltecos, a través de sus principales líderes, exigen resarcimiento civil para una vida con dignidad luego de la sentencia de 80 años de prisión por genocidio contra el ex presidente José Efraín Ríos Montt
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Pasaron varias décadas desde la matanza de más de 200 mil personas y la desaparición de cerca de 45 mil —todas ellas indígenas ixiles de Guatemala— para que los sobrevivientes de este genocidio vean la histórica sentencia contra el ex jefe de Estado de facto de ese país José Efraín Ríos Montt, cuyo gobierno fue considerado uno de los más sangrientos de la guerra civil que duró alrededor de 36 años (entre 1960 y 1996).
La condena fue histórica
“El 10 de mayo de 2013 queda registrado en la memoria como una fecha histórica en la que se condena por genocidio al dictador militar general Efraín Ríos Montt, planificador intelectual de tantas masacres cometidas en contra de nuestras comunidades”, manifestó el fundador del Comité de Unidad Campesina (CUC) de Guatemala, Domingo Hernández Ixcoy.
El pronunciamiento fue emitido en el Tercer Seminario Taller Internacional Retos y Desafíos en la Construcción de Estados Plurinacionales, que se realiza desde el lunes en la ciudad de La Paz, Bolivia, donde se reunieron delegaciones indígenas de Guatemala, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina, México, País Vasco, Estados Unidos y del anfitrión, Bolivia.
A la voz de Hernández se une la de la Premio Nobel de la Paz 1992, la también guatemalteca Rigoberta Menchú, quien consideró que aún falta un resarcimiento civil para que la población indígena viva con dignidad.
“Son recuerdos muy dolorosos. Estamos cerrando 33 años desde la quema de la Embajada de España con mis padres, desde la tortura de mi madre y desde el hecho de que mi hermano fue ejecutado”, relató Menchú antes de anunciar: “El pueblo hoy se levanta a pedir dignidad. Nos hemos organizado, hemos luchado, hemos investigado, hemos guardado nuestros testimonios como tesoro, la gente ha guardado evidencias”.
La guatemalteca remarcó que lo más impresionante es que tras tantos años del genocidio, varias víctimas aún recuerdan lo sucedido, gracias a cuya memoria se hizo una investigación muy fuerte. “Los testimonios que se oyeron en el tribunal son increíbles. No se puede resarcir el daño hecho: estrangular un niño o violar a una mujer”, rememoró.
Incluso, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Navi Pillay, pronunció su reconocimiento en un comunicado que dice: “Guatemala hizo historia al ser el primer país del mundo en condenar (el viernes pasado) a un ex jefe de Estado por genocidio en un tribunal nacional (…). Rindo homenaje a las víctimas, familiares y sobrevivientes, cuyo coraje y perseverancia hicieron posible este fallo pese a todos los obstáculos”.
En una entrevista con Cambio, el indígena maya quiché Domingo Hernández Ixcoy sostuvo: “Éste es un hecho para empezar a resarcir a las miles de víctimas que provocó la guerra en nuestro país”.
Menchú: “Pedir disculpas no es suficiente”
Para la Premio Nobel 1992, el que se haya determinado un ofrecimiento de disculpas por parte del Estado guatemalteco no es suficiente para cerrar la herida imborrable de los pueblos. “Se debe hacer frente a un tema tan impagable e imposible de cuantificar para 22 grupos étnicos, pero también para los guatemaltecos en general, ya que en cada familia siempre hay alguien a quien le tocó sufrir”, expresó.
En esa dirección, Menchú mencionó que una de las formas en que se puede resarcir a esta población, históricamente excluida, es entablar una demanda por compensación que le garantice vivir los próximos cien años con dignidad, que tenga educación, salud, hospitales, empresas.
Persecución a líderes
El líder indígena relató las persecuciones que hasta hoy sufren los pueblos guatemaltecos por parte de “los grupos más recalcitrantes de la extrema derecha, integrada por la oligarquía y militares que se han articulado en varias asociaciones, que utiliza acciones mediáticas para justificar la represión”, denunció.
Una de estas medidas, dijo, es la creación de una pantalla mediática con la que se pretende vincular a los indígenas de su país con el terrorismo.
“Los terroristas en nuestro país son los pueblos indígenas, son las organizaciones sociales que se oponen al proyecto neoliberal, que defienden su territorio y su origen”, relató antes de mencionar que muchos indígenas perdieron su vida y otros corren el riesgo de perderla por defender sus derechos fundamentales, como la vida, el respeto y la dignidad.
Es así que basados en ese argumento, decenas de dirigentes son perseguidos por sicarios en la actualidad. Él es uno de los hostigados.
El atentado contra su vida ocurrió hace diez meses, el 10 de julio de 2012. “Enviaron a un sicario a mi casa para asesinarme”, denunció el líder indígena antes de mencionar que se enteró a través de una nota que dejó caer por error el hombre que fue pagado para dejarlo sin vida aquel día.
“El Gobierno ha tenido que implementar como recurso estados de sitio o de excepción donde militares, policías y bandas paramilitares actúan con toda impunidad para reprimir la resistencia de los pueblos indígenas”, reveló.
La intención del Gobierno de su país de deslegitimar a los pueblos, cuando ellos cuestionaron el racismo y la desigualdad en contra de ellos. “Guatemala actualmente es gobernado por un militar”, dijo Hernández, luego de mencionar que la institución armada siempre ejerció presión en la agenda de gobiernos civiles.
Muertes en Guatemala hoy
Cada día mueren entre 25 y 30 personas, según el testimonio del dirigente indígena Domingo Hernández, quien lamentó la intención del Gobierno de su país de deslegitimar a los pueblos. “Durante más de quinientos años nunca se había juzgado a ningún genocida a pesar de tanta injusticia. Domingo Hernández Ixcoy Indígena de Guatemala
El 23 de marzo será declarado Día Contra el Genocidio en Guatemala
El Tribunal Primero A de Mayor Riesgo aprobó que el 23 de marzo sea declarado Día Nacional Contra el Genocidio en Guatemala, como una forma de homenaje a los indígenas ixiles víctimas de genocidio.
La decisión fue tomada el pasado viernes junto con la emisión de la sentencia que condenó a 80 años de cárcel al ex dictador de Guatemala José Efraín Ríos Montt, al encontrarlo culpable de genocidio y crímenes de guerra.
El 23 de marzo de 1982, Ríos Montt asumió la jefatura de Estado luego de un golpe militar que derrocó al gobierno del general Fernando Romeo Lucas García.
El tribunal también resolvió que los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Judicial y Legislativo) deben pedir perdón al pueblo maya ixil por las matanzas. El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, aseguró que está dispuesto a pedir perdón, en nombre del Estado, a la población indígena ixil que fue víctima de genocidio en el país centroamericano entre 1982 y 1983.
Ríos Montt fue juzgado y condenado por la matanza de miles de indígenas ixiles en el departamento noroccidental de Quiché durante el régimen de facto que presidió entre 1982 y 1983.
Su antiguo director de inteligencia militar, el general retirado José Rodríguez, fue absuelto en el juicio porque la Fiscalía no comprobó su participación en los hechos. Los abogados del ex jefe de Estado analizan la apelación de la sentencia.