- Persiste el chantaje de EEUU
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Organismos especializados de la Organización de las Naciones Unidas han reconocido los esfuerzos que hace Bolivia en la lucha contra el narcotráfico y en la reducción concertada de cultivos de coca. A pesar de los resultados que el Gobierno del presidente Evo Morales muestra a la comunidad internacional en esta materia, Washington se empeña en mantener su política de “descertificación”, en una clara muestra de chantaje político.
Los gobiernos neoliberales se encargaron —por casi más de dos décadas— de dar vía libre a las acciones policiales y militares impuestas por la DEA y la Embajada de Estados Unidos en La Paz, estigmatizando al trópico cochabambino y a los productores campesinos con la fabricación y el tráfico ilegal de drogas.
Esos gobiernos del pasado, tomados de la mano de la Embajada gringa, se encargaron de señalar al Chapare como “santuario del narcotráfico”, como la “zona roja” donde había que desarrollar una estrategia policial-militar para acabar con los cultivos ilegales de coca a cualquier precio.
La guerra contra la hoja fue aplicada con todo rigor y costó centenares de vidas humanas. La sistemática violación de los derechos humanos por parte de la fuerza antidroga en la zona del trópico era el pan de cada día. A más muertos más efectivos uniformados y más armas, fue la ecuación que se impuso entonces en el trópico cochabambino.
Bolivia acabó con ese círculo vicioso de más droga, más muertes, más armas. Ha logrado reducir cultivos de coca de manera tangible, como ha dado duros golpes al narcotráfico, sin DEA y sin Estados Unidos.
El presidente del Estado, Evo Morales, en la población de Lauca Ñ, un punto del trópico que supo de las innumerables luchas de los cocaleros del Chapare, destacó los logros del Gobierno en materia de lucha contra el narcotráfico y el esfuerzo que llevan a cabo los dirigentes de las federaciones campesinas por controlar la expansión de los cultivos de coca.
“Antes todos éramos (considerados) narcotraficantes… Ahí están los resultados, pero internamente sabemos, no todos cumplimos con el cato (40X40 metros) de coca, y eso se debe debatir”, dijo el Presidente.
La Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (ONUDD) tiene previsto entregar en los próximos meses su informe 2012 (Proyecto F-57), que refiere la situación de los cultivos de coca en Bolivia. El Gobierno está a la espera de dicha información para corroborar lo que los funcionarios del organismo internacional han reconocido: los avances de Bolivia en materia de erradicación de coca.
Sin embargo, y como muestra de la persistente soberbia de la administración norteamericana, países como Bolivia siguen siendo objeto de presiones, de irrespeto.
Con todos los recursos limitados con que cuenta el Gobierno boliviano se han dado pasos exitosos que no sólo han borrado por completo el estigma del Chapare como ‘zona roja’, sino que se ha patentado una política de erradicación a partir de la concertación y el profundo respeto por la vida de los productores de coca.
En esa ruta, además de la limitación y el autocontrol por parte de las organizaciones campesinas, está la protección de los parques nacionales, donde está expresamente prohibido plantar coca. A alertar para respetar esta premisa ha llamado Evo Morales.
Por lo demás, EEUU debiera ocuparse más por combatir la demanda interna de drogas, el blanqueo de dólares y el tráfico de armas en su propio territorio antes de sancionar a otros países soberanos, como Bolivia.