- Soldados presos en Chile fueron recibidos como héroes en Bolivia
La justicia chilena concedió libertad “pura y simple” a Fernández, Cárdenas y Choque; es una “victoria diplomática”, celebra el gobierno boliviano
Los soldados bolivianos Alex Choque de 20 años de edad, Augusto Cárdenas (19) y José Luis Fernández, que permanecieron prisioneros por más de un mes en Chile, fueron acogidos el viernes por una multitud en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de Oruro, donde recibieron honores militares.
Bolpres.com (PL y ABI)
Los tres soldados fueron apresados el pasado 25 de enero, cuando perseguían a contrabandistas en la frontera común, y fueron trasladados luego a una prisión de máxima seguridad en las cercanías de la ciudad chilena de Iquique.
Según sus declaraciones, fueron sorprendidos en la difusa zona fronteriza, cuando escoltaban un vehículo de unos contrabandistas que intentaron sobornarlos, momento en el cual se aparecieron los carabineros chilenos, quienes los obligaron a caminar durante 10 minutos hacia el interior de Chile antes de comunicar su arresto.
La detención de los tres soldados tensó aún más las relaciones entre Bolivia y Chile, e incluso, en Bolivia se comentó que la medida fue solo una represalia por la demanda del país de una salida soberana al océano Pacífico. Bolivia perdió con Chile 120 mil kilómetros cuadrados y 400 kilómetros lineales de costa luego de la Guerra del Pacífico en 1879, alentada por el imperialismo británico. (Eduardo Abaroa frente al invasor chileno: «¿Rendirme yo ?… ¡Qué se rinda su abuela, carajo!» ).
Los soldados se quejaron de las pésimas condiciones de su encarcelamiento, en una prisión sin las condiciones mínimas, en compañía de presos comunes, y vigilados constantemente por los carabineros chilenos. En primera instancia y luego de un mes de cautiverio, los tres se negaron a aceptar las condiciones impuestas por la justicia chilena, lo cual conllevaba su expulsión del país. En la mañana del viernes, otra vez frente a un jurado, fueron absueltos de culpa y pudieron regresar a casa.
El juez de Garantías del juzgado de Pozo Almonte Rodrigo Hernández manifestó en su dictamen que “se aprueba la suspensión condicional del procedimiento planteada por la Fiscalía y aceptada por los tres imputados fijando como condición que los tres soldados imputados deben hacer abandono del territorio nacional no pudiendo retornar en un año”.
En la audiencia extraordinaria, que fue concertada entre el Ministerio Público y el abogado defensor de los conscriptos, éstos se declararon inocentes a tiempo de aceptar la propuesta de suspensión condicionada del procedimiento formulada por el juez. “Aceptamos ser liberados y somos inocentes”, declaró uno de ellos al responder a la cuestionante formulada, al igual que el segundo que manifestó incluso que el tema corresponde a las cancillerías de Chile y Bolivia.
Al finalizar la audiencia, Hernández aclaró que en ningún momento recibió “presión o influencia” de otro poder del Estado chileno en el caso de los soldados. Sin embargo, el lunes, cuatro días antes de la libertad definitiva dictada el viernes, el mismo juez Hernández determinó medidas sustitutivas a la libertad, entre ellas el arraigo de los tres soldados y la firma de un libro de control de dos de ellos, además de la detención domiciliaria de José Luis Fernández quien fue encontrado con un arma de fuego. En la audiencia del lunes el Ministerio Público de Chile planteó la expulsión de los conscriptos y un juicio abreviado; sin embargo los tres decidieron someterse a un proceso judicial para demostrar su inocencia.
El abogado constitucionalista William Bascopé explicó que la justicia chilena liberó a los tres soldados porque el proceso en su contra no tenía sustento jurídico. “Cuando vas a juicio tienes que estar seguro de que vas a lograr una sentencia condenatoria, porque lo otro es que la otra persona después de salir inocente te inicie un juicio, a ti, por una falsa denuncia, en este caso (de los soldados bolivianos) eso ha pasado”, declaró a Bolivia TV.
Según Bascopé, si Chile continuaba con el proceso contra los tres conscriptos implicaba que “de ser acusadores pasen a ser acusados” por el incumplimiento de tratados internacionales. La justicia chilena no pudo sostener la acusación de que Bolivia había transgredido el territorio chileno y de que seríamos agresores.
De otra parte, el fiscal regional de Tarapacá Manuel Guerra dijo que Bolivia debe presentar una solicitud con un documento de propiedad acreditado para recuperar el fusil FAL (Fusil Automático Ligero) que fue decomisado a los conscriptos el pasado 24 de enero en la frontera con Chile. “El Ejército boliviano que es el legítimo propietario del arma en Bolivia tiene que hacer una solicitud acreditando la propiedad del arma ante la justicia chilena”, explicó. Una vez presentada esa solicitud se consultará a la Cancillería de Chile para proseguir con el trámite de devolución, que demoraría un par de semanas.
Tras obtener la libertad “pura y simple”, Fernández, Cárdenas y Choque manifestaron su alegría y felicidad al lograr su libertad incondicional sin culpa. Al salir del Juzgado de Pozo Almonte recibieron el respaldo incondicional de algunas decenas de ciudadanos chilenos que se apostaron en puertas de ese recinto. Tanto los conscriptos como las autoridades no emitieron declaración alguna a los más de 30 periodistas, entre chilenos y bolivianos, que siguieron ese caso desde el primer día. Con gritos y pancartas los ciudadanos chilenos exigían la libertad de los soldados, oriundos de la localidad de Challapata, en Oruro-Bolivia, y pedían la unidad de Latinoamérica.
Los tres conscriptos arribaron al aeropuerto de Oruro a las 15:35 a bordo del avión de la Fuerza Aérea Bolivia FAB 018, pocas horas después de su liberación, tras 32 días retenidos en territorio chileno. En la loza del aeropuerto los esperaban sus familiares, los cuales destacaron su valentía y dignidad, en tanto una guardia de honor los escoltó hasta una tarima instalada en el lugar con la intención de rendirles homenaje. El recibimiento contó con la presencia de varios ministros del Estado y jefes militares.
Los conscriptos fueron trasladados luego a Challapata (capital de la provincia Eduardo Abaroa del departamento de Oruro), es decir a la sede del Regimiento de Satinadores Militares Méndez Arcos, donde fueron homenajeados y distinguidos y ascendidos al grado de cabos. El ministro de Defensa Rubén Saavedra dijo que el lunes habrá un acto en La Paz con presencia del Presidente Evo Morales, donde recibirán reconocimientos y condecoraciones.
El ministro de Defensa informó que los soldados anticontrabando podrán acceder a un empleo en instituciones del Estado previa capacitación en instituciones técnicas, y también tendrán prioridad en el acceso a instituciones de formación militar. “Ellos serán capacitados en áreas técnicas y luego depende de la decisión de ellos pueden ingresar a trabajar en una institución estatal o asimilarse en alguno de los institutos militares, pero es una decisión de tendrán que tomar ellos”, manifestó Saavedra a la ABI.
En Cochabamba, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) Edwin de la Fuente Jeria dijo que los tres soldados son un “ejemplo no solamente para las Fuerzas Armadas, sino para la sociedad en su conjunto”. Relievó sobre todo la unidad de los tres soldados para enfrentar con “lealtad” y “espíritu de cuerpo” el injusto proceso judicial iniciado en su contra por las autoridades chilenas. “Aquí se patentiza una serie de aspectos que hacen a la esencia misma de la vida militar y esa es parte de la formación que reciben en los cuarteles”, dijo.
Triunfo boliviano
El Presidente Evo Morales consideró un “triunfo” la liberación sin culpa de los tres soldados bolivianos y demandó al gobierno de Chile que pida “perdón” a los conscriptos que fueron detenidos “injustamente”. “Frente a la soberbia y a la prepotencia, la verdad se impone y esta liberación sin culpa, una liberación sin condena, es el triunfo de la dignidad del pueblo boliviano, nuestros soldados han sido víctimas de la soberbia de algunas autoridades del gobierno chileno que intentaban vengarse con los soldados lo que es vergonzoso”, destacó Morales.
“Si ellos (Chile) practican la integración o tienen el interés de integrarse con Bolivia, el respeto de pueblo a pueblo, de gobierno a gobierno, lo mejor que puede hacer el gobierno de Chile es pedir perdón a los tres soldados, de esta manera se entenderá que es un gobierno, un buen vecino, un gobierno que está dispuesto a trabajar de manera conjunta”, reflexionó el mandatario.
Para los diputados del Movimiento al Socialismo (MAS) Galo Bonifaz y Carlos Aparicio, la liberación de los tres soldados es un triunfo diplomático contundente de Bolivia al demostrar la “injusticia que estaba cometiendo la administración del presidente Piñera, “y particularmente del Presidente Evo Morales que personalmente ha encabezado esta cruzada en apoyo a los tres conscriptos”.
El ministro Saavedra comentó que la liberación sin culpa de los tres soldados se plasmó en la historia boliviana porque se impuso la verdad ante la injusticia. “Este momento que ha plasmado la historia porque se ha demostrado que el Estado boliviano es un Estado serio, que utiliza los argumentos establecidos en las leyes internacionales, utiliza los argumentos justos, correctos. Hemos vencido esta batalla, una batalla que tiene que ver con que la verdad se ha impuesto y tiene que ver con que el Estado boliviano ha actuado con serenidad y en apego a lo que dice el derecho internacional”.
El Ministro de Defensa ponderó también la “actuación digna” de los soldados en las audiencias, en las que reafirmaron su inocencia ante las autoridades judiciales chilenas, que intentaron inducirlos a que se declaren culpables. “Esa integridad de los tres soldados es la muestra de la integridad de todos los bolivianos, por eso quiero felicitar a las Fuerzas Armadas, al gobierno y al pueblo porque este es un logro de todos los bolivianos”, sustentó.
El Defensor del Pueblo Rolando Villena resaltó la posición que asumieron los tres soldados, quienes “nunca” admitieron su culpabilidad y en todo momento sostuvieron su inocencia lo que corresponde a la realidad de los hechos: “Lo importante en este caso es que ellos no han reconocido ninguna culpa, ese es el tema central”.
Villena subrayó que debemos celebrar la liberación de los dragoneantes bolivianos, motivo que sirve para estar convencidos de la vocación democrática, pacifista que tiene el Estado y el país en su conjunto. “Como Defensoría del Pueblo se espera que los derechos internacionales a los que ambos estados se adscriban puedan profundizar las relaciones siempre recordando y exhortando al gobierno chileno, que tenga presente que debe privilegiar los derechos humanos por encima de toda consideración de orden político o de situaciones coyunturales”, remarcó.
Reiteró que “de acuerdo a la Convención de Viena los derechos consulares, son derechos irrenunciables, nadie bajo ninguna situación o pretexto puede obligar para que un ciudadano de ninguna país en nuestra región o en el mundo entero pueda renunciar a este derecho, esos puso en virulencia una situación que pudo haber sido resuelto por la vía diplomática”.
Por su parte, la ministra de Comunicación Amanda Dávila deploró el rol asumido por algunos medios de comunicación bolivianos “antinacionales” durante la fricción con Chile por la detención de los tres soldados. En su criterio, la liberación “pura y simple” de los conscriptos fue “una respuesta contundente a la prensa boliviana que tiene una mentalidad chilena al asumir siempre el discurso chileno como cierto, menospreciando, subestimando y desacreditando el discurso y la posición bolivian”.
“Hay mucha prensa boliviana que piensa con una cabeza chilena y con un bolsillo chileno, que están comprometidos con otro tipo de ideas; es una prensa antinacional que no da nunca crédito a lo que dice el Estado boliviano cuando se trata de temas con Chile”, lamentó Dávila antes de asegurar que esos medios de prensa “siempre” dan crédito y justificación a los argumentos de Chile y no defienden el principio de inocencia que estableció el gobierno boliviano en el caso de los soldados.
“Había muchos principios que defender y el Presidente tuvo esa posición, recuerdo que cuando terminó la primera audiencia alguna prensa dijo que el gobierno estaba utilizando políticamente este tema y que había impedido la liberación, hasta ese extremo llego la posición antinacional, que había impedido el retorno de los soldados”, recordó la ministra.