Quién manda en el gobierno de Bolivia?

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    ¿Quién manda en Bolivia? ¿El gobierno o el banco central de Bolivia? ¿Y quién manda en el gobierno?

Wayna Katari
En la misma semana en la que el canciller David Choquehuanca hablaba en un cuarto del parlamento inglés a una pequeña audiencia acerca del 21 de Diciembre, de los pueblos indígenas, de la crisis del actual modelo de desarrollo, de la crisis alimentaria, de la crisis del capitalismo, del «vivir bien» y del acullico de la hoja de coca. Dos conocidos bancos de inversión judío-norteamericanos, Goldman Sachs y Bank of America-Merill Lynch, organizaban eventos en la misma ciudad para vender bonos emitidos por el estado Boliviano a inversores capitalistas, bonos que darán a tales inversores casi 5% de interés.

¿Quién manda en el gobierno de Bolivia?. Foto: los tiemposCon la emisión de estos bonos, el gobierno Boliviano endeudaba sin ninguna necesidad al pueblo Boliviano por 500 millones de dólares durante 10 años, y garantizaba beneficios a inversores capitalistas mayoritariamente europeos y norteamericanos además de a dos poderosos bancos de inversión norteamericanos.

El endeudamiento de 500 millones de dólares a un interés de 4.87% se hace sin necesidad y al mismo tiempo que el Banco Central de Bolivia (BCB) decide tener más de 13.000 millones de dólares del pueblo Boliviano en bancos e instituciones financieras a intereses de menos del 0.5% hace un año en bancos ingleses como Barclays o Standard Chartered en Londres, y hoy en bancos alemanes, belgas, franceses, españoles, etc. y en entidades financieras como la Corporación Andina de Fomento (CAF) o el Banco Mundial. Son casi 14.000 millones de dólares en estas instituciones financieras.

El dinero del pueblo boliviano se deposita a un interés irrisorio y al mismo tiempo se endeuda al pueblo Boliviano a intereses diez veces mayores (los bonos) y para colmo el gobierno pide créditos a esas mismas instituciones financieras, como a la Corporación Andina de Fomento (CAF) a intereses a veces incluso mayores.

Esto lo hace un gobierno cuyo presidente dice «o acabamos con el capitalismo o el capitalismo acabará con nosotros». Esto se lleva a cabo por parte de un gobierno que d ice «no al imperialismo», un gobierno que dice que hay que descolonizar.

Por eso la pregunta es quien manda en Bolivia, quien mueve los hilos en este sistema, quien manda en el gobierno actual, quien envía la plata del pueblo Boliviano antes a Inglaterra y ahora a Francia y a la CAF, y después se presta créditos a intereses usureros, o endeuda al pueblo Boliviano a través de dos bancos judío-norteamericanos.

Lo que se está haciendo en Bolivia parecería que alguien en el gobierno y en el BCB se aprovechan del desconocimiento de finanzas por parte del presidente y de otros miembros y hacen así lo que a ellos les parezca con el dinero del pueblo boliviano.

Cuesta entender que el presidente Evo Morales tenga un discurso anti-capitalista, anti-imperialista y anti-neoliberal, que el vicepresidente García Linera se declare Marxista-Leninista, el canciller Choquehuanca tenga discurso anti-colonialista, pero después resulta que el ministro de economía y finanzas públicas decide endeudar al pueblo Boliviano por 500 millones de dólares con la flor y nata del capitalismo financiero internacional y del imperialismo norteamericano, con los exponentes máximos del neo-liberalismo a nivel global.

El gobierno no ha hecho público cuanto se han embolsado esos dos bancos norteamericanos por «colocar» esos bonos, esa deuda, en los mercados capitalistas. Hay silencio con respecto a esas tarifas, ni se mencionan. Ocurre parecido con respecto a algunos créditos para proyectos, cuando no se mencionan cuáles son los intereses que se pagan a instituciones como la CAF, cuyo presidente Enrique García se ha hecho multimillonario con el negocio.

Eso no es bueno para Bolivia excepto tal vez para el director del Banco Central de Bolivia y el Ministro de Finanzas y sus familiares y relaciones personales, así como para muy pocos bolivianos -la élite europeizada de siempre- con grandes intereses en banca y en finanzas.

Hace más de 40 años que Fausto Reinaga criticaba a quienes él llamaba la «inteligentsia boliviana«, los que llevaron a Bolivia a la miseria y al racismo, los que en la «república» prosiguieron con diferentes nombres con el «colonialismo».

Fueron estos miembros del «cholaje Boliviano» en el poder quienes por casi dos siglos llevaron a Bolivia a ser uno de los países más pobres del mundo. Pero llama la atención que en el gobierno actual y en instituciones de peso en Bolivia y otras cercanas a ellas hay personajes que parecieran ser miembros de tal «inteligentsia» o de su descendencia.

Bolivia es todavía un país en donde hay mucha pobreza, e ignorancia, por culpa precisamente de casi dos siglos de gobiernos de «inteligentsia» civil y militar, de «cholaje boliviano» al servicio de intereses personales, familiares e igualmente foráneos.

Lo que el gobierno hace hoy con el dinero de los bolivianos a través de esas «reservas internacionales» un endeudamiento usurero de 500 millones de dólares por diez años es casi comparable lo que Goni quiso regalar los hidrocarburos a las transnacionales petroleras.

Ahora se deposita la plata directamente en vez del gas, y ahora las cantidades de dinero son mucho mayores. Lo que pasa es que Goni era abiertamente neo liberal, pero el gobierno actual se dice anti-neoliberal, anti-capitalista, anti-imperialista, anti-colonialista. Se dice una cosa pero se hace otra.

Es más, no se ha dicho cuanto ha pagado el gobierno boliviano a los bancos Goldman Sachs y Bank of América, cabe preguntarse si en el contrato firmado entre Arce y esos bancos norteamericanos hay cláusulas de confidencialidad que prohíba hacer público el contenido de tal contrato, que es exactamente lo que hizo Goni con sus contratos con Enron en 1996 la famosa ley de hidrocarburos.

Goni y otros muchos en el pasado han traicionado a un pueblo que los mantiene día tras día. Cualquier ministro, sea de economía y finanzas o de transparencia, desayuna, almuerza, cena, calza y viste a cuenta del pueblo todos los días, día tras día. Es como mínimo ético decir cuánto dinero del pueblo se ha pagado a esos bancos, a esos banqueros.

De acuerdo al último informe del BCB -que es un burdo collage de gráficas y cuadros de las agencias norteamericanas Bloomberg y Standard & Poor’s, el total de las reservas, casi 14.000 millones de dólares, no rinde ni el 0.5%, y algunas de esas inversiones en instituciones financieras supranacionales tienen renta negativa.

Lo que el BCB no publica por ejemplo es a cuánto ascienden los salarios de todos esos representantes de la «inteligentsia» que trabajan en el edificio del Banco Central de Bolivia, o cuanto se gasta el BCB en total, entre otras cosas pagando a agencias judías-norteamericanas como Bloomberg y Standard&Poors para que le hagan su trabajo a los empleados del BCB.

Porque si se publicase esto, el resultado total del costo de administrar las famosas reservas internacionales y el ridículo interés generado mostraría casi seguro una pérdida mes tras mes. Y esto además de triste sería inaceptable. Para colmo uno sospecha que quienes trabajan en el BCB hoy deben ser los hijos y los nietos de los que trabajaban en el BCB hace 20 y 40 años. Es decir, son probablemente los hijos y los nietos de la «inteligentsia» Boliviana de antaño.

La última vez que visité la llamada «casa de la moneda» en Potosí en 2010, otra institución colonial (probablemente el equivalente al BCB en su tiempo), me informé que los billetes que circulan en Bolivia, se fabrican en Chile. Si esto es verdad, lo de estado «anti-imperialista», «anti-capitalista» y «soberano» es puro fraude o bien ciertas instituciones como el BCB y otras con las que hace negocios en el extranjero le están tomando el pelo al gobierno y al pueblo Boliviano.

Tras casi doscientos nefastos años de gobiernos de lo que Reinaga llamó el «cholaje boliviano», el actual gobierno Boliviano tiene derecho a equivocarse, pero urge corregir algunos asuntos. El «Estado» en la región llamada América Latina nunca fue precisamente amigo de las naciones Quechua-Aymaras u otras originarias, porque el «estado» tal como se concibe hoy día en toda América es una invención europea, al igual que muchas instituciones ligadas al mismo.

Aunque el gobierno actual dice trabajar en la línea de la descolonización desde 2005, sus acciones más importantes, sus mayores proyectos, sus presupuestos más grandes, siguen en buena medida estando hoy día directa e indirectamente al servicio de quienes nunca jamás se han preocupado ni se preocuparán por quienes más han sido vilipendiados sistemáticamente en la historia de Bolivia, que son en este caso además quienes pusieron al actual gobierno en el poder. Desde la colonia hasta ahora, en algunos aspectos, nada ha cambiado.

Bolivia es hoy por hoy uno de los países más estimulantes del mundo. La llegada de Evo Morales a la presidencia a finales de 2005 significó una esperanza y el posible comienzo del fin de los abusos que se llevan a cabo en el país desde su creación. El presidente parece tener buenas intenciones, pero algunas cosas no han cambiado. Ahora mismo quienes verdaderamente están «viviendo bien» siguen siendo los de siempre. Basta ya de regalar la plata a bancos y a banqueros.

Una respuesta a “Quién manda en el gobierno de Bolivia?”

  1. Aldo Alvarado

    “Señor Presidente, sobre todo expresar mi respeto y admiración a Usted, al Directorio del Banco Central de Bolivia, a todos los trabajadores y un aporte importante desde esta institución del Estado Plurinacional, de cómo cuidar la economía nacional, la macro economía, consolidar una libración económica para pueblo boliviano que no solamente es una liberación social, cultural, racial, sino paralelo a esta liberación social acompañamos gracias a los expertos, profesionales comprometidos con su país, desde el Presidente, desde el Directorio, otros servidores públicos la liberación económica”, complementó.

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