- EL VERGONZOSO VOTO DE PANAMÁ CONTRA PALESTINA EN NACIONES UNIDAS
katari.org / Movimiento Popular Unificado
El ridículo de la política exterior del gobierno de Martinelli
El día jueves 29 de noviembre de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en una votación histórica aprobó la admisión de la Autoridad Palestina como Estado Observador. La resolución fue adoptada por 138 votos a favor, 41 abstenciones y 9 votos en contra.
Si bien la resolución no reconoce a Palestina como Estado de pleno derecho, es un paso adelante en el reconocimiento de ese pueblo y sus derechos históricos. Palestina queda en un status similar al del Vaticano, que le permite participar de diversos organismos internacionales.
La aprobación de esta resolución por la Asamblea General de la ONU constituye una derrota de la política imperialista de Estados Unidos en el Medio Oriente y del Estado sionista de Israel, quienes sistemáticamente se han negado al reconocimiento de los derechos de Palestina y han cometido toda clase de vejámenes humanitarios contra ese digno pueblo.
El documento aboga por “la solución de dos estados conviviendo en paz y seguridad y prescribe el fin de la ocupación israelí iniciada en 1967 y la necesidad de un Estado Palestino independiente, soberano, democrático y acorde a las fronteras definidas antes de 1967”.
En un hecho vergonzoso para la diplomacia de Panamá, su representante en la ONU votó en contra del reconocimiento de Palestina como Estado Observador de las Naciones Unidas, siendo el único país latinoamericano que votara de esa manera, equiparándose a las minicolonias norteamericanas del Océano Pacífico, como las Islas Marshal.
Los países que votaron contra Palestina en la ONU fueron: Estados Unidos, Israel, Canadá, Palau, Micronesia, la República Checa, Panamá, Palau y las Islas Marshal.
Este es otro hecho más que prueba el grado de ridiculez y estupidez institucional al que ha caído Panamá bajo el corrupto gobierno de Ricardo Martinelli.
Qué lejos estamos de la brillante política diplomática de Panamá de los años 70 con la que, adoptando una política exterior independiente en el Movimiento de los No Alineados, nuestro país logró el apoyo del mundo para forzar al imperialismo norteamericano a negociar el tratado del Canal de Panamá. Lucha diplomática en la que Panamá siempre recibió el apoyo de nuestros hermanos árabes y de los palestinos, en particular.
Exhortamos a las organizaciones populares, a los intelectuales y sindicatos panameños a expresar públicamente su repudio a este nuevo acto de barbarie diplomática de Martinelli y su gobierno, y a reiterar nuestra solidaridad con las justas demandas del pueblo palestino.