- Soberbia de la decadencia occidental
Por Max Murillo Mendoz
La cultura occidental cree que es dueña del mundo. Su destrucción y manía destructiva contra los demás, como forma congénita de pensamiento enfermizo, hoy se estrella contra la cultura árabe y musulmana.
A nombre de la libertad, a nombre del liberalismo y del libre pensamiento arrollan sin respeto alguno a costumbres y mentalidades distintas. No cambian su estúpida manera de vernos como a civilizaciones atrasadas y retrógradas.
En su decadente manera gringa de observarnos como a culturas experimentables, molestan todo lo que sea convivencia y desarrollo social en todo el mundo.
Y hoy se burlan abiertamente del islam como si se tratara de un estudio más, sociológico o antropológico gringo, cuando eso desata, con toda razón, bronca y rencores en pueblos cansados de esa soberbia tonta gringa.
El colonialismo es un comportamiento enfermizo, pero funcional todavía por estos lados del mundo. En Bolivia tenemos mucha experiencia al respecto.
Hoy mismo esos sectores gringos o lambertos de la cultura occidental se sienten dizque discriminados por no ser considerados ‘mestizos’ en el censo.
Cuando el mestizaje es una bandera más de estos sectores gringoides y colonialistas para no ser indígenas, para no ser quechuas, aymaras o guaraníes.
La palabra mestizo es una gambeta más de estos sectores sin identidad alguna con lo nuestro, es decir colonialistas o lambertos de occidente. Y sus ataques a lo nuestro son cotidianos, a nuestras costumbres y religiosidades, mediante sus medios de incomunicación y sus calles y sus plazas absolutamente imitaciones burdas y sin personalidad de la decadencia occidental.
La Iglesia Católica se da el lujo de criticar nuestras religiosidades, y curas extranjeros dicen lo que les venga en gana contra nuestras costumbres y mentalidades, sin ninguna reacción y respuesta de nuestras culturas.
Y el Estado, ¿dónde está? En Egipto es el Estado que reacciona contra la burla a sus religiosidades. También en Irán o Turquía. Pero en Bolivia, ¿dónde está el Estado que no reacciona ante semejante arremetida de estos sectores colonialistas y gringoides, que no respetan lo nuestro en absolutamente nada? Y no exagero al decir en absolutamente nada.
Al aproximarse las elecciones de 2014 tenemos que tener muy claro lo que sucede. Necesitamos partidos nacionalistas étnicos. Con lo nuestro, nada prestado ni imitaciones grotescas y burdas, sin autoestima, a occidente y su decadente y repugnante cultura violenta y cruel.
Necesitamos ordenar este espacio hoy por hoy en manos de imitadores baratos, payasos, de occidente. Su mentalidad destructiva y violenta sigue en proceso: no respetan nada de lo nuestro (destrucción de nuestro hábitat y de lo social comunitario), por lo que hay que ordenar urgentemente. Hay que reconstruir partidos quechuas, aymaras y guaraníes.
Hay que restablecer nuestros espacios destruidos en la Colonia y la república, y reducidos a reservas en el altiplano, valles y llanos orientales.
Imponer nuestros idiomas, nuestras religiosidades y costumbres y mentalidades. Y no seguir de furgón de cola de la decadencia occidental, simplemente comiendo sus migajas y recibiendo limosnas de chantaje.
Tenemos todo lo necesario (cultura y riqueza material) y no necesitamos a payasos y lambertos de occidente. Y si éstos quieren quedarse a vivir en nuestros espacios tendrán que seguir nuestras reglas. Y nuestras costumbres con sus religiones.
Ojalá desde los grupos autóctonos y nuestros, quechuas, aymaras y guaraníes, se escuche algo. Ese ataque y burla contra los pueblos musulmanes es también un ataque a nuestras culturas.
Los lacayos de occidente y payasos imitadores ‘mestizos’ no tienen idea de estos temas nuestros, creen que están en calles de París, Miami o Berlín, y de esos payasos nada podemos esperar sino sus adoraciones ciegas e inconscientes a occidente.
Somos nosotros los que tenemos que reaccionar y tomar las riendas de nuestra casa, que es este espacio llamado hoy Bolivia. Si eso significara sangre no hay problema, el ejemplo de los pueblos musulmanes y árabes así lo demuestran.
Ninguna soberbia queda impune contra la reacción cultural y religiosa de los pueblos. Ni siquiera los imperios más poderosos. Gloria a nuestra Pachamama. Gloria al islam y su profeta Mahoma.