Represión, muerte en Cajamarca

1 Comentario
    Auxilio nacional e internacional ante el genocidio iniciado contra el pueblo de Cajamarca por parte del Gobierno peruano

Ante la imposición por la vía de la fuerza, que hasta el momento ha cobra do la vida de tres hermanos de Cajamarca, perpetrado por el Gobierno de Ollanta Humala, para imponer el mega proyecto Conga rechazado por el pueblo de Cajamarca, la declaración en “estado de emergencia” y el violento secuestro del ex sacerdote Marco Arana, la persecución de los principales líderes.

Cajamarca. Foto: losandes.com.peLas organizaciones indígenas, sociedad civil y colectivos sociales del Perú abajo firmantes, piden auxilio nacional e internacional de manera URGENTE y decimos lo siguiente:

1.- Rechazamos y condenamos enérgicamente la imposición violenta del mega proyecto Conga y el genocidio desatado contra humildes campesinos y rondas de la región de Cajamarca que en las últimas 24 horas ha cobrado la vida de Eleuterio García Rojas, José Faustino Silva Sánchez y uno de ellos un joven de apenas 17 años, el cual constituye tres muertos, más de 20 heridos y 15 detenidos. Lo cual constituye una flagrante violación de los derechos humanos.

2.- Exigimos la inmediata libertad del padre Marco Arana quien fue secuestrado, golpeado, vejado, maltratado y conducido violentamente por efectivos de la Policía Nacional mientras el líder social se encontraba sentado en una banca de la Plaza de Armas de Cajamarca, así como la detención de hombres y mujeres inclusive con un niño en la espalda.

3.- Respecto a los sucesos de Celendín del día 3 de julio, rechazamos las imputaciones de personajes y funcionarios del gobierno como Reinaldo Núñez Campos director regional de Salud de Cajamarca, que conjuntamente a varios medios de comunicación pretenden montar una campaña de difamación contra la movilización en defensa del agua y la vida que vienen sosteniendo los hermanos y hermanas cajamarquinos.

4.- Denunciamos que el régimen de Gobierno viene utilizando la figura de “declaratoria del Estado de Emergencia” para legitimar impunemente la vulneración del Estado de Derecho y segar la vida de las personas en Cajamarca. La suspensión de las garantías constitucionales, sirven para justificar detenciones arbitrarias y violentas, el empleo de armamento así mismo se niega el derecho a la legítima defensa legal de las personas.

5.- Por lo tanto exigimos que se respeten los derechos humanos, y se levante inmediatamente el “estado de emergencia”, que se viene implementando para sitiar a las tres provincias Celendín, Hualgayoc y Cajamarca que legitima todo abuso de las fuerzas policiales y militarte, por lo que responsabilizamos al Gobierno por las muertes ocasionadas.

6.- El modelo represivo y de criminalización de la protesta social de Ollanta Humala, ha quitado la vida de 15 hermanos y hermanas, en protestas sociales, mientras los medios de comunicación desde Lima los siguen llamando, así, “muertos” sin nombres y apellidos, y nosotros no nos cansaremos de construir memoria, de recordarlos y de exigir el simple respeto por la dignidad humana.

7.- Planteamos la necesidad de construir un diálogo que incorpore a todos los involucrados en el conflicto, que la empresa minera deje de lado su soberbia y malas prácticas, y que el estado más allá de poner condiciones, trate de escuchar a las diferentes partes y desarrolle capacidad de interlocución directa, sin violencia o represión de por medio.

8.- Nos declaramos enemigos de la violencia, en cualquiera de sus formas, tanto en los enfrentamientos con las fuerzas policiales, como con la imposición de un proyecto minero con “estado de emergencia” y sin consulta a las comunidades. Somos enemigos de la violencia que incitan los medios de comunicación oficiales, que celebran las detenciones, los golpes de la policía, y las lluvias de gases lacrimógenos perpetrados contra indefensos hermanos y hermanas con niños y ancianos.

Alto a la violencia, represión, muerte
No a los estados de emergencia
No al acoso a líderes, legítimos representantes del pueblo
No al uso de armas letales por parte de policías y militares en manifestaciones sociales
No a la criminalización de la protesta
Por nuestros caídos. Ni una muerte más
Si al agro. Si a la vida

Asociación interétnica de desarrollo de la selva peruana – AIDESEP
Confederación Nacional Agraria – CNA
Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería – CONACAMI
Organización Nacional de Mujeres Indígenas Anadinas y Amazónicas – ONAMIAP
Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú – FEMUCARINAP
Confederación Campesina del Perú – CCP
PDTG

Una respuesta a “Represión, muerte en Cajamarca”

  1. Julian Alberto

    Apoyo ese alto a la violencia provocada por grupos terroristas que aprovechan la ignorancia de la población peruana para soliviantarlos y provocar los sucesos de Celendín, Bambamarca y otros, incluida la detención «provocada» del ex-cura Arana.
    Sí a los estados de emergencia, como mecanismo de defensa de los derechos de la población que no se suma a las protestas desquiciadas de grupos que sólo saben destruir y provocar muertes.
    ¿Cuáles líderes, legítimos representantes del pueblo? En elecciones democráticas no obtendrían ni siquiera el 5% de la votación electoral. Creo que sienten que la oportunidad que esperaban de hacerse con el poder se les está yendo de las manos.
    ¿Armas letales? ¿Y las que usaron los «manifestantes» en Celendín y Cajabamba? No engañen más a los pobres campesinos y pónganse a trabajar y a ganarse la vida como hace la mayoría. Todos los dirigentes de estos grupos que «luchan por el pueblo» quieren vivir sin trabajar y hacer que otros trabajen para ellos, como lo hicieron y hacen todos los líderes de los llamados países socialistas, los más grandes violadores de los derechos humanos de sus pueblos.
    La protesta cuando es pacífica, se acepta y se discute, se parlamenta, se dialoga sobre su origen y causa, y se trata de modificar, adaptar, cambiar o suprimir. Pero cuando esa protesta vulnera los derechos de expresión, de libertad de trabajo, de libre tránsito de la mayoría de la población. Se están cometiendo delitos penados por la ley. Eso debe reprimirse y castigarse.
    Estamos de acuerdo, ni una muerte más. Lo que les pido es que no las provoquen.
    Soy agricultor de corazón, déjenme trabajar con libertad. No me digan qué debo pensar ni qué debo decir o hacer. Acepten que cada uno es libre de escoger lo que le parezca mejor y respeto esa libertad de elección en los demás.
    Espero que tengan la entereza de publicar este comentario.

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