- La marcha por el TIPNIS
Fortunato Esquivel: katari.org
Los marchistas en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis) acordaron llegar a La Paz, después de las elecciones judiciales del domingo.
Por lo menos, ese es el anuncio inicial que se conoce en la sede de gobierno, donde son esperados por otros que les respaldan con entusiasmo.
Si la postergación se confirma, provocará desazón y descontento en las filas de quienes estuvieron invirtiendo dineros en promocionar una marcha política que la historia se encargará de archivar como una maniobra de los sectores conservadores, oligarquías opuestas al progreso, organizaciones no gubernamentales alentadas por el imperio y partidos de derecha, todos respaldados por esa poderosa rosca comunicacional a su servicio.
El cinco de octubre, grupos de jóvenes cruceñistas, salieron subrepticiamente, rumbo a la marcha, presuntamente para sumarse a ella en apoyo a las iniciativas indígenas.
Pocos días antes del 24 de mayo de 2008 y en la misma forma, tomaron numerosos buses en la terminal oriental rumbo a Sucre, donde promocionaron y dirigieron las humillaciones a los campesinos chuquisaqueños.
Estos representantes, no llevan ninguna buena intención
Los vándalos que, destruyeron y asaltaron las instituciones estatales de la capital cruceña, no van a ser simples marchistas, sino fervientes provocadores, porque esa es su intención.
No se puede imaginar que los dirigentes de la CIDOB pateados y correteados por estos, ahora lleguen abigarrados del brazo en presunta defensa del Tipnis.
El inicio de la marcha, confundió a muchos
¿Cómo era posible que quienes apoyaban el proceso, ahora sean contras?, ¿El gobierno se desvió?, ¿Dejó de escuchar sus demandas? Muchas preguntas surgieron desde todos los sectores, acusando de actitudes soberbias a los mandatarios.
Los partidos de derecha, las Ong’s organizadas y adoctrinadas por Usaid y los intereses que presionan para que los habitantes del Tipnis sigan viviendo su “tranquila” existencia de anfibios, se movilizaron.
Tres Ong’s ambientalistas fueron claramente identificadas como las cabezas de la oposición. Una de ellas dirigida por políticos trotskistas.
Por ahora, se encuentran a 100 kilómetros de La Paz y son poco más de 1.000, pero se acrecentará a poco de su llegada con oportunistas afectos al show mediático cuyo aporte serán consignas políticas preparadas para la ocasión. El show pretenderá hacer creer que el proceso está declinando y que pronto caerá el mandatario indio, pero ese deseo, quedará sólo en eso.
La marcha por el Tipnis, dejará profunda huella, claro que sí. Me adhiero a una frase de Xavier Prudencio que en su escrito afirma que el mejor acero se templa a más fuego.
Esta gran movilización que sacude a Bolivia y conmociona al mundo que veía un ejemplo en Evo Morales, será histórica, sin duda, pero por razones que serán evidentes más tarde.
Hace pocos años, cuando el proceso de cambio se fundía en las calderas de la historia boliviana, se produjo la primera colada. Las primeras escorias, fueron echadas a un lado como corresponde en las grandes fundiciones. Esa basura de oportunistas y buscafortunas ya descartada, apareció nuevamente, ahora como antagonistas del proceso.
Prudencio les identifica: “Alejandro Almaraz, Gustavo Guzmán, Pedro Nuni, Adolfo Chávez, Rafael Quispe, Alex Contreras, Víctor Hugo Sáinz, Hugo Siles Alvarado, Román Loayza, Lino Villca, etc”. Todos ellos tuvieron la oportunidad de estar prendidos a las deliciosas tetas del gobierno de indígenas y hoy son “contras”.
No hay duda, las calderas donde se funden los mejores aceros están elevando su temperatura y tras descartar las últimas escorias, el proceso está obligado a ingresar en una profundización y reconducción, que debería incluir el despido de los neoliberales quedados en la estructura administrativa estatal al asumir el actual gobierno.
La esperanza conservadora de un pronto derrocamiento, se desmoronará. Los militantes de la derecha boliviana comprobarán que el proceso renovador que asombra al mundo, logra nuevas fuerzas. La crisis política actual, si bien mostró la existencia de errores y signos de soberbia engendrados por las demencias del “poder”, tendrán que ser corregidos de inmediato.
Hay necesidad de reconducción, hay necesidad de un giro, pero no a la derecha como presionan los nuevos servidores del imperio, sino a la izquierda, como se exige por las ciudades y las poblaciones rurales de todo el país y todo en base a mano férrea sobre el timón del Estado. Eso esperamos.