- ¿Y dónde está la DEA?
- «Agentes extranjeros dirigen operaciones de erradicación y represión contra cocaleros» ¿Cuál es la labor específica de la DEA en el país?
Raúl Wiener: diariolaprimeraperu.com
Hace unos días medios locales informaron que la embajadora de Estados Unidos les regaló un paseo por la selva peruana en un helicóptero de bandera de los Estados Unidos, al ministro del Interior y al general de la Dirandro, junto a los jefes del Corah y de la DEA, y se encargó ella misma, con sus asistentes, de mostrar los cocales desde el aire y algunas pozas de maceración. El jefe de Devida no estuvo invitado.
Las historias que la selva cuenta sobre el Corah (Policía militarizada encargada de la erradicación de cocales) y la DEA, son bien distintas a las que nos relatan los periodistas que muy de vez en cuando llegan a las abruptas selvas del Huallaga a realizar “informes” y moverse en los helicópteros de la erradicación.
Las cámaras que llegan a los caseríos y las pozas generalmente no muestran personas, ni capturas ni requisas.
Pero en las comisarías obran numerosas denuncias de robos de bienes de las viviendas de los erradicados, maltratos físicos y otros abusos. Los del Corah llegan dirigidos por miembros de la DEA que certifican la erradicación y contemplan sin intervenir la violencia con la que se trata a los cocaleros.
LO QUE CREEN AQUÍ
En Lima se dice que se trata de contener el flujo de droga que sale de la selva. Pero en las zonas de erradicación las fuerzas se mueven como en un escenario de guerra. En Pucallpa hay una central de la DEA al lado de un cuartel del Corah.
Ambos operan sin ninguna relación con las autoridades regionales y locales, toman la dirección de la torre de control del aeropuerto cuando movilizan sus aviones y helicópteros, mueven personal hacia el exterior y desde otros países sin regulaciones de la FAP, migraciones o cualquier otro organismo estatal.
En Tocache, la DEA ha metido millones en renovar el aeropuerto que está al servicio de las operaciones que realiza con el Corah.
Para muchos habitantes de la selva lo que es evidente es la impunidad con la que pueden actuar los agentes estadounidenses. Pueden entrar y salir del Perú sin ser registrados, dirigir las labores de erradicación y la captura de dirigentes cocaleros y podrían sin ningún problema llevarse prisioneros y la droga a otro lugar.
Personas que han trabajado en la zona señalan que Montesinos hacía tratos directos con la DEA, para mantener la presión sobre los cocaleros y sacarse de encima a algunos narcos que actuaban por su cuenta, logrando articular un cartel de los grupos más poderosos que trabajaban para él.
Para los agentes extranjeros esta era una manera de reducir la oferta de droga y concentrar los ingresos.
Curiosamente el zar antiDrogas de Washington, tomaba la política del régimen de Fujimori casi como un modelo de tratamiento del problema, hasta que empezaron a descubrirse los casos de Vaticano, el narco avión presidencial y otros que mostraron la penetración de las mafias en el Estado. ¿Y dónde estaba la DEA?
NO HAY CAMBIOS
Once años después del fin de la dictadura, con Fujimori y Montesinos presos, la política contra las Drogas no ha sufrido ningún cambio: el Corah sigue persiguiendo campesinos, supervisado por la DEA.
Los norteamericanos controlan las rutas aéreas de la selva y se dan el lujo de escoger a qué funcionarios del Perú pasean por los aires para mostrarles su propio país; los insumos de la droga llegan regularmente a las pozas y la droga sale pasando todos los controles.
Pero al país le quieren vender la idea de que el problema es Ricardo Soberón por lo que dijo en sus reuniones con las organizaciones cocaleras, o por los mails que remitió desde su despacho en Devida.
Y lo que arde a algunos no es que haya dicho que las erradicaciones son ilegales e injustas, sino que esté en un puesto que siempre estuvo ocupado por operadores de la Embajada de Estados Unidos.
La señora Likins ha traducido su molestia en una visita a Palacio sin trascendidos y en un paseo de funcionarios peruanos al que no invitó al jefe de Devida.
Una respuesta a “DEA en el Perú”
Carlos Hurtado
Este artículo contiene varios errores. Uno: el Corah no es una policía militarizada. Es un proyecto especial adscrito al ministerio del interior que opera con dinero proveniente de la cooperación internacional. Debido a que sus miembros han sido atacado en múltiples oportunidades desde 1984 cuando atacaron un campamento en Supte y mataron a machetazos a 15 erradicadores, hecho que se repitió en una emboscada en Corvinilla con la muerte de 8 erradicadores más, el gobierno decidió que la policía preste resguardo al trabajo de erradicación.
Segundo: Los helicópteros que utiliza la policía nacional para desplazar a los efectivos policiales y a los erradicadores están cedidos en uso a la policía nacional que también proporciona el combustible.
Tercero: La comitiva que viajó a Pucallpa lo hizo en un avión Antonov, policial, de allí abordaron los helicópteros policiales.
Cuarto: Los narcotraficantes no son tontos. Cuando escuchan los helicópteros y ven a los erradicadores y policías descender de las naves saben que les llegó su hora. Inmediatamente fugan y abandonan las pozas de maceración: en Aguaytía ya van 35 en 3 semanas.
Quinto: Cualquier tocachino puede confirmar que el Corah nunca ha operado desde el aeropuerto de Tocache. Lo que recuerdan es la operación policial de 1989 cuando la policía intervino casa por casa ante la presencia de un gran número de fiscales antidrogas que certificaron la legalidad de la operación. Se decomisaron casas, motos, autos, joyas, dinero en efectivo y por supuesto drogas. El jefe local, Vampiro, huyó despavorido y hasta ahora en Tocache algunos siguen buscando «el tesoro escondido de Vampiro». Nunca lo hallaron, lo sí quedó en Tocache fue desocupación porque los colombianos se fueron para siempre.
Sexto: Corah no tiene «cuarteles», son civiles que duermen en sus casas.
Sétimo: La política antidrogas es una política de estado. Legalmente, las autoridades locales y regionales no tienen competencia. Una lectura a la pirámide de Kelsen podría esclarecer la opinión del articulista.
Octavo: El único insumo indispensable para producir droga es la hoja de coca. Por eso siempre al costado de un campo de coca se encuentran laboratorios de droga. En Aguaytía: 35 en tres semanas.
Suspicacia: Si no hubo trascendidos de una visita a Palacio… de dónde infiere sus opiniones el articulista… quizá sea una elucubración.