- Alan García se burla de los «apus» y creencias andinas
losandes.com.pe
La intolerancia del presidente Alan García, llegó a extremos al lanzar calificativos desacertados contra las creencias andinas, con argumentos retrospectivos de la colonización española, donde los indígenas fueron atomizados con el desprecio y tratados como esclavos.
En un video difundido en el Internet, el jefe de Estado condenó con alevosía y holgura a las creencias del hombre andino, como los actos rituales de pago a la Pachamama y el adoratorio a los lugares sagrados como los apus, que en el mundo andino tiene significados muy particulares.
Sin embargo, para el presidente García, esas prácticas son consideradas como ideologías absurdas, que en su concepto maquiavélico es apreciado como formas primitivas de religiosidad.
«Las ideologías absurdas panteístas que creen que las paredes son dioses y el aire es dios. En fin, volver a esas formas primitivas de religiosidad donde se dice no toques ese cerro porque es un Apu y está lleno del espíritu milenario no se qué cosa”, se preguntó en su profundo desconocimiento.
“Bueno si llegamos a eso entonces no hagamos nada ni minería”, señaló, en clara alusión a los argumentos de defensa de los recursos naturales, por parte de las poblaciones aymaras de Puno, que se mantienen en huelga indefinida en rechazo de la concesiones mineras.
“No toques esos peces porque son criaturas de dios y son la expresión del dios Poseidón. Volvemos o digamos a este animismo primitivo, yo pienso que necesitamos más educación, pero eso es un trabajo de largo plazo eso no se arregla así”, comentó.
En otro momento, puso en cuestión los lugares considerados como santuarios. “Si es un santuario de medio ambiente, es porque ahí están las almas de los antepasados, oiga las almas de los antepasados están en el paraíso seguramente, no están ahí y deje usted que los que ahora viven se nutran y tengan trabajo en la inversión en esos cerros”.
Estas afirmaciones del mandatario peruano, responden a los últimos conflictos socios ambientales, que puso en jaque al Gobierno poniendo en tapete las cuestionadas concesiones mineras, que se consumaron sin la consulta previa conforme dispone el Convenio 169 de la OIT.