- hoy se cumplen 31 años del asesinato del activista por la democracia
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El ministro de Comunicación, Iván Canelas, y el periodista Remberto Cárdenas recordaron a Luis Espinal Camps, cuyo fallecimiento se recuerda hoy, y coincidieron en señalar que algunos trabajadores de la prensa en Bolivia no siguen su ejemplo de trabajo comprometido y leal a sus valores morales, como periodista, persona y ciudadano.
Espinal Camps, que en vida fuera director del semanario Aquí y referente en el periodismo nacional falleció un 21 de marzo de 1980, luego de ser secuestrado por paramilitares leales a la dictadura.
A 31 años de su muerte, el ministro Canelas, que lo conoció en vida, señaló que Lucho, como era conocido, propugnaba y hacía un periodismo de denuncia, comprometido con los pobres, siempre reflejó la verdad, aún cuando la vida corra riesgo.
Él nos mostró que el periodismo es un servicio de apostolado, del bien común y de la verdad, aunque ahora muy pocos periodistas siguen su ejemplo, incluso muchos ni siquiera conocen su historia”, afirmó.
Canelas lamentó que actualmente el periodismo esté atravesando un periodo de crisis, pues algunos de los trabajadores de este gremio no son comprometidos con la sociedad, distorsionan manipulan y ocultan medias verdades.
Al respecto, el periodista Cárdenas, que trabajó junto a Lucho en el semanario Aquí recordó que él siempre decía no creer en un periodismo independiente, incluso, cuando fundó el semanario, aclaró que ese medio no sería independiente, pero sí iba a estar al servicio del pueblo.
“Él estaba en contra de la censura, autocensura. El callar es mentir decía él. Afirmaba que los periodistas vendemos nuestra fuerza de trabajo, pero no nuestra conciencia, aunque nos la quieren comprar”, contó Cárdenas
Por ello, el ministro Canelas reflexionó sobre la actual coyuntura de los trabajadores de la prensa y señaló que los periodistas deben asumir que el dueño de un medio es sólo un intermediario y no deben hacer su trabajo de informar en función a lo que el empresario desea, sino en función a la sociedad.
“El periodismo de Lucho era de compromiso con la sociedad, con la verdad, los periodistas de esa época eran como Espinal. No eran estudiados, pero se formaron en la práctica fundamentalmente, siempre fieles a su oficio, demostraron un gran compromiso con la sociedad”, afirmó.
Héroe nacional
El director ejecutivo del Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Víctor Vacaflores Pereira, demandó al Gobierno que reivindique a Luis Espinal Camps como héroe nacional, para que las generaciones de jóvenes lo tomen como ejemplo de hombre comprometido con sus ideales de democracia.
“Las generaciones de jóvenes lastimosamente no conocen mucho de Espinal, y eso nos preocupa porque Lucho no está en la cultura nacional, en los colegios a través de la historia (…) queremos que él pueda influir en los jóvenes como ejemplo de ciudadano, de hombre, de cura”, explicó.
Al respecto, el Ministro de Comunicación afirmó que la historia de vida de Espinal está incluida dentro de la currícula escolar para que sea conocida por los estudiantes, pero descartó la posibilidad de ungirlo con ese título.
“Creo que al él no le hubiera gustado eso, Lucho estaba comprometido con sus ideales, claro que los jóvenes, los periodistas y todos debemos seguir su ejemplo, pero no creo que a él le hubiera gustado eso”, afirmó.
Lucho murió con 17 balazos en el cuerpo
El padre Luis Espinal Camps (Lucho Espinal) nació el 4 de febrero de 1932 en la ciudad de San Fruitós de Bagés, cerca de Manresa España. En agosto de 1949 ingresa en la Compañía de Jesús y se ordena como Sacerdote en julio de 1962 en la ciudad de Barcelona. Fue enviado a Bolivia como misionero, donde luchó por la defensa de los derechos humanos.
Se desempeñó como sacerdote Jesuita, cineasta, comunicador social y radialista en su labor pastoral en Bolivia. Sus posturas contrarias a las dictaduras y su apoyo a los movimientos mineros, especialmente a las huelgas anti-dictatoriales de trabajadores y sus esposas, encabezadas por Domitila Chungara, le valieron enemistades durante el gobierno de facto de Luis García Meza Tejada.
Luis Espinal fue detenido por paramilitares y torturado, terminó brutalmente asesinado con 17 balazos el 21 de marzo de 1980. Su cuerpo fue encontrado un día después en cercanías al matadero de Achachicala. Según se supo más adelante, dicho asesinato había sido planificado, en enero de ese año, por el propio García Meza, junto a Luis Arce Gómez.