Infiltración interna y externa

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    El MAS enfrenta infiltración interna y externa

cambio.bo – katari.org
Analistas y políticos indican que la derecha y la CIA quieren desacelerar el proceso de cambio. Sugieren depurar al partido en función de gobierno.

La violencia en el bloqueo en la localidad de Caranavi, en La Paz, y la fracasada huelga indefinida de la COB, que buscó derrocar al Gobierno, estuvieron signadas por la presencia de personas infiltradas que fomentaron esas acciones radicales con el fin de desacelerar el proceso de cambio y dar tiempo a la rearticulación de la derecha, según políticos y analistas consultados.

Esta estrategia de infiltración también está sustentada por organismos de inteligencia de EEUU, que buscan desestabilizar el proceso boliviano con el fin de crear condiciones para una intervención, de acuerdo con la analista mexicana Ana Ceceña.

Hace poco, algunos dirigentes de la COB, entre ellos varios de filiación trotskista y otros como Jaime Solares –acusado de ser parte de dictaduras militares–, presionaron para que se dé una huelga indefinida que fracasó en su objetivo de lograr un aumento salarial superior al 5%. En referencia a esa huelga, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que tres o cuatro infiltrados contrarrevolucionarios buscaron hacer espacio para la derecha neoliberal y para derrocar al Gobierno.

La pasada semana, la violencia en Caranavi se llevó dos vidas tras un pedido de instalar una planta de cítricos. Jóvenes bloquearon una carretera troncal por más de 12 días. Uno de los bloqueadores fue Luis Achu, dirigente colonizador y ex dirigente del MAS, quien fue señalado por el Gobierno como “infiltrado” de EEUU, debido a sus lazos con la agencia norteamericana Usaid.

En ese contexto, el ex diputado del MAS César Navarro dijo que dentro de ese partido “se han generado miles y miles de hombres que han confundido el proceso histórico con el momento laboral”.

A esa situación se suman acciones de infiltración desde la derecha. “La infiltración va a existir porque la derecha, al no tener capacidad de convocatoria, ha decidido una presencia a partir de procesos de infiltración en el interior de los movimientos sociales. Una forma de infiltración es activando reivindicaciones inmediatistas y de corto plazo por las del cambio estructural, como con el caso del salario o la demanda del proyecto de cítricos en Caranavi”, explicó.

Quieren destrozar al MAS
El jefe saliente del MAS en La Paz, Samuel Guarayos, afirmó que algunos dirigentes masistas han perdido el horizonte del proceso de cambio debido a influencias de la derecha y en razón a la apertura irrestricta de ese partido a gente cuyo pasado y antecedentes muchas veces se ignora.

“Mucha gente ha entrado en las filas del MAS seguramente aprovechando una organización sindical, pero ha entrado con el objetivo de destrozar al instrumento político, desde las organizaciones sociales”, señaló.

Aseguró que “algunos dirigentes se prestan a la extrema derecha y desde sus cargos en las filas sindicales se oponen al proceso”.

Un ejemplo fue Caranavi, explicó. Ese territorio “es cuna del instrumento político y bastión porque cuando era tan difícil ser del MAS, la gente fue militante”.

Infiltrados y disidentes, para Guarayos, son los que impulsaron los recientes bloqueos y movilizaciones.

En esa línea, los analistas Marcos Domich y Carlos Soria Galvarro –en entrevista con la Red Patria Nueva, en febrero– señalaron a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como el organismo que emplea EEUU para “incrustarse en las organizaciones sociales para provocar inestabilidad”.

“No es extraño a la política de la CIA reclutar elementos provocadores (en las estructuras sociales) o aprovecharse de la ingenuidad de algunos dirigentes nacionales, de algunos sectores que contribuyen a crear zozobra, a crear inestabilidad, y que sin saberlo están creando una estrategia de desestabilización”, señaló Soria.

Domich, por su parte, aseguró que “la CIA tiene una capacidad impresionante de penetrar organizaciones sociales, sindicales, políticas en el país y hacer que sus operadores, o sus agentes, actúen, provocando aquello que no conviene a un gobierno”.

En esa lógica, la analista Ceceña dijo que desde la entrada de Barack Obama a la Casa Blanca, EEUU retomó la “ofensiva sobre América Latina”.

Una de sus estrategias es la implantación de bases militares en países como Colombia. En Bolivia existe un interés geopolítico, sostuvo en entrevista sostenida con este diario el 14 de febrero.

La filosofía del Vivir Bien, por ejemplo, es una amenaza a su sistema capitalista porque se trata de “un cambio completo de sistema que pone restricciones al funcionamiento capitalista”, señaló en ese entonces.

Para Ceceña, el país del norte tuvo influencia, a partir de organismos internacionales y presencia infiltrada en los sectores sociales, para la convulsión en los departamentos de la denominada ‘media luna’, cuando el año 2008 hubo aprestos golpistas y actividades separatistas.

Recomposición
Frente a la amenaza de infiltración, ¿qué debe hacer el MAS? Navarro y el analista Henry Baldelomar coincidieron en la recomposición de ese partido.

Navarro dijo que el “gran reto del MAS es consolidar una estructura política urbana” y “en el área rural tiene que fortalecer su estructura sindical con nuevos cuadros sindicales y políticos”. Se requiere –indicó– consolidar una estructura de cuadros políticos medios con capacidad de dirigir la sociedad.

Sobre los actores infiltrados, Baldelomar opinó que “se trata de gente mínimamente comprometida con el proceso de cambio que alcanzó capacidad de influir en la conducta de algunos militantes, equivocadamente” con el objetivo de afectar el proceso de cambio. La desaceleración en ese proceso puede dar a la derecha “un margen de oxígeno para poder recomponerse”.

El senador René Martínez habló de una “evaluación profunda en el MAS para no hacerse sorprender en la legitimidad de las organizaciones sociales”. Sin embargo, agregó que se trata de una “minoría” frente a la real militancia.

Guarayos anunció que desde la dirigencia sindical y las bases, los movimientos sociales harán una depuración de la militancia para alejar a la gente infiltrada de la derecha. Baldelomar añadió que hay señales que demandan una recomposición de algunas estructuras del MAS.

El rol político de la norteamericana DEA
En noviembre de 2008, el presidente Evo Morales decidió suspender las operaciones de la agencia antidrogas de EEUU (DEA) en el país.

Ese organismo fue identificado como conspirador contra el Gobierno junto a los sectores de oposición, ya que gestaba un plan desestabilizador en septiembre de ese año, según el Gobierno.

Las acusaciones contra la DEA tienen que ver con espionaje político, financiamiento a grupos delincuenciales (que incluso ocuparon aeropuertos e impidieron el aterrizaje de aviones de comitiva gubernamental). Instalaron casas de seguridad para espiar y sus naves sobrevolaron zonas en conflicto.

Uso estratégico de alimentos por la NAS
En enero de 2007, medios impresos paceños publicaron una foto que evidenció el desvío de víveres y enseres de Defensa Civil (beneficios que deberían ser destinados a damnificados por desastres naturales) hacia las multitudes campesinas concentradas en la plaza 14 de Septiembre.

Un ex agente de la NAS (el órgano logístico y financiero de la DEA norteamericana en programas antidroga), identificado como Juan Carlos Chávez –según los medios–, oficiaba como asesor del Ministerio de Justicia y se inmiscuyó en Defensa Civil sin tener competencias. Los medios informaron que con ese desvío se buscó desprestigiar una movilización social.

Human Rights y su delegado en Bolivia
La Human Rights Foundation (HRF) fue rechazada por el Gobierno, luego de que las investigaciones por el caso terrorismo señalaron a Hugo Achá Melgar como uno de los testaferros e inversores de las actividades de la célula terrorista liderada por el mercenario Eduardo Rózsa Flores, desarticulada el 16 de abril de 2009, en Santa Cruz.

Posteriormente, la abogada estadounidense Eva Golinger confirmó los vínculos de la fundación con los grupos terroristas neutralizados. Achá fue el presidente de la HRF en Bolivia y tras conocerse sus vinculaciones huyó a los Estados Unidos. Hasta el momento permanece prófugo.

Infiltrados y la huelga contra el Gobierno
El vicepresidente Álvaro García Linera denunció el 7 de mayo un apresto “contrarrevolucionario” en la convocatoria de la Central Obrera Boliviana (COB) para una huelga general indefinida en demanda de más incremento a los salarios.

El Vicepresidente apuntó a “tres o cuatro infiltrados agentes de la ultraderecha criolla”, quienes lograron influir en las decisiones de la COB. No dio nombres, pero medios de información masiva señalaron que se “aludió al ex líder de la COB Jaime Solares y a los dirigentes de filiación trotskista, a la cabeza del magisterio urbano de La Paz, José Luis Álvarez y Gonzalo Soruco”.

Un agente de la CIA en complot en YPFB
El 24 de febrero de 2009, el presidente Evo Morales denunció que el ex policía Rodrigo Carrasco, quien también fungió como gerente de Comercialización de la estatal petrolera, era el principal “espía infiltrado” en esa empresa para “hacer fracasar la nacionalización” de la entidad.

El ex funcionario, según el Presidente, era miembro de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y fue responsable de encabezar el espionaje y la conspiración que provocó la escasez de carburantes en Bolivia, la generación de redes de corrupción y gerencias paralelas dentro de la empresa pública, nacionalizada en 2006.

El MSM se unió al MAS y luego dividió
El presidente Evo Morales denunció en enero de este año que el Movimiento Sin Miedo (MSM), liderado por su ex aliado Juan Del Granado, inició una estrategia para reclutar líderes del MAS que quedaron descontentos por no haber sido elegidos como candidatos en las pasadas elecciones del 4 de abril.

“No se puede creer que Juan Del Granado convierta al MSM en un basurero del MAS”, dijo entonces el mandatario.

El Gobierno denunció que el MSM aplicó una estrategia de “entrismo”, es decir que se introdujo en el MAS para luego dividir a los movimientos sociales. Morales recordó que Del Granado hizo lo mismo con el MIR.

Disidentes y expulsados
En su vida política, el Movimiento Al Socialismo (MAS) sufrió el alejamiento de varios dirigentes y militantes, varios de los cuales salieron cuestionados por divergencias internas, entre otras razones.

Uno de ellos fue Filemón Escóbar, expulsado por supuesto manejo indebido de fondos de la campaña política y por su rol, como senador, en la aprobación de un convenio con Estados Unidos. Hace poco se vinculó al partido AS, de René Joaquino.

Adriana Gil, expulsada del MAS por haber participado con sectores cruceños en las protestas que reclamaron la administración de entidades públicas en Santa Cruz. Ahora es diputada del partido opositor Plan Progreso para Bolivia (PPB) y una de las más firmes opositoras al Movimiento Al Socialismo.

Álex Contreras, ex portavoz presidencial. Dejó una carta de renuncia en la que desveló la existencia de “enemigos internos”. En los comicios de abril de este año postuló, sin éxito, a la Alcaldía de Cochabamba.

Guido Guardia, ex senador masista de Santa Cruz, se desmarcó de ese partido y fue uno de sus más duros críticos en el Parlamento.

Guillermo Beckar se alejó en 2006. El presidente Evo Morales sugirió que su alejamiento tuvo que ver con un supuesto intento de tráfico de influencias en la estatal petrolera. El ex diputado fue candidato a vicepresidente junto a Lino Villca, pero luego se alejó.

Román Loayza, fundador del MAS y ex dirigente campesino, se alejó de ese partido y creó uno propio. Fue candidato a la Presidencia. Cuando se lo invitó a regresar al MAS, Loayza rechazó la propuesta.

Gerarld Ortiz, parlamentario que denunció “discriminación” en su contra de parte de la bancada masista, se alejó de ese partido.

Lino Villca, el ex senador masista, renunció llorando luego de que el presidente Morales respaldara la postulación de Félix Patzi como gobernador. Villca fue dirigente productor de coca de los Yungas y se convirtió en opositor del MAS.

Félix Patzi, doctor en culturas y ex ministro de Educación, fue expulsado luego de haber sido sorprendido conduciendo su vehículo en estado de ebriedad. Su falta coincidió con la aprobación de una norma que sancionaba a los conductores ebrios. Patzi abandonó su candidatura a la Gobernación paceña, pero antes desafió al jefe del MAS y llamó a los sectores sociales, sin resultados, a una movilización en defensa de su persona.

Rafael Puente dejó la Prefectura de Cochabamba luego de presiones de los movimientos sociales.

Loyola Guzmán, ex constituyente, no estuvo de acuerdo con modificaciones en la nueva Carta Magna.

Otros como Andrés Soliz, Wálter Villarroel, por diversas circunstancias, se alejaron del Movimiento Al Socialismo.

Analista: EEUU impulsó desestabilización en 2008
La mexicana Ana Ceceña, doctora en Relaciones Económicas Internacionales y analista política, aseguró que Estados Unidos, en 2008, buscó generar la idea de que Bolivia es un país “fallido” para justificar una intervención militar.

En una entrevista con Cambio, en febrero, explicó que EEUU (tipifica a los países) como hostiles o fallidos. “En el caso de Bolivia, se ha jugado mucho con la idea de declararlo Estado fallido”, señaló.

Sostuvo que para el síntoma de “fallido”, el país del norte inició en septiembre de 2008 un proceso de desestabilización, a partir de los departamentos de la ex ‘media luna’.

“Lo que se quería era realmente provocar un caos, una idea de separatismo y de que el país no estaba bien articulado, que no estaba bien controlado y, entonces, a partir de esa situación querían no solamente independizar la parte más rica en gas que hay en Bolivia, sino crear una situación de insolvencia del Estado en general, en la (que se quería demostrar) que el Estado boliviano no podía controlar la situación interna y se volvía una amenaza para el continente; en esa medida hubieran podido intervenir muy fácilmente”, comentó.

“Hemos hecho un análisis y calculamos que en una hora tendrían colocadas las bases militares de Colombia en La Paz; si hubiera cualquier conflicto político que justifique esa intervención, sólo les tomaría una hora”, explicó.

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