- Entre ricos y famosos
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Una investigación del diario estadounidense El Nuevo Herald revela que el ex prefecto de Cochabamba y ex candidato presidencial por el derechista Plan Progreso para Bolivia-Concertación Nacional (PPB-CN) en las últimas elecciones generales Manfred Reyes Villa y su esposa, Patricia Avilés, se refugian en un costoso apartamento ubicado en un exclusivo suburbio de Miami Beach tras su huida del país el 15 de diciembre.
La información de ese rotativo indica que Reyes Villa y su consorte adquirieron en 2004 un apartamento en el piso 17 de The Riviera Condominium, en Collins Avenue, calle 24, en 330 mil dólares, según los registros de propiedades del Condado de Miami Dade.
“El apartamento de 1.368 pies cuadrados (127,2 metros cuadrados) fue registrado bajo el nombre de la pareja y la firma Marevi International (nombre cifrado de Manfred Reyes Villa)”, precisa esa fuente periodística.
Asimismo, el reporte de El Nuevo Herald asegura que a pesar de las varias llamadas que hicieron al número telefónico del apartamento de Reyes Villa, éstas “no fueron respondidas”.
No obstante, varias preguntas salen a flote ante la sorprendente ‘capacidad económica’ de la familia del ex frustrado “presidente de los bolivianos”.
¿De dónde salieron esos 330 mil dólares (2.333.100 bolivianos) contantes y sonantes que pagó Manfred Reyes Villa por su lujoso apartamento en un edificio con vista al mar en plena playa de Miami?
¿Será que el ex capitán del Ejército y político profesional es un genio de las finanzas para solventar la compra de ese apartamento en una de las zonas más exclusivas de Miami, hogar de ricos y famosos, y donde el denominador común de ese tipo de propiedades horizontales es que cuentan con baño en suite, completamente amueblados, acabados de lujo, cocina equipada, plasma TV, home theatre (teatro de casa), piscina privada (algunas compartidas) con vista al mar y en torres de última generación llenos de confort y tecnología?
¿Acaso el sueldo de un oficial de las Fuerzas Armadas, de un alcalde de alguna de las ciudades bolivianas o de un prefecto de departamento, cargos que en su vida pública ocupó Reyes Villa, le permitieron acumular la fortuna que hoy en día ostenta sin empacho alguno?
La respuesta a esas interrogantes nos señala el sinuoso camino por el que transitó el hoy prófugo de la justicia boliviana porque, al margen de los 2,3 millones de bolivianos que pagó por el apartamento ubicado en The Riviera Condominium, en Collins Avenue, calle 24, en Miami Beach, Reyes Villa posee varias propiedades inmobiliarias en Bolivia, particularmente en Cochabamba.
Además, al inicio de la campaña electoral con miras a las elecciones generales del 6 de diciembre, cuando se le preguntó a cuánto ascendía su fortuna, un impávido Reyes Villa respondió: “Manfred vale 14 millones de bolivianos”, es decir, un millón 980 mil dólares.
Y otras preguntas están latentes desde esa declaración a los periodistas: ¿Cuál es el origen de la riqueza que desveló Reyes Villa? ¿Qué rentables negocios llevó adelante para acumular esos millones?
Que se sepa, el político de marras nunca fue empresario ni productor, menos exportador. A no ser que estos presuntos negocios los haya efectuado estando “a buen recaudo”, es decir, en las sombras de la clandestinidad. Aunque algunas versiones señalan que aparentemente estuvo involucrado en la especulación inmobiliaria.
Sin embargo, todos los indicios hasta ahora acumulados por las autoridades jurisdiccionales en contra de Reyes Villa señalan que el ex presidenciable lideró varios negociados que le permitieron reunir una cuantiosa fortuna ‘forjada’ al amparo de una ‘sacrificada’ carrera política —que lo llevó a vestir la camiseta de diversos partidos políticos, incluso de uno de su creación (NFR)— y protegido por un sistema político prebendal y corrupto.
Reyes Villa se alió con el Movimiento Bolivia Libre (MBL), creó Nueva Fuerza Republicana (NFR), se alió con Acción Democrática Nacionalista (ADN) del extinto dictador Hugo Banzer, con el Movimiento Unidad y Progreso (MUP) del agro-potentado cruceño Ivo Kuljis y con el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) del también prófugo de la justicia boliviana Gonzalo Sánchez de Lozada en 2003.
Al menos son 19 las denuncias de corrupción que pesan sobre el también ex edecán del ‘ministro de la cocaína’ Luis Arce Gómez, en cuyo gobierno su padre, el general golpista Armando Reyes Villa, fue ministro de Defensa nombrado por el ex dictador hoy preso en la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro, Luis García Meza Tejada.
En enero de 1981 la dictadura garciamecista asesinó a ocho dirigentes del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) y las investigaciones posteriores, una vez recuperada la democracia el 10 de octubre de 1982, vincularon al ex capitán con ese crimen político.
La formación política de extrema derecha de Manfred Reyes Villa fue completada por expertos norteamericanos en la tristemente célebre Escuela de las Américas, fundada en Panamá en 1946 por el Ejército de Estados Unidos. De las aulas de este tenebroso centro de formación de dictadores salieron los principales torturadores y represores que tuvimos los latinoamericanos durante los años 70: los temibles Pinochet, Videla, Banzer, Arce Gómez y cientos de otros de la misma especie.
En este contexto, quien en su campaña electoral juraba: “Cómo voy a huir si voy a ser el próximo presidente de los bolivianos. Ellos tendrán que huir, no tengo por qué huir de mi patria, aquí me quedo”, hoy disfruta del refugio del gobierno a quien siempre sirvió y, en Miami Beach, vive entre ricos y famosos.