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El último Congreso Nacional de la República de Bolivia fue enterrado con honores por senadores y diputados del oficialismo y de la oposición. La legislatura 2006-2009 clausurada este miércoles fue especial y única porque alentó la confrontación ideológica por primera vez en 20 años de democracia liberal, valoró el senador de Podemos Walter Guiteras; y será recordada como el puente entre el viejo Estado liberal, colonial y mono cultural y el nuevo Estado plurinacional y autonómico, destacó el Vicepresidente Alvaro García Linera.

El Congreso Nacional sesionó por última vez este miércoles 30 de diciembre para clausurar el periodo legislativo 2006-2009, marcando así el fin del ciclo histórico del Estado colonial, centralista y discriminador, para dar paso a la Asamblea Legislativa del nuevo Estado plurinacional de Bolivia.

Mal que bien, este Congreso «de transición» y «conflictivamente real será recordado como el puente entre Estado liberal colonial y monocultural a un Estado plurinacional y autonómico», a diferencia de las anteriores asambleas legislativas con «aparente legitimidad y representación falseada» y subordinadas al Poder Ejecutivo, dijo García Linera en la última sesión, a 27 años de la restauración de la «democracia criolla» en 1982.

Los Congresos de los períodos 1982-85; 1985-89; 1989-1993; 1993-1997; 1997-2002 y 2002-2005 siempre estuvieron subordinados a los mandatos del Poder Ejecutivo y sus decisiones no beneficiaron a las mayorías nacionales ni influyeron activamente en las luchas sociales, evaluó García, presidente nato del Poder Legislativo.

Entre 1985 y 2005 Bolivia tuvo un parlamento «pasivo» y «aparente». «Quien tenía el mando de las decisiones era el Ejecutivo y el Parlamento asumía una acción pasiva, meramente receptiva (…) sus debates, decisiones, acuerdos, resoluciones y confrontaciones no tuvieron efecto real en la sociedad (…) En 20 años, en este hemiciclo de representación de la sociedad no estaba presente la fuerza vital de la sociedad, su diversidad clasista y su diversidad regional», dijo la autoridad.

En esta historia de «sujeción y aparente legitimidad y representación falseada», en 2006-2009 se plantó un Congreso de transición, «el primer gran esfuerzo por una representación total de la sociedad civil, con empresarios, indígenas, obreros, transportistas, comerciantes, profesionales, abogados…».

García Linera destacó que el Congreso de transición «conflictivamente real» fue un escenario decisorio de la vida política e influyó en el propio curso de la lucha por el poder y por la hegemonía. «A su modo, este Congreso fue un actor privilegiado de las luchas de clases distintas, todas legítimas; de acuerdos y de definiciones de la nueva estructura parlamentaria y de la nueva estructura estatal de la sociedad boliviana».

El Mandatario saludó a los legisladores opositores que hicieron su trabajo y resistieron y se defendieron con ideas, «de los que aprendí cosas y agradezco ese aprendizaje», y al mismo tiempo declaró su «perpetua aversión» a los pocos adversarios que insultaron, que no jugaron limpio e tentaron destruir la unidad del país.

García destacó los pactos y acuerdos alcanzados en el Congreso, los cuales dieron a luz a más de 750 normas, entre ellas las leyes de convocatoria a la Asamblea Constituyente, del referéndum de las autonomías, de la renta dignidad, de reconducción comunitaria de la Reforma Agraria, de convocatoria al referéndum revocatorio, de concertación de la nueva Constitución y la Ley especial de convocatoria a las elecciones generales de diciembre de 2009, además de la aprobación de 44 contratos petroleros con 12 empresas.

En los últimos 20 años, normalmente el Poder Ejecutivo hacía los acuerdos de gobernabilidad y tenía el control de las dos cámaras del Congreso, pero la característica de esta última legislatura es que tuvimos a la Cámara de Senadores como un órgano regulador de las iniciativas del Poder Ejecutivo o de la Cámara de Diputados, resaltó el senador opositor Walter Guiteras.

«Fue un Congreso diferente a los congresos tradicionales desde 1985 porque por primera vez ha habido dos visiones diferenciadas en el país, muy pertrechadas en sus discursos y en sus visiones, la bancada del MAS y la bancada de Podemos. No hubo ningún acuerdo de gobernabilidad y por primera vez nos hemos confrontado ideológicamente, en términos de políticas de Estado, de legislación, de fiscalización, de trámite de gestión y eso lo hace de por sí solo un Congreso especial», destacó Guiteras.

Evaluación del Senado
El Senado Nacional clausuró esta tarde la legislatura 2009 en sesión ordinaria. El presidente Oscar Ortiz informó que se aprobaron 165 leyes y que se lograron acuerdos muy valiosos.

«El Senado ha construido cuatro años de paz, cuando la violencia podría llevar a una confrontación irremediable; no somos iguales que el MAS, pero hemos tenido una actitud leal a nuestros principios. El mayor acierto es haber concretado cinco proyectos concertados, a pesar de que el MAS tenía mayoría. Nuestro peor error fue no tener una oposición orgánica, esa será una mancha larga», confesó Luis Vásquez, que deja su curul luego de 20 años en funciones como legislador.

«Nuestra satisfacción es haber concluido y haber aportado de manera positiva a lo que fue una etapa muy difícil, pero sin lugar a dudas de importancia para un proceso de transición del cual hemos sido parte todos. Con sus luces y sombras, el Senado ha aportado para que las grandes diferencias de una sociedad confrontada sean trasladadas al Congreso y se pueda seguir avanzando en un proceso de debate y en un ámbito democrático», comentó el senador de Podemos Roger Pinto.

Pinto se sumó al deseo del presidente del Congreso de que haya un cambio positivo y efectivo, e hizo votos para que la nueva Asamblea Legislativa corte el cordón umbilical con el Ejecutivo, «que ha sido nefasto y dañino para la democracia en los últimos años».

El opositor observó que «se ha hecho del Congreso el patio trasero del Poder Ejecutivo en los últimos 25 años de democracia y en los últimos cuatro años no hemos notado diferencia».

Evaluación en Diputados
En su última sesión ordinaria (114), la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley 1326 que convoca a elecciones de miembros de la Asamblea Regional del Chaco tarijeño el domingo 4 de abril de 2010.

El proyecto de ley establece que la Asamblea Regional del Chaco tendría seis miembros elegidos mediante sufragio universal y voto directo y tres miembros representantes de los pueblos indígena originario campesinos elegidos de acuerdo a sus formas propias, de conformidad con lo dispuesto por el parágrafo III del artículo 280 y el articulo 282 de la Constitución Política del Estado.

La votación para elecciones de las y los miembros de la Asamblea Regional se realizará en la misma papeleta de sufragio de la elección municipal en los municipios de Carapari, Villamontes y Yacuiba, incorporándose una franja que contendrá las fotografías de candidatas y candidatos, nombres y apellidos y los colores, símbolos y siglas de la organización política correspondiente.

Por otro lado, la Cámara de Diputados aprobó una resolución que recomienda a la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia considerar la formación de una Comisión Especial de Auditoria de la Deuda Externa de Bolivia, con el objeto de investigar el proceso de contratación, renegociación del endeudamiento público externo, destino de los recursos y la ejecución de los programas y proyectos financiados con esos recursos.

Leyes pendientes
La Cámara de Diputados aprobó en cuatro años alrededor de 1.346 leyes, 744 promulgadas y 602 retenidas en el Senado. El Congreso deja a la Asamblea Legislativa Plurinacional al menos 1.320 proyectos de ley.

El Congreso deja sobre el tapete centenares de Leyes que no fueron sancionadas en la legislatura 2006-2009, entre ellas la Ley del Seguro Universal de Salud (SUS), la Ley de Lucha contra la Corrupción Marcelo Quiroga Santa Cruz, la Ley educativa Aveliño Siñani, la nueva Ley de Pensiones, y las Leyes marco de Autonomías y del Órgano Judicial, entre otras.