- EL ALTO SE VUELCA CONTRA MESA Y SU REFERÉNDUM
- Econoticias: La Paz, mayo 2004
Una ululante marea humana de trabajadores y vecinos de la ciudad de El Alto se sumó este lunes a la lucha de la Central Obrera Boliviana (COB) y exigió a gritos la nacionalización del gas y el petróleo. La multitud, calculada en más de 60 mil por los mandos policiales y en por lo menos 200 mil por los sindicalistas, ocupó por varias horas el centro de la ciudad de La Paz en repudio al presidente Carlos Mesa y a su referéndum calificado de tramposo por las organizaciones sociales y sindicales.
Enfurecida, la multitud de gremialistas, maestros y trabajadores por cuenta propia de El Alto, dio por concluida la tregua que otorgaron a Mesa en octubre del pasado año, cuando asumió la presidencia tras que fuera derrocado el ex presidente Gonzalo (Goni) Sánchez de Lozada por la acción de los alteños y la COB.
«Mesa, Goni, la misma porquería», «Mesa, traidor, te espera el paredón», «Mesa, cuidado, el pueblo está emputado», gritaron los manifestantes que recorrieron los 12 kilómetros que separan la ciudad de El Alto con la sede de gobierno haciendo estallar dinamita y petardos. Junto a ellos, marcharon también decenas de miles de maestros urbanos y rurales de La Paz, campesinos de La Paz y Cochabamba, desocupados y otros sectores laborales, que fueron aplaudidos a su paso por las calles.
Las marchas confluyeron en la Plaza San Francisco, donde el dirigente de la Central Obrera Regional (COR) de El Alto, Roberto de la Cruz advirtió que «si el gobierno quiere imponer el Referéndum, el 18 de julio van a arder las urnas (…) y Mesa tiene que comenzar a alistar sus maletas para irse».
El referéndum -calificado ya por los sectores populares como «tramparéndum»-es cuestionado porque no incluye la nacionalización del gas, apoyada según las encuestas por el 83% de los bolivianos, y porque su resultado, sea cual fuere, no impedirá que las transnacionales sigan siendo dueñas y señoras del gas boliviano por lo menos por los siguientes 32 años. Toda una burla para un pueblo que lucho, lloró y sangró en la rebelión de octubre.
Con el apoyo de la COR de El Alto, –que hasta ahora había estado ausente de la lucha por decisión de sus principales dirigentes que son seguidores del diputado cocalero Evo Morales, el principal aliado del gobierno –, la COB del minero Jaime Solares obtuvo un fuerte espaldarazo en la batalla que libra desde principios de mayo por recuperar la propiedad real de los hidrocarburos, hoy en manos de poderosas transnacionales como Repsol, British Gas, Exxon, Enron, Shell y otras.
Otros sectores que también participaron de la marcha y confirmaron el inicio de los bloqueos carreteros en el altiplano fueron los campesinos e indígenas del «Mallku» Felipe Quispe. Según el dirigente de la Federación Campesina de La Paz, Rufo Calle, los primeros bloqueos se habrían iniciado ya en las provincias paceñas de Omasuyos, Manco Cápac y Aroma.
En el centro del país, en las localidades vallunas de Parotani y Sayari también habrían otros bloqueos, según dijo el dirigente campesino Alejo Véliz, que llegó a La Paz a la cabeza de una marcha. «Mesa ha cometido el peor error de su vida al no hablar con el pueblo», dijo.
En otras ciudades del país también se realizaron manifestaciones y bloqueos, aunque no con la intensidad y fuerza de La Paz, a excepción de Sucre. En esta ciudad, los intensos bloqueos de calles y avenidas llevadas a cabo por maestros urbanos y rurales paralizó gran parte de la ciudad, interrumpiendo la conexión con el aeropuerto. Este bloqueo determinó que el presidente Mesa pospusiera para este martes el viaje que debía realizar a Sucre en la víspera del aniversario cívico de Chuquisaca.
En horas de la mañana, Mesa participó en el homenaje anual al Comando de las Fuerzas Armadas, desde donde desafió a la COB a medir fuerzas en el referéndum. Tras intercambiar expresiones de respaldo mutuo con los militares, Mesa dijo que los opositores a su política hidrocarburífera era apenas una minoría.
«Afortunadamente son minorías, que por muy eficientes vocingleras y violentas, no dejan de ser minorías; minorías a las que el país rechaza de manera clara y categórica; minorías que no representan la voz del pueblo», dijo emulando a su antecesor, Sánchez de Lozada que, poco antes de caer derrocado, decía que no eran más de ocho mil los que pedían su cabeza.
Además de los militares, Mesa cuenta con el apoyo del radical Comité Cívico de Tarija, que promueve la venta y exportación de gas bajo el total dominio de las transnacionales. «El referéndum es el único elemento para destrabar la exportación y creemos que es darle poder a gente que hoy no lo tiene y que es víctima de minorías radicales, violentas, agresivas, eficaces en su acción y que están trabando de manera insoportable el desarrollo del país», dijo el dirigente del Comité, Roberto Ruiz.
Otros que apoyan a Mesa son el diputado cocalero Evo Morales y el ex presidente Jaime Paz Zamora. «Las cinco preguntas del referéndum contemplan todo lo que a los bolivianos interesa (…) palabras más, palabras menos, lo que nos interesa está ahí», dijo el Paz Zamora, el hombre que cogobernó con Sánchez de Lozada hasta el último día de su interrumpido mandato.