- Cumbre ALBA postula creación de Consejo de Seguridad, apoya a Zelaya y advierte de rearticulación de ultraderecha latinoamericana
Cochabamba (Bolivia), ABI
La VII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) cerró el sábado en Bolivia con un firme espaldarazo al presidente derrocado de Honduras, advertencias sobre la rearticulación de la ultraderecha latinoamericana, con la urgencia de formar un Consejo de Seguridad regional y con una desaprobación a las políticas de Estados Unidos.
En la declaración final de la Cumbre, escenificada en la ciudad boliviana de Cochabamba, a 400 km al este de La Paz, los líderes de la ALBA exigieron la restitución del presidente derrocado Manuel Zelaya y emplazaron acciones de presión sobre el gobierno de facto de Honduras, presidido por Roberto Micheletti.
El bloque regional que agrupa a nueve países latinoamericanos (Bolivia, Cuba, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Venezuela, Dominica, Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas) adelantó su rechazo a cualquier gobierno que surja de las elecciones convocadas para noviembre por Micheletti.
El presidente constitucional de Honduras, compañero José Manuel Zelaya Rosales, debe ser restablecido inmediata e incondicionalmente. Ningún proceso electoral realizado bajo el gobierno golpista, ni las autoridades que de él emerjan, pueden ser reconocidos por la comunidad internacional, dice un aparte de la declaración final del encuentro.
La ALBA advirtió que la violación de derechos humanos, las detenciones y las muertes que hoy sufre el pueblo de Honduras tienden a agravarse con el fracaso de las medidas dilatorias de la dictadura y la proximidad de las elecciones fraudulentas que ha convocado para intentar consolidarse.
El presidente venezolano Hugo Chávez advirtió el peligro creciente de muerte que encierra la grave crisis política en Honduras.
La canciller de Zelaya, Patricia Rodas, llamó a multiplicar la resistencia en la convulsa Honduras y urgió a los candidatos presidenciales César Ham y Carlos Reyes, en liza de las controvertidas elecciones, a que se pronuncien de manera inmediata sobre el proceso electoral y sus vicios y el fraude que se está preparando.
La crisis irresoluta en el país centroamericano llevó al presidente de Ecuador, Rafael Correa, a advertir que en América Latina se rearticula la derecha latinoamericana.
Dijo que la muestra más patente de ello era la colusión entre empresarios, militares y grupos de poder reaccionarios en Honduras.
Chávez denunció que las castas militares de Estados Unidos están detrás y sostienen el gobierno de Micheletti.
«El gobierno golpista de Honduras tiene la complacencia y el apoyo de los Estados Unidos y el apoyo directo de los militares yanquies, del Pentágono», acusó.
El bloque, que consideró los peligros que se ciernen, como en Honduras, sobre los sistemas institucionales de los países signatarios, también se propuso la creación de un Consejo Militar de Seguridad nacional.
Los Presidentes del ALBA confirmaron el Comité Permanente de Soberanía y Defensa de la Alianza Bolivariana para Los Pueblos de Nuestra América ALBA-TCP, como parte del Consejo Político cuyos objetivos principales serán la definición de una Estrategia de Defensa Integral Popular Conjunta y la constitución de una Escuela de Dignidad y Soberanía de las Fuerzas Armadas de los países del ALBA-TCP, afirma la declaración final.
Bueno, si está la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) porque nosotros no vamos a crear una Alianza de Defensa, ese creo debe ser un tema a debatirlo en este Consejo que estamos creando, de soberanía de Defensa, remachó Chávez.
El emergente bloque conformado por nueve países latinoamericanos se potenció, en lo comercial, con la entrada en vigor del Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE) como instrumento intrarregional de un intercambio comercial justo, solidario y equilibrado.
La ALBA creó las empresas Grannacional, para la producción de alimentos, preservación del medioambiente y defensa de la Madre Tierra y contra el cambio climático.
También demandó, de manera vehemente, el levantamiento del embargo a Cuba.
Las restricciones financieras y comerciales de los Estados Unidos de América contra la República de Cuba debe terminar de manera incondicional, unilateral e inmediata, pidió en la declaración final.