- Con bombas lacrimógenas del Perú reprimen en Honduras
Raúl Wiener: diariolaprimeraperu.com
Las fuerzas policiales y militares que reprimen con saña a los manifestantes antigolpistas de apoyo al presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, utilizan bombas lacrimógenas de la Policía Nacional del Perú.
Suministro del que es responsable el gobierno y que pone en situación vergonzosa al Perú, al violar el embargo impuesto por la Organización de Estados Americanos (OEA) y contradecir flagrantemente la proclamada condena de la administración de Alan García a la ruptura del orden democrático en la nación centroamericana.
Un video filmado por el Gremio de Cineastas de Honduras y difundido mediante la red Youtube de Internet, bajo la denominación “Barrios y Colonias de Tegucigalpa se rebelan contra toque de queda en Honduras”, muestra la brutalidad con la que están siendo atacadas las zonas populares de la capital de ese país, con bombas lacrimógenas, vomitivas e irritantes, sin consideración alguna por la presencia de niños, ancianos o mujeres.
En un momento de la filmación, aparece en pantalla las manos de un poblador mostrando una bomba ya explotada, y se escuchan sus palabras: “Este es el tipo de bomba que usa la policía para reprimirnos. Lo mandan los Estados Unidos a la policía del Perú, y la policía del Perú la manda a Honduras. ¿Cómo es eso?, ¿qué explicación pueden darle a esto?”.
La bomba arrojada por los represores hondureños lleva un cintillo que acredita que es propiedad de la Policía Nacional del Perú.
El blog “The Field” de Estados Unidos comenta sobre el punto:
“También podemos ver en ese video que las bombas de gas lacrimógenas disparadas por la Policía Nacional ayer, fueron selladas como propiedad del gobierno del Perú, lo que sugiere fuertemente que el presidente peruano Alan García participa en el contrabando de armas al régimen de golpe de Estado de Honduras.
Algo que ahora tendrá que responder ante la Organización de Estados Americanos, en general, y su vecino Brasil, en particular”.
El hecho es muy grave, tanto por realizarse de espaldas al Perú, que no está enterado de estas relaciones clandestinas entre un gobierno que se jacta cotidianamente de democrático y los golpistas condenados por el mundo.
Se agrava la situación además porque un país de la importancia de Brasil ha tomado un protagonismo decisivo en la actual fase de la crisis hondureña, impulsando decididamente al retorno del presidente Zelaya, y el Perú aparece en el campo opuesto facilitando las armas para salvar a Micheletti.