- Cómo no rebatir semejantes desatinos científicos en la boca de dos académicos antropológicos
Jorge Echazu Alvarado: katari.org
1. El término nación está más asociado a las relaciones con el Estado
Esta idea es la comprobación de la desorientación más completa de los “antropólogos”.
La Nación, cualquier nación, como formación histórica milenaria es muy anterior a todo Estado y como su nombre etimológicamente lo señala viene del vocablo “nacimiento”.
El Estado surge, entonces, cuando las naciones se han desarrollado y han sustituido la autoridad parental con la autoridad clánica o gentilicia. ¡He ahí el origen del Estado! La nación ha existido siempre y en todas partes, antes que el Estado y lo ha creado en el curso de la historia.
Por tanto hablar de que la nación sólo tiene que ver en sus relaciones con el Estado es toda una aberración teórica.
2. Debería introducirse en el proyecto de Constitución, el término de grupo étnico
Otra vez la etnia antropológica. Cuando los antropólogos intentan introducirse en los ámbitos de la ciencia política hacen el completo ridículo.
La Antropología es una falsa ciencia que ha sido creada por el colonialismo británico y sus fundadores todos ellos señores colonialistas que estudiaban a los pueblos oprimidos como se estudia a los monos de la selva.
Los Malinovski en las islas Trobriand, los Radcliffe Brown, los Evans-Pritchard, con los Nuer de Birmania, los Firth entre los Tikopia, etc, etc, nos están mostrando cual es el carácter de esta pseudociencia que está construida para estudiar a los “salvajes” como primitivos, pero no como colonizados, mientras la sociología es la ciencia que estudia a los pueblos “civilizados”, pero no como colonizadores.
¡Nada de “etnias”!, se trata en Bolivia de naciones y nacionalidades originarias e indígenas que han proclamado claramente su autodeterminación de crear un gran Estado Multinacional de Nueva Democracia.
3. La lengua o el idioma no es algo definitorio
¡Qué declaración más ignara! El idioma, la lengua es la contribución más alta de todas las naciones y pueblos a la cultura universal.
Por ello la comunicación articulada es el inicio de la verdadera humanidad que nace de los tiempos olvidados de las hordas animalizadas.
La importancia de salvar todos los idiomas, sobre todo los que están en vías de extinción, salvar las lenguas, como lo plantean las NN.UU., es rescatar una parte de la cultura de la humanidad.
El idioma y la lengua constituyen el corazón de la matriz fundamental del concepto de NACION. Sin el idioma que caracteriza a las naciones desde su nacimiento, no habría cultura alguna.
Ahora bien, existen idiomas nacionales, como los europeos, el inglés, el español, el francés, el alemán, que fueron impuestos a los pueblos coloniales por la violencia y con la pretensión de hacer desaparecer los idiomas nativos. Ese delito de Lesa Humanidad se denomina culturicidio.
4. Los aymaras que si bien hablan la misma lengua, provienen de 12 diferentes reinos
Otra afirmación que denota el poco conocimiento de la gran cultura aymara.
¿Qué es para los “académicos”, un reino? Para nosotros absolutamente nada. La nación aymara, como gran nación milenaria tiene por lo menos 4000 años de existencia si la vinculamos con su predecesora la gran cultura tiwanacota.
Como formación social está gran nación llegó a constituir un Estado expansionista que llegó hasta las costas del Atlántico, las selvas amazónicas y muy entrado el territorio actualmente peruano.
Estaba constituido este Imperio andino por comunidades aldeanas autosuficientes que conocemos con el nombre genérico de Ayllus, en todo el corazón de la altiplanicie andina, así tenemos a las comunidades del Kollasuyu como los Pacajes, los Karankas, los Lupacas, los Kollas, los Omasuyus, los más importantes, todos después dominados por el gran Imperio del Tawantinsuyu de carácter incaico y quechua.
Todos estos llamados “señoríos” aymaras (también incorrectamente) forman parte de la nación Aymara y no son ridículos “reinos” diferentes.
5. También los antropólogos nos hablan de que algunos grupos son migrantes y que viven en las fronteras de Bolivia con el Perú.
Evidentemente, algunas nacionalidades que no han desarrollado todavía la agricultura mayor, la cerealicultura (agricultura de los cereales) y desarrollan la recolección, la pesca y la caza, así como la horticultura (agricultura de hortalizas), viven en las zonas fronterizas de Bolivia con el Perú y el Brasil, así como la gran nación quechua que se extiende por el sur de Colombia, el Ecuador, el Perú, Bolivia, el norte argentino y la gran nación aymara que se extiende por el Perú, Bolivia y Chile.
¿Cuál la diferencia? Simplemente la comprobación del hecho colonial que dividió y separó a las naciones originarias, incorporando sus parcelas en los diferentes estados nacionales republicanos caprichosamente y solamente para garantizar sus propios intereses.
Tenemos el ejemplo de la nacionalidad Yaminahua que habita el confín de la Patria, allá por Bolpebra en el departamento de Pando y que está constituida en Bolivia por unas cuantas familias, sin embargo en el Estado del Acre, República del Brazil que fue territorio boliviano antes de la guerra del Acre, los Yaminahua son muchos miles de integrantes poblando todas las márgenes del Río Jordán del Acre.
6. Para rebatir las tesis cosmopolitas de los antropólogos, nos referimos al problema de la asimilación de unas naciones por otras y a su extinción Como todo fenómeno natural una Nación nace, se desarrolla, llega a su más alta expresión, decae y muere en el curso de la historia, también ocurre la asimilación y la extinción violenta por la agresión de otras naciones.
En el mundo moderno cuando se trata de defender el derecho de todas las naciones a la autodeterminación, a una vida independiente, soberana, al margen de su magnitud, los Estados Multinacionales precisamente son los únicos que pueden garantizar esa política que salvaguarde los derechos fundamentales de los pueblos pequeños y grandes oprimidos por el imperialismo, el colonialismo, el fascismo y el racismo.
Felizmente, el actual proceso de cambio que vivimos en Bolivia tiene muy clara está situación y es raro que un funcionario del Museo de Etnología y Folklore, nos venga con las ideas del etnicismo antropológico. Las culturas de las naciones originarias e indígenas tienen que ser protegidas y esa protección solamente puede darse con su participación en el Estado mismo.
7. Finalmente se dice que estos llamados “grupos étnicos” tienden a reducirse.
Efectivamente, con la política del etnocidio implementada por el capitalismo y el imperialismo no solamente que estas naciones así llamadas por nosotros, tienden a reducirse naturalmente sino que pretenden ser aniquiladas físicamente.
Eso ocurre, por ejemplo actualmente en Palestina donde los judíos sionistas, pretenden hacer desaparecer físicamente a la Nación Palestina.
En nuestra Bolivia, actualmente, esas naciones antes oprimidas tienden a re-estructurarse, a rescatar sus valores ancestrales, sus viejas costumbres y sus idiomas olvidados, sus mitologías maravillosas, sus cuentos, su música, sus danzas, en una palabra su cultura tantos años estrangulada.
Así las actuales naciones aymara, quechua, guaraní, etc., tienen ministros, tienen parlamentarios, tienen constituyentes, tienen alcaldes, tienen concejales y embajadores con el asombro, la ira contenida y el despecho de los “antropólogos” y los fascistas bolivianos que prefieren tratarlos como monos de la selva.
Y muy pronto tendremos en la Asamblea Plurinacional a los representantes, así sea individuales, de las principales naciones y nacionalidades originarias que habitan este territorio que fue su habitat milenario. (ver art. completo CONCEPTO DE NACION en temas de katari.org)