- Palabra del Presidente: Bolivia no permitirá instalación de bases militares de EEUU
Adalid Cabrera Lemuz: ABI
El gobierno no permitirá la instalación de bases militares de Estados Unidos en territorio boliviano porque velará por el respeto de la soberanía y la dignidad nacional y debido a que es uno de los mandatos dados por el pueblo al aprobar la nueva Constitución Política del Estado, manifestó el viernes el presidente Evo Morales.
Durante su discurso al conmemorarse el Día de las Fuerzas Armadas, celebrada en la ciudad de Oruro, el jefe de Estado fue subrayó que bajo el pretexto de una Ley de Seguridad extraterritorial, Estados Unidos pretende instalar bases militares en algunas naciones latinoamericanas.
De acuerdo con informes especializados, Estados Unidos decidió instalar bases militares en Colombia y en Honduras, bajo el pretexto de coadyuvar la lucha contra el narcotráfico.
Recientemente, el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, realizó una gira por varios países sudamericanos, entre ellos Bolivia, para gestionar un respaldo a su determinación de autorizar la instalación de bases militares norteamericanas en su territorio.
….Uribe solamente logró la aceptación del presidente de Perú, Alan García, mientras que los demás mandatarios le expresaron su desacuerdo por considerar esa medida una violación a la soberanía de las naciones y porque podría poner en riesgo la seguridad de la región.
«Quienes quieren implementar bases militares en Latinoamérica son traidores a sus naciones, a los pueblos que luchan por su dignidad y soberanía», señaló el Jefe de Estado.
Anotó que en el caso de Bolivia, «una nación pequeña pero digna», ese extremo no se producirá porque el pueblo está consciente de la negatividad de una medida semejante y así lo ha manifestado con su voto al aprobar la nueva Carta Magna, en uno de cuyos artículos se establece con claridad que Bolivia no albergará bases militares de países extranjeros.
«Hoy no es posible que algunos países intenten implementar bases militares en Latinoamérica bajo la doctrina militar de Estados Unidos, una autodenominada política de extraterritorialidad, es decir para defender su seguridad sin respetar la soberanía de las demás naciones», afirmó Morales.
El mandatario boliviano subrayó que una propuesta semejante es inaceptable.
«Estados Unidos, el imperio, que es el mejor instrumento del capitalismo, pretende enviar sus fuerzas armadas en cualquier parte del mundo con soldados para que se instalen y gocen de inmunidad que es sinónimo de impunidad», dijo.
Recordó lo que pasó en el subtrópico de Cochabamba donde asesores militares de Estados Unidos y de la Oficina Anti Drogas (DEA) desarrollaban actividades de franca violación de los derechos humanos y de la soberanía de los pueblos, bajo el pretexto de erradicar las plantaciones de hojas de coca.
«Quiero decir al gobierno de Colombia con mucho respeto que he sufrido personalmente la agresión extranjera en El Chapare», agregó.
Morales, en su calidad de máximo dirigente de los productores de hojas de coca de El Chapare. fue víctima de una sañuda persecución a manos de agentes extranjeros y nacionales que pretendían detenerlo y encarcelarlo para sentar precedente y erradicar sin problemas la totalidad de los cultivos de coca existentes en la región.
Desde que era dirigente sindical, Morales emplazó a Estados Unidos a asumir su responsabilidad para el incremento del narcotráfico en el mundo antes que impulsar acciones represivas contra los campesinos productores de coca de Bolivia, Perú, Colombia y otras naciones.
Señaló su convencimiento de que el incremento de la demanda de drogas en el mundo industrializado es una de las causas del tráfico de drogas.
En el marco de la ofensiva del norte contra los gobiernos progresistas, el presidente aseveró que Estados Unidos y algunos de sus gobernantes ya emitieron acusaciones contra los líderes de algunos gobiernos latinoamericanos agrupándolos en un denominado «Eje del Mal» compuesto por mandatos revolucionarios que luchan por los beneficios sociales junto a los pueblos por la soberanía y el desarrollo.
Sin embargo, aclaró que esas acusaciones venían del ex gobierno de EEUU, encabezado entonces por George W. Bush, quien consideraba que el denominado «eje del mal» los constituían Fidel Castro de Cuba, Hugo Chávez de Venezuela y Evo Morales de Bolivia.
Agregó su convencimiento de que los gobiernos revolucionarios de Latinoamérica y el Caribe siguen en franco fortalecimiento, por lo que el imperio ha adoptado medidas para neutralizarlo con la instalación de bases militares en la región.
«Recuerdo que en mi primer año en la Presidencia dijeron públicamente desde Colombia que Evo Morales financió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); mientras que hace dos semanas escuchamos por los medios de comunicación que ahora creen que las FARC financiaron al presidente de Ecuador, Rafael Correa, y recientemente anotaron que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, da armamento a la guerrilla colombiana. Son otros inventos para desprestigiar a los presidentes que luchamos y trabajamos por la igualdad de nuestros pueblos», subrayó.
Al referirse a la necesidad de velar por el respeto a la soberanía nacional, el Jefe de Estado manifestó que la presencia de militares y agentes de Estados Unidos en Bolivia junto a su misión diplomática ejercían mando sobre las decisiones políticas del país, al punto que podían hasta definir la designación de ministros y de comandantes de las Fuerzas Armadas y de la Policía.
«Antes, los embajadores de Estados Unidos decidían los nombres de las autoridades gubernamentales, militares y policiales, pero hoy con un gobierno soberano y digno esos excesos nunca más volverán a producirse», puntualizó.
En una anterior oportunidad el presidente reveló que cuando se hizo cargo del poder, en enero de 2006, se descubrió que Estados Unidos y sus agentes de inteligencia tenían instalada en el propio Palacio de Gobierno una oficina con equipos de espionaje y de escucha telefónica para conocer las actividades y las decisiones de las autoridades.
El mandatario ordenó el desalojo de esos agentes estadounidenses y el año pasado declaró persona no grata al embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, ante la evidencia de que apoyó el fracasado golpe cívico-prefectural ejecutado por sectores cívicos y de los gobiernos de los departamentos de la denominada Media Luna, junto a representantes de los grupos de poder económico.
En su discurso de este viernes ante los militares y representantes de organizaciones sociales y campesinos que se concentraron en Oruro para participar en la Parada Militar, el Mandatario reiteró que «Bolivia será un país pequeño pero con dignidad y eso lo saben los comandantes de las Fuerzas Armadas… ningún embajador de Estados Unidos va fungir nuevamente como comandante de nuestra institución tutelar, yo, como presidente, soy el que tomo las decisiones respetando la institucionalidad», dijo.
Agregó que la Asamblea Legislativa Plurinacional, a ser elegida en los comicios generales de diciembre de este año, debe adoptar medidas para sancionar o instaurar procesos contra ex jefes militares que entregaron los misiles de propiedad del Ejército boliviano a Estados Unidos para que sean desactivados.
El ministro de Defensa Nacional, Walker San Miguel, manifestó que Estados Unidos exigió la entrega de los misiles bolivianos porque sospechaba que podrían ser entregados a grupos de terroristas o narcotraficantes, en una franca humillación a la dignidad de los militares nacionales.
Al dirigirse a los estudiantes de los distintos institutos militares, el primer Mandatario les exigió «una mayor conciencia ideológica, una mayor dignidad para su pueblo para seguir trabajando por la dignidad y la soberanía de nuestro pueblo».