Daniela Ortiz, la artista peruana que dejó España por cuestionar monumentos racistas
Álvaro Meneses / wayka.pe / katari.org
Hasta el pasado 16 de junio, la artista peruana Daniela Ortiz de Zevallos tenía una vida medianamente agitada como artista en la ciudad de Barcelona (España), donde vivió trece años haciendo del arte una herramienta para confrontar el racismo, clasismo, machismo y xenofobia ejercido desde las instituciones públicas.
Ese día, el programa televisivo español Espejo Público del canal Antena 3 entrevistó a la artista cusqueña para intercambiar opiniones sobre el derribo de monumentos y estatuas de personajes históricos que representarían el racismo y el colonialismo.
Como se recuerda, algunos días antes el mundo conoció la historia del ciudadano afroamericano George Floyd, quien fue detenido por la policía y asfixiado hasta la muerte en la ciudad de Minneapolis (Estados Unidos). A modo de protesta, derrumbaron una estatua de Cristobal Colón en la ciudad estadounidense de Saint Paul, un monumento del conocido esclavista inglés Edward Colston en Bristol (Inglaterra), y la estatua de Leopoldo ll, recordado en Bélgica por la colonización del Congo.
En ese contexto, los panelistas contactaron a Daniela Ortiz para que explique los motivos que movían a las masas de manifestantes a derrumbar monumentos. “Me llaman para cuestionarme el derribo de monumentos y yo explico la relación entre el racismo institucional actual con esos monumentos coloniales, la importancia de señalar esas representaciones de la supremacía blanca y del colonialismo.
Después de esa entrevista, según cuenta, Daniela recibió una serie de amenazas por correo electrónico y conoció sobre un colectivo de extrema derecha que no solo incitaba una denuncia en su contra por “terrorismo yihadista”, sino que también compartían información privada sobre su situación migratoria y otros datos personales.
Con la asesoría legal de Front Line Defenders, una organización que defiende los derechos humanos de migrantes en situaciones de vulnerabilidad, la artista peruana concluyó que existía el riesgo de sufrir ataques físicos y retornó a Perú en el último vuelo humanitario organizado por la embajada peruana en España el pasado 2 de julio.
No es la primera vez
En el pasado, Daniela Ortiz ya había recibido ataques por redes en masa a raíz de sus trabajos artísticos que cuestionaban el racismo, como su proyecto ‘Esta tierra jamás será fértil por haber parido colonos’, que mostraba treinta piezas que denunciaban las quitas de custodia de menores por temas racistas y clasistas.
“Pinturas de castas es análisis de la blanquitud (…) a los criollos blancos que controlan la minería en Perú, a la extrema derecha blanca, el feminismo blanco, los militares y policías europeos blancos, los médicos que prueban vacunas en niños migrantes, que hacen o defienden políticas genocidas como las esterilizaciones forzadas», explica Daniela a Wayka.
Desde Perú, la artista cusqueña confiesa que estaba acostumbrada a recibir ataques por redes sociales, pero que, luego de la entrevista para el programa español Espejo Público, era la primera vez que se sentía en peligro. «También tomé en cuenta los graves antecedentes en España, donde es muy común la criminalización contra activistas de movimientos antirracistas», recuerda.
«Está el caso del portavoz del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes en España, Lamine Sarr, que es de Senegal, realizaron un operativo en su casa (…) también enjuiciaron a Malick Gueye, portavoz del mismo sindicato en Madrid (…) también está el caso de la política peruana Rommy Arce, quien fue enjuiciada por opinar sobre el asesinato de un vendedor ambulante y señalar a la policía como responsables (…) la compañera española Helena Maleno, que denunció las muertes en las zonas de fronteras, contra ella pidieron 14 años de cárcel», rememora Daniela Ortiz.
Ahora, desde Lima, la artista peruana reflexiona sobre las diferencias entre las sociedades de Perú y España. “Lo positivo en el contexto peruano es que, pese a la élite política, económica, cultural blanca y criolla que intenta imponer ese pensamiento, tienes una mayoría de la población que se identifica con un discurso anticolonial, la mayoría está en contra del racismo, en España la población apoya el racismo”, apunta Daniela.