Felipe Quispe: «El voto salvaje para el salvaje»
Felipe Quispe Huanca / Radio Inti Pacha / katari.org
La auto proclamada presidenta Jeanine Añez Chávez, al asumir el mando, se ha vuelto más engreída y racista recalcitrante, más fanática religiosa y ordenaba a masacrar a los “salvajes” en Sacaba y Senkata.
La apóstata, ciega de cólera, los Mandamientos de la Ley de Dios los arrojó a la cloaca del rio “Chuquiyapu”. Con las sangrientas masacres y el encarcelamiento de “salvajes”, se ha desgastado rápidamente.
Ahora, la derecha resulta ser pasajero, frágil y fácil perecible en la historia política de Bolivia. No tienen otro remedio que cavar su sepultura en el Panteón Político. Porque en las próximas elecciones de mayo van a perder sin pena alguna.
Jeanine Añez Chávez y sus áulicos de saco y corbata, gobiernan muy hambriento y concentrados los ojos en las empresas estratégicas del país; están ansiosos de vender a cualquier precio (caro o barato) a las empresas trasnacionales y multinacionales imperialistas.
Pretenden emular al expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, quien vendió: YPFB, ENTEL, ENFE, ENDE, LAB. Esta entrega anti patria, sólo nos trajo el hambre, la miseria y lumpen proletariado en la familia boliviana.
Hoy la derecha señorial y colonial “vive” sumergida en un atraso ideológico escolástico medioevo. Sí, esta gente tan bonita carece de un “líder” que valga la pena.
Sin embargo, al calor y reacción del golpe cívico, militar y policial aparece Luis Fernando Camacho como candidato a la presidencia del Estado Plurinacional, pero, este personaje sufre de cierta orfandad teórica, política e ideológica.
Basta escuchar sus tartamudeos políticos realizados en Washington, el 12 de diciembre de 2019 (CNN). Es triste, que en su condición de abogado no conoce el contenido y el espíritu de la Constitución Política del Estado Plurinacional, ni siquiera la “Wiphala Indígena”. ¡Ni sabe mentir! Ha demostrado su ignorancia total y resulta ser un simple, vulgar agitador y mercachifle empresarial cruceño.
El candidato Camacho Vaca, en su trasfondo ideológico, es un obsesionado evangelista y anti pachamámico a morir; es servidor pusilánime de su patrón imperialista yanqui de Norteamérica. Desde este punto de vista, la dupla Camacho y Pumari, nació muerta y apesta feo, son dos cadáveres políticos que se exhiben en la vitrina electoral, desde luego el pueblo boliviano rechaza a dichas candidaturas.
¿Sabes por qué escribo con estas frases lapidarias?
Es que no soy militante de la Derecha Pizarrista ni de Izquierda Almagrista, ambas posturas políticas son enemigo histórico del indio salvaje.
Desde la infausta invasión armada española de 1532 hasta nuestros días, nos manejaron y nos gobernaron utilizando la Biblia como escudo de los crímenes, como lo hizo la Sra. Añez, con su limitado conocimiento sobre la ciencia política y el arte de gobernar a un país.
No sabe que los tiempos cambian, efímero es el poder, nadie puede eternizarse ni petrificarse como los monolitos de Tiwanaku, muy especialmente en nuestras tierras “Qullasuyanas” (bolivianas). A la señora Añez y sus ministros Arturo Murillo y Luis Fernando López, les tocará vivir en el exilio y en el confinamiento, porque, es nomas una por otra en la cuestión política.
Desde esta perspectiva nos preguntamos:
¿Qué acontecerá en el futuro con un gabinete ecléctico?
¿El Gobierno Jeanine Añez llegará a un caos?
¿Será pronto?
¿El río revuelto será ganancia de las logias cruceñas?
En conclusión, sabemos y conocemos perfectamente, que en la ciencia política no hay lógica, todo es posible y todo puede pasar en el quehacer político cotidiano.