Ecuador: lo nuevo y lo viejo en el levantamiento popular de octubre de 2019
Abraham Grijalva
La violenta represión sucedida en los últimos días hace ver que nuevamente en el país se ha instaurado una dirección en las Fuerzas Armadas y en la Policía, con una vocación fascista.
Lenin Moreno, hipócrita traidor,
el pueblo te rechaza en todo el Ecuador
Consigna coreada en las manifestaciones de octubre
Lo nuevo: El pueblo ya no traga cuentos
La primera lección que deben aprender los políticos (especialmente los políticos de la derecha, tan acostumbrados a tratar de manipular a la opinión ciudadana), es que el pueblo ecuatoriano ha elevado de manera considerable su conciencia política, por lo que “Ya no traga cuentos”, como es la expresión popular para indicar que ya no se deja engañar por las posturas demagógicas y sabe descubrir detrás de las acciones políticas las reales intenciones de sus protagonistas.
En el caso que nos ocupa, ni los intentos de manipulación de los medios de comunicación, ni el discurso aparentemente identificado con los intereses y necesidades populares del régimen, calaron en la conciencia popular y la gente tiene y ha tenido claro en todo momento que se trata de un ajuste que en lo inmediato agrava las condiciones de subsistencia de los más débiles y en el mediano plazo conducirá a nuevos ajustes debido al impacto negativo de las actuales medidas, que deprimirán la economía y la continuarán encaminando a un abismo cada vez más profundo, que es el interminable camino de asfixia a los sectores populares a la que siempre han conducido las políticas neoliberales, por su impacto recesivo sobre las economías en las cuales se aplica este modelo.
La gente además ha tenido claro que si existen alternativas a las medidas adoptadas por el régimen, empezando por no haber exonerado de intereses y multas a los grandes grupos empresariales por más de 4 mil millones de dólares, apenas iniciado el gobierno de Moreno, o no reducir el impuesto a la salida de divisas, entre otras tantas. Lo que sucede en el fondo es que se pretende imponer un modelo absurdo de acumulación por desposesión, sin comprender de manera clara que políticas económicas en sentido contrario, es decir que estimulen la demanda y el consumo de los sectores populares vía ampliación de procesos redistributivos de la riqueza, son la única opción para dar viabilidad al sistema capitalista. Este tipo de políticas de estímulo a la demanda vía redistribución del ingreso, fueron adoptados con excelentes resultados por los denominados gobiernos progresistas en la primera década de este siglo.
Sin duda, el análisis anterior no requiere de una formación académica, sino de sentido común:
1. El capitalismo se basa en el consumo y el consumo depende de la capacidad de demanda de la población.
2. Si se aplican de manera continua políticas que restringen la demanda, es estúpido cuando menos esperar que en algún momento se reactive la economía, inclusive en el escenario de que se adopten de manera simultánea medidas orientadas a estimular la producción, puesto que es sabido que los empresarios solo invierten con base en estudios de mercado que les digan que existen probabilidades de incremento de la demanda y por tanto podrán vender su producción.
3. Es lógico esperar que los estudios no arrojen expectativas de incremento de la demanda en el contexto de aplicación de un modelo económico como el neoliberal que recurre continuamente a políticas recesivas que afectan la capacidad de consumo.
4. Ese es el secreto por el cual ningún país que cae en las manos del FMI ha obtenido resultados positivos en su economía y por el contrario tiende a hundirse cada vez en un pozo más profundo (Grecia, Italia).
5. En la actualidad tenemos dos contraejemplos claros: Portugal que solamente cuando dejó de aplicar las “recomendaciones” del FMI, salió de la crisis. Similar situación es la que se vivió en América Latina que obtuvo resultados económicos positivos durante la primera década del presente siglo cuando dejó de aplicar el modelo neoliberal.
Si las cosas son así de claras: ¿Por qué insiste el FMI y sus lacayos en aplicar este tipo de políticas? Caben principalmente dos hipótesis explicativas:
1. Para el FMI trabajan un grupo de gente estúpida, pero que de buena fe, cree que sus políticas podrán en algún momento y en algún lugar aliviar la economía de un país, a pesar de que durante 40 años de aplicación continuada de esas políticas alrededor del orbe, absolutamente ningún país ha tendido resultados positivos y a pesar de existir concepciones de política económica en contrario, como la keynesiana, que han sido aplicadas con éxito en escenarios de crisis tan graves como al Gran Depresión que condujo a la segunda guerra mundial.
2. Lo que busca el FMI con sus políticas, no es en absoluto el mejoramiento de la economía de los países a los que “asiste”, sino someterlos a su dependencia, para lo cual la combinación de las políticas recesivas que agravan las crisis económicas, combinadas con los elevados préstamos a los estados, generan una situación cada vez más insostenible de endeudamiento y dependencia, debido a la profundización creciente de la crisis económica generada precisamente como resultado de las políticas de ajuste “recomendadas” por el FMI. En última instancia lo que se busca es que los países en quiebra se vean obligados a vender sus activos (empresas públicas), en favor de los grupos transnacionales.
3. En este escenario, si bien las oligarquías vende-patria se ven beneficiadas en el corto plazo por las políticas “de estímulo” a la producción, que van acompañadas con las medidas fondomonetaritas, en el largo plazo es el país entero el que sufre las consecuencias de los procesos de desinversión y destrucción de su aparato productivo y de su tejido social. De ahí que las oligarquías que apoyan la aplicación de estas políticas por unos cuantos “platos de lentejas”, carezcan de todo sentido de país y sentido estratégico para mirar las economías de sus países en el largo plazo.
4. Cabe indicar que estas políticas de “estímulo productivo” suelen consistir en la reducción de impuestos para los grupos de poder económico, los cuales en el corto plazo se ven beneficiados, por lo que suelen apoyar las tales “medidas de ajuste”. No obstante, en el largo plazo estas políticas asfixian la economía de sus propios países al destruir la capacidad de redistribución y de demanda de esas economías.
5. La reducción de impuestos además garantiza que el estado deudor tenga dificultades de pago al disminuir sus ingresos, provocando como resultado “la necesidad” de nuevos “ajustes”.
6. Resulta claro entonces que la lucha es en lo inmediato por conservar un puesto de trabajo, porque no se precaricen las condiciones laborales o por que no se redel sueldo, pero en el lago plazo es por la viabilidad de la economía del país y por el trabajo de todos, en definitiva, por no repetir en el Ecuador escenarios como el que vive Argentina al momento con amplias masas de la población que no acceden a los alimentos y a cubrir necesidades elementales, por lo que se ven abocados a recurrir a mecanismos como el de la olla popular, entre otros.
Estas verdades ahora son conocidas o intuidas por amplios grupos de la población. A lo anterior se suma el hecho de que el Presidente Moreno, de clara mentalidad colonial, a pesar de haber sido nombrado con un programa progresista, que rechazaba las políticas neoliberales, con las últimas medidas declara de manera abierta su filiación neoliberal y por tanto su adscripción a la derecha política. Si bien desde el inicio de su mandato se arrastró a servir los intereses de los grupos de poder económico con medidas como la condonación de los intereses y multas tributarias, las últimas medidas son una vuelta de tuerca contundente, y muestran fehacientemente su vocación de traidor y la perfidia con la cual actuó durante más de una década fingiendo, su filiación a ideas progresistas.
Estas realidades son las que han provocado la reacción popular de indignación y rechazo, no solamente a las medidas económicas en sí, sino también el rechazo a la mendacidad de su principal ejecutor.
¡Cuidadoǃ…Somos víctimas de una conspiración
Esta es la otra gran novedad que nos trae este octubre de lucha, dignidad y resistencia del pueblo ecuatoriano: la indignación popular no es de ningún modo el resultado de la dureza de las medidas económicas adoptadas, o de la violenta represión a un pueblo altivo, que difícilmente se arredra ante el envalentonamiento y la agresividad del poder, como es el pueblo ecuatoriano, ni es el resultado de la actitud sátrapa y servil del actual inquilino de Caorndelet. Nada tiene que ver que la gente pierda sus empleos y vea disminuidos sus ingresos para que los grupos de poder económico engorden sus bolsillos y que todo el peso de una crisis creada por la ineptitud de unos cuantos traidores y sus secuaces esté siendo descargada sobre las espaldas de los más débiles. La indignación y fuerza de la lucha popular nace de una conspiración externa.
Así presentado el tema, uno podría pensar que efectivamente los responsables de la situación son Christine Lagarde (Directora Gerente del FMI) y sus equipos de “expertos”, quienes determinaron como siempre las condiciones de la Carta de Intención firmada por sus cipayos imperiales en el Ecuador. Pero bajo esta hipótesis no se podría excluir de la responsabilidad al traidor de Carondelet y sus “asesores”.
Pero no, la burda estupidez con la que salieron Moreno y sus corifeos fue que los responsables de la lucha social instaurada en el Ecuador luego de las medidas económicas es culpa del Presidente Maduro y del proceso de Revolución Bolivariana. A la indignidad, las actuales autoridades suman su actitud rastrera pues no pierden oportunidad para rendir pleitesía a sus patrones imperiales al endilgar esta insólita acusación al gobierno digno de Venezuela.
Lo viejo: El pueblo va más allá de sus dirigentes
Una vez más en el Ecuador constamos que la conciencia y capacidad de lucha de los sectores populares rebasa toda capacidad de conducción de las organizaciones políticas y sociales, así como de los partidos que se autodefinen como de izquierda.
En efecto, el descontento popular rebasó una vez más toda expectativa y sorprendió a todos, más allá de que algunos afirmen ya una vez que los hechos se han dado que la respuesta popular “era previsible”.
Lo anterior, hace pensar que se requiere un amplio proceso de recambio en las direcciones de las organizaciones sociales y políticas a fin de que las nuevas voces se hagan escuchar y asuman liderazgos.
De otra parte evidencia tareas pendientes relacionadas con la construcción de organizaciones políticas genuinamente de izquierda, con vocación de poder y ligadas a los movimientos sociales.
Sin el desarrollo de este tipo de instrumentos, que se pongan al servicio de los sectores populares, difícilmente expresiones de desco0ntenco y conciencia social como el que acabamos de presenciar en el Ecuador y que ha conmovido a la opinión pública a nivel internacional, podrán convertirse en realizaciones en favor de los sectores populares y este tipo de oportunidades históricas para dar virajes a la situación nacional quedarán a lo sumo en algunas reivindicaciones puntuales alcanzadas por dirigentes incapaces de interpretar y conducir de manera adecuada la conciencia y voluntad de lucha de todo un pueblo.
Policía y milicia dirigidas por gorilas y ministros filo – fascistas
La violenta represión sucedida en los últimos días hace ver que nuevamente en el país se ha instaurado una dirección en las Fuerzas Armadas y en la Policía, con una vocación fascista. Esto se corresponde con autoridades como la señora María Paula Romo, que ha abjurado definitivamente de su supuesta filiación de izquierda para servir a los más oscuros intereses de la derecha y con un Ministro de Defensa del cual por lo menos ya se sabía de su adscripción a la derecha oligárquica y retrógrada.
Gobierno de Ecuador suspende el decreto 883 ante presión popular
teleSUR
Gobierno y agrupaciones sociales se reunieron este domingo en comisiones con el fin de llegar a nuevos consensos sobre la medida económica 883.
El acuerdo incluye la finalización de las manifestaciones por parte de agrupaciones indígenas. El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció este domingo la derogación del decreto 883, que estipulaba la eliminación del subsidio del combustible para avanzar en el proceso de diálogo en el país suramericano.
El Jefe de Estado aceptó la petición del movimiento indígena durante el diálogo entablado, con mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, resolvieron crear una comisión para crear un nuevo decreto.
«Hemos tenido un acuerdo [..] que ha significado sacrificios de cada una de las partes», manifestó el presidente de Ecuador, Lenín Moreno.
La eliminación del decreto permitirá que Gobierno y agrupaciones sociales se reúnan en comisiones con el fin de llegar a nuevos consensos sobre la medida económica.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Jaime Vargas, manifestó que siente «indignado» por lo que ocurre en el país.
El acuerdo incluye la finalización de las manifestaciones por parte del pueblo indígena. Los contactos con líderes indígenas y con el gobierno del presidente Lenín Moreno permitieron pactar la cita, que tuvo como principal fin erradicar la violencia que ha suscitado en los últimos días.
Al conocerse la derogación del decreto, miles de ecuatorianos tomaron las calles para manifestar su alegría por la medida tomada por el Gobierno ecuatorianos, para los ciudadanos esta acción es una derrota al FMI. El Gobierno anunció que se mantiene el cese de las actividades escolares en la mayoría del país, menos en la región de la Islas Galapalagos.