Tiempo para proponer
Las bolivianas y bolivianos hemos aportado desde muchos ámbitos en estos 12 años de proceso de cambios
Julieta Paredes Feminista comunitaria / katari.org
Desde la invasión colonial de 1492, se instauraron en el mundo relaciones de una hegemonía globalizadora por parte de la cultura eurocéntrica. Los europeos y europeas se sienten y se ven a sí mismos como el ombligo del mundo. Han creado en torno a ellos la idea y el convencimiento de que son los más inteligentes, los más desarrollados, los más civilizados, los más hermosos, los más creativos, los más… etc., etc.
Sin querer entrar en la discusión sobre lo que sería civilización y desarrollo, quiero dejar establecido que Europa y los europeos se ponen a sí mismos como modelos, como ejemplo, como parámetro para todos los pueblos del mundo.
Cuando, desde Bolivia, planteamos a la descolonización como uno de los pilares del proceso de cambio, coincidimos con otras propuestas y críticas surgidas desde distintos pueblos y continentes respecto a esta soberbia del eurocentrismo.
También hemos coincidido en la necesidad de afirmar nuestras culturas, visiones y realidades en cada territorio, a fin de contribuir con la convivencia y construcción de la justicia y la paz en el mundo. Desde el 2003, Bolivia empezó a romper los modelos y las hegemonías, para que los pueblos del mundo podamos ser y existir amando nuestras raíces.
El proceso de cambio abierto por la lucha de las organizaciones sociales del pueblo nos ha proporcionado, a las y los bolivianos, las condiciones materiales para vivir con dignidad, así como el valioso tiempo para poder pensarnos a nosotras y nosotros mismos. Tiempo para imaginar y darle sentido a conceptos como el “Vivir bien”. Tiempo para discutir, crear propuestas, imaginar y soñar.
Claro, no todo es una tacita de leche, las condiciones materiales también han servido para que otros y otras acumulen más capital, más riqueza, para aumentar individualismos y mezquindades. Sí, hay de todo en todo tiempo, pero en el proceso de cambio, quienes luchamos por transformar el mundo de tantas miserias también hemos tenido el tiempo para convertir los sueños en propuestas.
Bolivia, las bolivianas y bolivianos hemos aportado desde muchos ámbitos en estos 12 años de proceso de cambios.
Por ejemplo, la forma de manejar la economía, así como las propuestas de política pública de despatriarcalización (esa es nuestra propuesta, por si alguien no lo sabe). También hemos aportado con reflexiones sobre la descolonización y la memoria; con la importancia de la ancestralidad en la construcción de la identidad.
Eso es lo que vamos a defender el 20 de octubre, vamos a defender las condiciones mínimas materiales para nuestras vidas y el tiempo para seguir aprendiendo, proponiendo, discutiendo.
Vamos a defender el tiempo para soñar en el vivir bien en nuestros territorios. Hay muchas cosas que corregir en el proceso de cambios y en el Gobierno, hay errores y traiciones a esta construcción. Errores que tenemos que enfrentar, pero por eso mismo necesitamos más tiempo, necesitamos mayor profundidad, y ya no será posible medias tintas. Será el tiempo de tomar posiciones claras.