Bolivia es un espejo en el que muchos deben mirarse
Jorge Petinaud Martínez / Corresponsal de Prensa Latina en Bolivia
Primer mandatario indígena, Evo Morales, y su patria, Bolivia, son un tema recurrente en la obra del vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba Pedro de La Hoz, autor de tres libros acerca de esta temática.
«Evo representa el espíritu insumiso de los antiguos próceres latinoamericanos, es un hombre que no tiene pelos en la lengua, visceralmente antimperialista y anticolonialista», dijo en exclusiva a Prensa Latina acerca del cuarto libro que prepara en La Paz sobre el proceso de cambios que vive este país.
Coautor junto a Luis Báez de los volúmenes Evo espuma de plata, Todos somos pueblo y Todos somos Evo, el también periodista considerado uno de los más importantes críticos culturales en su país insistió en la grandeza del líder del Movimiento al Socialismo (MAS), quien «nunca ha dejado de ser ese muchacho que en el Chapare solo podía comer naranjas porque no tenía otra cosa».
«Como él tiene esa memoria histórica y eso está en su genética política -razonó- defiende a los pobres y por eso su programa de redistribución de la riqueza es algo inconmensurable en América Latina; también como no tiene nada que perder le canta las 40 al imperialismo».
El vicetitular de la Uneac considera necesario tener un alto sentido de la dignidad, al mismo tiempo coraje político y una verticalidad ética para asumir las posiciones que Evo expresa a escala internacional y sobre todo en nuestro continente, donde en su opinión existen tantos cambia casacas y tanta gente que se rinde.
Al referirse al nuevo libro, cuyo título todavía no está definido, informó que reflejará el impacto del proceso encabezado por Morales en la vida de las personas comunes, «gente tanto del Movimiento al Socialismo como de otros partidos, porque todos se han beneficiado».
Significó que existen datos inobjetables e indicadores que percibe y está registrando durante su investigación, como el empoderamiento de una clase media y la reducción de los límites de la pobreza hasta niveles insospechados en América Latina.
De La Hoz calificó, asimismo, de peculiar el proceso de cambios que acontecen en Bolivia en medio de un difícil contexto internacional.
«Los esfuerzos de integración de otros tiempos han recibido golpes muy duros por parte de la derecha que va en ascenso, y de los que el vicemandatario boliviano Álvaro García Linera, define como neoliberales zombies, gente que repite las mismas recetas del pasado sin darse cuenta, o sea zombificados, un concepto muy interesante».
El escritor considera muy significativo que ante tales embates un proceso como el boliviano se mantenga y vaya adelante, lo cual debe ser una lección para todos los latinoamericanos.
«Bolivia es un espejo en el que muchos deben mirarse, es la muestra de cómo se puede articular una economía estatal, una popular y una privada en función del bienestar del pueblo».
Subraya el escritor que la sociedad boliviana no es perfecta, que en ella queda mucho por hacer. Sin embargo, cree que Evo Morales y García Lineras saben perfectamente que existen muchos vacíos por cubrir, y asegura que la Bolivia actual es un triunfo de la economía de fuerzas productivas en función del bienestar social.
«Sin lugar a dudas, Bolivia ha logrado en términos reales redistribuir la riqueza para el beneficio de amplios sectores de la población e incluso de los capitalistas».
Desde su óptica y destacando que se trata de un criterio muy suyo, De La Hoz opina que Bolivia tiene en la actualidad un sistema capitalista de estado con una fuerte vocación social.
¿Cómo nació su vocación por el tema boliviano?
En realidad me he dedicado más a la crítica musical y a la cultura en general, pero Evo Morales es una figura importantísima en América Latina, es el líder de un proceso inédito.
Yo fui invitado por el entorno del mandatario en el año 2008 para que junto al colega Luis Báez hiciéramos el libro Evo espuma de plata, un ensayo que resumía ese momento de cambio que vivía Bolivia en los inicios del siglo XXI.
Ya después, con esa posibilidad abierta escribí Todos somos pueblo, un libro reportaje sobre las segundas elecciones ganadas por Evo Morales, las primeras fueron las de 2005 y estas fueron las de 2010.
Entre uno y otro, nació Todos somos Evo, un texto que Luis y yo creamos con entrevistas a 46 personalidades bolivianas y de fuera de Bolivia que valoraban la personalidad del estadista y su impronta dentro de los procesos sociales de emancipación de esa época.
Ahora creo que esta es una oportunidad única porque se vive un momento muy crucial en América Latina.
¿Por qué me propuse esta obra que todavía no tiene título, pero que debe salir el próximo año?
Se trata de dos motivos fundamentales
Uno, el proceso boliviano después de 12 años tiene logros innegables, y no estoy muy seguro de que los propios bolivianos tengan la percepción de lo que ha significado esto en sus vidas.
Más que sobre Evo, esta obra abordará el impacto del proceso liderado por él en la vida de las personas comunes, gente tanto del Movimiento al Socialismo como de otros partidos, no importa, todos se han beneficiado.
Existen datos inobjetables e indicadores que estoy percibiendo y registrando, y van desde el empoderamiento de una clase media hasta la reducción de los límites de la pobreza a niveles insospechados en América Latina.
Por otra parte, en el contexto internacional actual el proceso de Bolivia es muy peculiar.
Los esfuerzos de integración de otros tiempos han recibido golpes muy duros, y ante tales embates, que un proceso como este se mantenga y vaya adelante es algo muy significativo y debe ser una lección para todos los latinoamericanos.
Pero insisto, mi proyección es la de buscar lo que piensan y cómo actúan el hombre y la mujer común en Bolivia, y cómo en ellos se pueden ver reflejados los hombres y las mujeres comunes de América Latina.
Yo espero con interés que este libro, cuyo título aún no está definido y debe ver la luz a principios de 2019, llegue al lector boliviano, sobre todo porque me interesa mucho confrontar mis opiniones y vivencias con quienes el próximo año estarán inmersos en un proceso electoral para ratificar al presidente de este país o elegir a uno nuevo’.