Opciones de nuestros políticos por la fe: religión neoliberal y catequismo del dinero
Arturo Alejandro Muñoz
Traficando cocaína Pinochet dio luz verde a la corruptela de los políticos chilenos, los que hoy dicen lo que no piensan, hacen lo que no dicen y piensan lo que callan, cuestión que les permite no sólo corromperse hasta el tuétano, sino también traicionar sus propios valores.
¿Cuál es la moral de nuestros actuales políticos?
¿Cuáles sus conocimientos?
¿Es honesta la mayoría de ellos?
¿Son sinceros cada vez que pontifican sobre algo o defienden a alguien?
Esas son preguntas que muchas personas se han planteado en más de una ocasión, específicamente cuando comprueban que la falta de empatía y la ausencia de sentimientos ante las necesidades reales de la gente constituyen el actuar habitual de ciertos hombres públicos.
Pero, la pregunta relevante es aquella que dice relación con el momento preciso que permitió el giro dramático de las características de nuestros políticos, muchos de los cuales brillan por su desparpajo ya que dicen lo que no piensan, hacen lo que no dicen y piensan lo que callan.
Pareciera que el momento coyuntural se produjo en la dictadura cívico-militar, específicamente en el instante que Pinochet –junto al entonces coronel Contreras- inició la distribución de drogas entre los jóvenes de muchas poblaciones marginales de las grandes ciudades como una forma de “asfixiar” las posibilidades de rebeldía contra el totalitarismo.
¿Qué no es posible y que se trata de una simple teoría de la conspiración?
El periódico inglés ‘The Observer’ (con una re publicación del periódico, también inglés, ‘The Guardian’), en diciembre del año 2000 publicó una extensa nota (jamás desmentida y, por el contrario, confirmada por el propio ex general ‘Mamo’ Contreras) en la que asegura:
“El Ejército y la policía secreta chilenos han pasado más de dos décadas, en secreto, inundando Europa y EEUU con enormes envíos de cocaína (…) sólo en 1986 y 1987 partieron desde Chile hacia Europa 12 toneladas de droga por valor de varios millones de dólares. El traslado se hacía con frecuencia hacia España, a bordo de aviones que transportaban armas chilenas destinadas a Irak e Irán”.
Tráfico de armas y narcotráfico
Ese fue el momento ‘bisagra’ que dejó puertas abiertas para que otras ‘autoridades’ no tuvieran remordimientos si decidían cometer alguna tropelía destinada a enriquecerse con dineros mal habidos, privados o fiscales.
Había comenzado una de las primeras lecciones del neoliberalismo salvaje, ese plan piloto que Estados Unidos y el mega empresariado transnacional pusieron en práctica en Chile con el aporte de los “Chicago boys” y la dictadura.
Hoy, ya sin mayor discusión, se sabe que el sistema de marras no puede funcionar exitosamente sin corrupción y narcotráfico, cuestión que hace sólo días la alcaldesa de la comuna de La Pintana (Región Metropolitana) -Claudia Pizarro- en un programa de la televisión chilena reconoció directamente:
“El narcotráfico es la expresión más salvaje del capitalismo”. Muchas de nuestras instituciones y de nuestras autoridades están corrompidas hasta la médula. Ser corrupto es hoy parte del currículum necesario para acceder a cargos públicos. Políticos corruptos, policías y militares corruptos, y la duda podría alcanzar incluso hasta las personas de determinados fiscales y de algún integrante del Tribunal Constitucional.
La iglesia católica tampoco ha estado ausente de tamañas realidades, pues desde la llegada a Chile de Angelo Sodano en calidad de Nuncio Apostólico (embajador), en 1977, enviado por el Estado vaticano, esa iglesia abandonó la opción preferencial por los pobres, cruzó la calle y se sentó en la mesa del empresariado y de los políticos de derecha, profitando de sus beneficios y comodidades. Fue, a no dudar, un triunfo más del neoliberalismo salvaje.
Las ideologías han sucumbido bajo la avalancha arrasadora del dinero dulce, siendo esta la principal herramienta del neoliberalismo rapaz que alimenta la traición a los principios elementales de cualquier feligresía política. Los ejemplos recientes (de los otros hay toneladas) hacen nata. Veamos algunos.
– Una duda razonable despierta la sospecha respecto a que este gobierno dizque democrático y latinoamericanista (¿?), dependiente de las órdenes de EEUU y de los intereses mega empresariales planetarios.
Piñera y su gente estarían autorizando con enorme facilidad ‘legal’ el ingreso de venezolanos ultra derechistas anti Maduro y anti socialismo bolivariano que podrían servirles, en algún momento, como mercenarios ‘guarimberos’. Lo que está sucediendo, por ejemplo, en Nicaragua con la presencia de casi un millar de estos guarimberos venezolanos presentes en ese país, actuando violenta y criminalmente como mercenarios fanáticos contra la población civil, permite opinar lo dicho.
– Jorge Burgos, democristiano, hoy aclara que fue “un error” el que su partido (la DC) hubiese apoyado a Michelle Bachelet. Sin embargo, en su momento aceptó gustoso encabezar en ese miso gobierno nada menos que el ministerio del interior, perder a que ya sabía que desde su perspectiva ideológica era un ‘error’ apoyar a la presidenta.
En castellano simple, el señor Burgos aceptó el cargo de ministro por las garantías del mismo, el poder que otorgaba y el dinero que le permitía recaudar.
– Diputados Issa Kort y Javier Macaya, ambos noveles parlamentarios UDI, asistieron felices y orondos a la cumbre del Partido Comunista de China en representación de su tienda política.
La derecha chilena (al igual que una parte de la centro izquierda) cierra filas con una dictadura que aplasta los DDHH y que es líder mundial en abortos forzados y explotación del trabajo infantil.
A esa derecha lo único que le interesa y respeta son los negocios, el dinero, el bolicheo. Si hay plata, si genera plata, ¡no le importa que haya esclavitud, masacres, explotación, bestialidad! Si no hay dinero de por medio, entonces surgirán los requiebros ideológicos, sólo entonces.
– Caso PENTA: Fiscalía y SII (Servicio de Impuestos Internos) decidieron no apelar a sobreseimiento definitivo de ex administrador electoral de Sebastián Piñera, acusado de haber cursado 11 boletas ideológicamente falsas, por un total de $123.400.231. Una corrupción desbordada y un amiguismo a todo galope.
– Mariana Aylwin, ex democristiana; fue ministra de educación en uno de los gobiernos concertacionistas, pero luego abandonó esa línea para defender sus propios negocios en esa misma área.
El año 2016 presentó reclamo formal contra Sebastián Piñera porque este utilizaba mañosamente el nombre de la familia Aylwin en su campaña electoral.
Hoy, Marianita ha aceptado encabezar una mesa de trabajo en Educación propuesta por el mismo Piñera. El negocio, el dinero, por sobre los valores.
Una vez más, volvamos a las preguntas con las que se inició este artículo.
¿Cuál es la moral de nuestros actuales políticos?
¿Cuáles sus conocimientos?
¿Es honesta la mayoría de ellos?
¿Son sinceros cada vez que pontifican sobre algo o defienden a alguien?
Dígame usted…