Argentina. Jones Huala desde la cárcel: “Llamamos a levantarse al pueblo mapuche y al resto de los pueblos oprimidos” (Audio)
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El líder mapuche dialogó con La Retaguardia desde la Unidad 14 del Servicio Penitenciario Federal en Esquel, en el pabellón 6. Allí se encuentra detenido desde que la Gendarmería lo identificó en un control vial y lo apresó por un pedido de captura que ya había sido levantado.
Sus abogadas Eli Gómez Alcorta y Sonia Ivanoff plantean que aplica la figura de privación ilegal de la libertad, pues la justicia inició un proceso paralelo a otro en curso, ambos por el mismo hecho.
“Gracias por la comunicación y buenas noches a todos. Antes de venir acá estuve en un escuadrón de Gendarmería en Bariloche y estuve en huelga de hambre. Duró poco porque pude al menos conseguir que se respeten las condiciones carcelarias porque me habían aislado en la celda de castigo y me habían quitado algunas cuestiones inherentes a mi salud tradicional mapuche”, denunció Jones Huala y contextualizó:
“Eso sumado al contexto represivo e injusto del doble juzgamiento en el que me encuentro inserto. No tengo sorpresa con la detención. Por ahí con el modo en que sucedió, pero esperábamos esta respuesta del Estado tarde o temprano. Nunca han dejado de intentar seguir con el atropello como sucedió en enero en una represión grande que hubo a partir de una recuperación de tierras con detenidos, mi primo parte de la mandíbula. Esperábamos respuestas del Estado pero nunca pensamos que iba a ser tan burda”, planteó.
La demonización de los medios tradicionales
“Los medios hegemónicos han hecho mucha campaña a favor de esta persecución, son parte de los círculos de poder y de poder económico. Seguramente tienen mucha relación con la oligarquía terrateniente y con las empresas trasnacionales”, consideró el mapuche.
“Me enteré cuando fui detenido que el día anterior se reunieron Macri y Bachelet. Lo leí en el diario Clarín y vi que habían hablado de mi caso. Ahí se fue clarificando un poco más la cosa aunque nosotros ya teníamos conocimiento de la importancia que tenemos para el ministerio de Seguridad de la Nación. Esto termina de confirmar la idea de la persecución política cada vez más evidente y explícita”, denunció.
Además, Jones Huala explicó por qué piensa que lo busca con tanto ímpetu el gobierno chileno: “Igual que aquí, en Chile somos un peligro para las oligarquías regionales, para las empresas trasnacionales.
Somos una propuesta que puede generar un proceso de liberación y llegar a inspirar a otros pueblos en la lucha anticapitalista.
Somos un pueblo que nunca ha podido ser derrotado del todo, ni siquiera militarmente.
Si bien siempre hemos estado en inferioridad de condiciones con respecto al poder de fuego del enemigo recordemos que el pueblo mapuche resistió cerca de 300 años a la corona española antes de ser derrotado por los ejércitos argentino y chileno”, recordó.
“Eso habla de una capacidad táctica y política del pueblo mapuche que aún no ha podido ser comprendida por el enemigo occidental. Eso es lo que temen los gringos. Los patrones de estos estados subdesarrollados en los que vivimos. Con la irrupción de gente como Donald Trump en Estados Unidos creo que vuelve esa preocupación. Esto se enmarca en estrategias de contrainsurgencia surgidas después de la guerra de Vietnam”, analizó Jones Huala.
Propuesta mapuche
“La lucha del pueblo mapuche es histórica contra dos Estados opresores y también anteriormente contra la corona española. Es de supervivencia. Fuimos dominados y colonizados en los últimos 130 años, incorporados al Estado argentino y chileno a la fuerza a través de una guerra de ocupación. Para los intereses imperiales de la época, hoy estamos sometidos por el sistema capitalista en el tercer mundo. Hemos encarado una lucha de liberación nacional mediante la idea de reconstrucción de nuestro mundo desde una perspectiva anticapitalista, antioligárquica y antiimperialista con un gran contenido filosófico popular”, destacó.
“Nos planteamos las propuestas políticas desde nuestra lógica mediante la recuperación de las tierras productivas y sagradas y en la reconstrucción práctica de nuestro mundo nosotros no planteamos la toma de poder del Estado ni la destrucción del Estado tampoco. Al menos no de manera directa, invitamos al resto de la sociedad y los pueblos a encarar sus propias luchas revolucionarias y generar la transformación social necesaria para crear un mundo diferente”, explicó.
“Nosotros planteamos que las comunidades puedan vivir de manera ancestral, antigua, con nuestras propias formas y con el derecho de autodeterminación de los pueblos. Como decía también con un claro contenido revolucionario”, aclaró.
Jones Huala consideró:
“Tenemos un enemigo difícil pero no claudicamos y esa es la razón por la que se da la persecución política: la propuesta política y que somos enemigos declarados de este sistema económico. También la crítica hacia los sectores mapuches reformistas. Muchos han recibido financiamiento de organismos como el Banco Mundial y son los que terminan transando con los políticos, los gobernantes y las empresas. Nosotros pertenecemos al sector más consecuente, autónomo, libertario del movimiento mapuche y nos consideramos totalmente enemigos del capitalismo porque es algo antinatural”.
Para el referente, “ser mapuche hoy en día es ser consecuente con la filosofía propia que nos plantea necesariamente ser anticapitalistas. Tenemos que definir al enemigo con su cara real en el territorio en el que estamos. El territorio mapuche siempre estuvo donde hoy están los intereses mineros, petroleros y extractivistas en esta parte del mundo. Hay una gran jugada geopolítica de los gringos. Nosotros como actor político ancestral pero emergente nos hemos ido convirtiendo en un enemigo real de todos estos intereses económicos que pretenden dominar siempre a los pueblos”, sintetizó.
“La lucha mapuche sostenida ha hecho tambalear al modelo económico capitalista al menos en la región. Eso es lo que más preocupa a los intereses de los ricos”, definió.
Represión
En relación a la movilización pidiendo su libertad, expresó: “Agradezco a los compañeros que fueron a solidarizarse, eso me da fuerza y valor porque es una noción de que se va reconociendo la propuesta política, la lucha mapuche y la justicia de nuestros reclamos. Por otro lado, me da un poco de rabia la represión pero así es como ataca el Estado a las luchas genuinas, populares y dignas. Fuerza a los compañeros. Eso invita a organizarse, a tejer redes entre los distintos sectores del campo popular que nos están apoyando pero invita a buscar una construcción conjunta más allá de la construcción política tradicional por fuera de la doctrina partidaria clásica”, planteó.
“Sin renunciar a las identidades políticas que cada uno pueda tener pero quienes tienen perspectivas revolucionarias genuinas deben darse un tiempo de construcción acorde a la cultura del lugar donde viven, de los pueblos con los que se contactan. Es importante recalcar el compromiso de los compañeros que han sido detenidos en la lucha y en el apoyo a una causa justa”, destacó.
“Eso habla de la crudeza y de la injusticia de este estado fascista. Fuimos reprimidos muy duramente por el kirchnerismo, baleados, torturados, espiados ilegalmente. Con el macrismo eso se ha multiplicando mucho más a causa de las políticas económicas de este gobierno explícitamente de derecha y neoliberal”, definió.
Llamado
Por último, Jones Huala se dirigió a la sociedad, primero en su lengua y luego traduciendo:
“Transmito un mensaje de lucha y levantamiento para que podamos golpear al capitalismo. Nosotros reivindicamos todas las formas de lucha, volvemos a reivindicar la violencia política como método de defensa pero también como herramienta de liberación.
Creemos que es necesario darle golpes al capitalismo, sabotearlo, hacerse cargo de los discursos revolucionarios y volver a encarar una nueva etapa en la lucha de los pueblos”, insistió.
“Llamamos a levantarse al pueblo mapuche y al resto de los pueblos oprimidos para encarar esta lucha de liberación de la humanidad”, concluyó Jones Huala desde el Penal de Esquel, donde espera que la justicia decida sus próximos pasos en una larga lucha por la tenencia de la tierra y el respeto por los pueblos originarios.