Katarismo: ¿dominancia y dominación kolla?
José Luis Saavedra / periodicopukara.com
El pasado 7 de junio se llevó a cabo el interesante Foro Debate, organizado por Pablo Mamani y sus pupilos, en torno al indianismo y katarismo en el Auditorio de la Carrera de Sociología de la UPEA. En este evento participaron notables líderes indianistas, como Felipe Quispe, Constantino Lima y Carlos Mamani, y kataristas, como Moisés Gutiérrez, Fernando Untoja, Simón Yampara y Nicómedes Sejas.
Ha sido un evento de singular importancia, entre otras razones por superar, definitivamente, las tradicionales imposturas e intermediaciones blanco-mestizas, como las de Álvaro García, Xavier Albó y Silvia Rivera, quienes (como indigenistas) solían hablar, en realidad usurpar y suplantar las voces propias y propiamente kataristas e indianistas. Hay pues varios motivos para encomiar el acontecimiento de la UPEA, porque además es la culminación de un par de anteriores realizaciones de igual importancia y significatividad: uno, el “Payir ulaqa, curso de teoría política indianista-katarista en el Kollasuyu”, que se efectuó entre el 18 y el 23 de junio de 2012; otro, “Katarismo e indianismo en el proceso político del MAS en Bolivia”, que se desarrolló del 10 al 12 de marzo de 2010.
Si bien nos gustaría poder referir el conjunto de las ricas exposiciones y explicaciones de los disertantes indianistas y kataristas, desplegadas en el evento de la UPEA, las limitaciones de espacio no nos permiten hacerlo. Pues, por hoy vamos a limitarnos a re-presentar los interesantes argumentos y argumentaciones de Fernando Untoja, básicamente por su originalidad y contundencia en el planteamiento de las principales tesis del pensamiento katarista, con la esperanza además que pronto puedan publicarse el conjunto de las ponencias.
Quién es Fernando Untoja
Fernando Untoja Choque es aymara, kolla, nacido en Huayllamarca, región de Jach’a Carangas, Oruro, Bolivia. Es Licenciado en Economía y Filosofía de la Universidad de Paris X Nanterre en Francia. Cuenta con Maestría en Ciencias Económicas y en Filosofía y Ciencias Políticas de la misma Universidad. Tiene un Doctorado en Ciencias Económicas también de la misma Universidad. Ha trabajado como docente en la Carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) así como profesor del CIDES y la FLACSO. Fundador de CADA. Candidato a la Presidencia de la República en 1993; concejal electo por Oruro en 1995; diputado nacional por la gestión 1997-2002. En el 2006 es invitado a formar parte del programa televisivo “Pentágono”. Autor de varios libros, entre ellos Retorno al Ayllu, Pacha en el pensamiento aymara, Rebelión de un kolla, Katarismo: crítica al indianismo e indigenismo, etc. Es también columnista en medios de prensa escrita.
Sin duda alguna, Fernando Untoja es uno de los intelectuales aymaras del movimiento katarista más reconocidos y distinguidos de y en el país. Ha formado parte de muchos eventos nacionales e internacionales como expositor, además de ser autor de cinco libros y numerosos artículos de opinión. Actualmente, ejerce la docencia en las Carreras de Economía y Filosofía en la UMSA de la ciudad de La Paz.
Cuestiones de perspectiva epistémica
Fernando Untoja comenzó su exposición posicionando su propia perspectiva teórica y política y afirmando, con plena convicción, que:
“Nosotros, los que nos encontramos en los Andes estamos en la zona de contacto entre lo que es Occidente y lo que son los Andes, como civilización. Si estamos en la zona de contacto, entonces es necesario depurar ciertos términos en nuestro lenguaje. No voy a hablar de indios, ni de indígenas, ni de originarios, eso es lenguaje colonial, y además es resultado justamente del colonialismo interno del cual hablaba Moisés (Gutiérrez). Quiénes somos nosotros, hablando con propiedad nosotros somos aymaras y también quechuas. Y para no repetir quechua y aymara voy a condensar en la palabra kolla, quiénes somos nosotros, somos los kollas. También voy a emplear dos términos, que me van a ser útiles para mi exposición, voy a hablar de dominancia y dominación».
Veamos ahora las proposiciones primordiales de la explicación de Fernando Untoja.
“Primero, para poder comprender la sociedad (boliviana) –especifica– hay que cambiar de formas de pensar”, las tradicionales, por ser moderno-coloniales, resultan improductivas. “En Bolivia existe una manera dicotómica de razonar la realidad, qué dicen, ‘por un lado hay indios, indígenas, originarios, y por otro lado hay mestizos, q’aras’, esa es la dicotomía. Para los kollas, esa manera de aprehender las cosas no tiene sentido, es arcaico”.
Cuál es entonces la alternativa, la propuesta es el pensamiento katarista y qué es el katarismo:
“El katarismo es la expresión filosófica y política de los kollas. El katarismo no tiene que ver solamente con Tupaj Katari, sino también con una (compleja) manera de pensar y ver el mundo”.
“Segundo, es necesario describir cómo está armada nuestra sociedad, cómo está armada la mente del boliviano o del kolla en Bolivia. Y si nosotros leemos esa estructura real y mental podríamos decir quiénes somos, (hacia) dónde vamos y qué queremos. Y cómo vemos entonces con el katarismo el mundo. Para los kataristas lo que existe es (una serie de) estructuras que se mueven en la realidad social boliviana. (En este sentido), ¿Bolivia es un país capitalista?, evidentemente es un país capitalista. Pero, ¿también existen relaciones feudales?, existen por todo lado, y el Estado, con su carácter importado, practica las relaciones feudales.
El principio básico que rige las relaciones feudales es el de pertenecer al clan (a la casta oligárquica); por tanto, beneficiarse (con prebendas y adjudicaciones), patrimonialmente, de esa pertenencia. Entonces, tenemos, primero, la estructura capitalista, que es real; la estructura feudal que también es real y está en la mente y en las instituciones; no habrá vasallos, no habrá pongos, pero la estructura feudal está registrada en cada uno de nosotros, existen feudos en las universidades, en las alcaldías, en los ministerios, en los partidos, y cuando hay feudos, generalmente son los peores (sátrapas) que manejan la cosa pública.
“Tercero, nosotros somos kollas, aymaras y quechuas, también tenemos nuestra propia lógica, y cuál es nuestra lógica, es la lógica de la rivalidad. Los aymaras nos movemos como rivales, y la muestra patente de esa rivalidad es que el mundo kolla avanza y ha ocupado Bolivia en estos últimos cincuenta años. Gracias a la rivalidad, el aymara se posiciona en El Alto, es qamiri, y cada vez hay más qamiris.
Gracias a la rivalidad, los kollas ocupamos y hemos asaltado Santa Cruz, hemos asaltado Tarija, y estamos asaltando Beni y Pando. Por tanto, tenemos que estar orgullosos de que los kollas estemos ocupando todos los espacios de Bolivia, a eso llamo yo la dominancia kolla (Los economistas y los políticos blanco-mestizos no pueden entender, ni siquiera graficar estos fenómenos, se conforman (reductivamente) con decir que es economía informal).
Por ahora, la dominancia kolla se expresa en la economía y necesitamos la hegemonía kolla, y cuando construyamos la hegemonía kolla vamos a derrotar a los izquierdistas, que son los enemigos fundamentales de los qamiris aymaras y quechuas.
Crítica del indigenismo e indianismo
En estos tiempos, expone Fernando Untoja, la oligarquía de izquierda ha retomado las banderas del indigenismo y del indianismo justamente para engañar y para frenar el avance del poder kolla. Y cómo ha hecho, (las) ha disfrazado con el Estado plurinacional y ha encontrado a todo el mundo pintado de indios y de indígenas u originarios y a partir de ahí fácilmente les ha hecho marchar, les ha hecho creer que, porque Evo Morales estaba ahí, el indígena estaba en el poder.
Debo decirles claramente, el indígena está en el poder, pero los kollas no estamos en el poder. Quiénes son los indígenas, Linera, Quintana, Romero, los Arce (Gómez, Zaconeta y Catacora), esos son los indígenas, porque en Bolivia no hay indígenas, estimados compañeros y hermanos, no hay indígenas, aquí hay gente con propiedad e identidad propia, aymaras y quechuas, por tanto kollas.
“Qué es el indigenismo, es la máscara que se pone la izquierda, que es enemiga de los aymaras, para frenar la afirmación de la identidad kolla. Por eso han hecho el Estado plurinacional, para ignorar, para eliminar (en y con la configuración de la nueva extirpación de idolatrías), toda forma de manifestación de identidad (nacional cultural). En el Estado plurinacional sólo existen indígenas, es decir sólo existen fantasmas, los indígenas son fantasmas, y ningún aymara quechua debe aceptar ser indígena, ni indio. En este país la única manera de afirmarse es como kollas, como aymara quechuas».
“Tenemos que ser lúcidos en esto de que el indigenismo es el peor enemigo de los aymara quechuas, no solamente porque quita la identidad, borra la identidad en la mente de los aymaras quechuas, sino también porque quiere descuartizar o descuartiza (a los pueblos y naciones andinas) en la Constitución del Estado Plurinacional, tanto el Estado (republicano) de 1825 como el plurinacional son Estados importados, y porque son Estados importados precisamente hablan de justicia comunitaria, justicia indígena, siguen reproduciendo la (tradicional y espuria) dicotomía colonial: justicia para los indígenas, los colonizados, los bárbaros, y justicia para los civilizados, y lamentablemente la gente, los dirigentes campesinos o (los cocaleros) del Chapare, siguen no más a esa lógica, cuando son lógicas de dominación (moderno-colonial). Otros hablan de economía comunitaria, sin saber qué es, cómo funciona y continúan pregonando que la economía comunitaria es bondadosa, armoniosa, (que hay) relaciones de reciprocidad, de complementariedad, que en el fondo no son más que cuentos que han traído los antropólogos, que han asesorado al MAS en el gobierno».
“Repito, el aymara no funciona con relaciones de complementariedad, de reciprocidad, funciona en base a la rivalidad, y cuando son rivales no son enemigos. Y por eso es que si un aymara hace una fiesta con orquesta, el otro va a poner otra orquesta más poderosa aún; si un grupo contrata una banda de Oruro, la más potente, el otro va a contratar dos bandas para su comparsa. Por eso es que la izquierda (q’ara) colonial tiene miedo al aymara, quién es el enemigo de la izquierda, es el aymara que tiene dinero, ellos dicen el indio, y realmente los qamiris alteños, de la Huyustus, de la Ramada, de la Eloy Salmón, constituyen la vanguardia económica a la que hay que apoyar y con la que hay que articular las futuras luchas políticas.
De la dominancia a la hegemonía kolla
Aquí la perspectiva teórica y la prospectiva política de Fernando Untoja son sencillamente geniales, sobre todo al plantear que:
“Tenemos que tener bien clara una cuestión (de comprensión), ¿cómo avanza nuestra sociedad y nuestra cultura?, avanza para vivir, para acumular, prospera en base a la acumulación capitalista. A partir del ayllu nuestros aymaras y quechuas, nosotros los kollas hemos comenzado a acumular y la acumulación ha hecho el Gran Poder; la acumulación de nuestros mercaderes, de nuestros qamiris, ha hecho que el kolla se imponga en Santa Cruz con su baile, con su fiesta, y trascienda y se imponga en Buenos Aires, y que triunfe la morenada, el caporal.
Ese es el avance de una nación que tiene la identidad firme y que es capaz de reproducir su cultura. El aymara no reclama un espacio en el Estado plurinacional, el aymara solamente ocupa e irrumpe. El aymara no ha quedado pasivo, ni durante la colonia, ni durante la república, ni ahora, el aymara ha ido avanzando, ha ocupado Arica, ha ocupado Yacuiba, y la gente de El Alto justamente es el faro de este avance cultural y económico».
No obstante, Fernando Untoja considera que en estos tiempos plurinacionales existen relaciones geoeconómicas que perjudican y que no favorecen al mundo kolla, “hay relaciones de pertenencia que bloquean y ponen barreras a la acumulación que opera el aymara en sus negocios. Pero, hay un fenómeno fabuloso para hacer proyectos políticos, existe la articulación entre la rivalidad que practicamos los aymaras con la competencia del capitalismo. El aymara es el primer hombre, la primera mujer que ha entendido cómo funciona el capitalismo y en su práctica es ultra liberal, porque gracias al comercio ha conseguido imponerse, adquirir propiedad inmobiliaria, apropiarse de la zona Sur(La Paz), apropiarse de Tarija, y apropiarse de todo lo que es el oriente, eso gracias al comercio.
“El kolla ha sido pues habiloso en articular las dos lógicas y por eso el aymara es global, (ha logrado) articular la lógica de la rivalidad y la competencia, y la articulación de estas lógicas ha hecho de que el aymara viaje libremente a Asia (China, Taiwán, Corea del Sur), a Europa, para hacer negocios. El aymara de por sí ha aprendido el inglés, ha aprendido el chino mandarín por su cuenta.
Vemos así que existe realmente una dominancia kolla. Lo que (ahora) hay que hacer es prepararnos contra el indigenismo y contra la izquierda (q’ara), que es enemiga de los aymaras y quechuas, y (apostar) por la hegemonía kolla en Bolivia y para armar esta hegemonía necesitamos formarnos como empresarios, como estudiosos, necesitamos gente de élite, que produzca referentes para que nuestro pueblo continúe en la lucha y se imponga en Bolivia y en los Andes.
En el momento en que se formen los proyectos políticos a partir del poder kolla, entonces podremos asegurar la hegemonía kolla en el siglo XXI. Si los árabes se mueven como árabes y se movilizan en el norte de África, en los Andes también nos toca movilizarnos como kollas y remover fronteras, remover Perú, Chile y Bolivia. Ese es el destino que nos espera y eso es lo que hay que trabajar».
Por ende, “si somos de este país, entonces no nos queda más que pasar de la dominancia a la hegemonía política, ese es nuestro trabajo. No es simplemente vivir de nostalgias o vivir de simbolismos, tenemos que ser pragmáticos y ser programáticos quiere decir jugar en el capitalismo contemporáneo y el aymara nos ha enseñado a jugar, el kolla nos ha enseñado a jugar en el capitalismo contemporáneo. Los izquierdistas no quieren que juguemos en el capitalismo contemporáneo, continúan con la economía extractivista, contándonos cuentos, mientras que el aymara, el kolla hace su negocio y trabaja día y noche, no pide a nadie, no pide ni siquiera doble aguinaldo.
Entonces, estimadas amigas y amigos, es necesario cambiar la manera de leer la realidad, es necesario seguir los pasos de nuestra gente que se mueve en la economía y en la afirmación de la identidad. No hay mejor personaje que el aymara o el kolla que imprime e impone su cultura cuando va al oriente, de aquí a veinte años, los aymaras tenemos que tomar la Cainco, de aquí a veinte años tenemos que reducir el carnaval cruceño en una fiesta de barrio, eso es el poder kolla. Y necesitamos para eso bancos controlados por aymaras, compañías de seguros controlados por los aymaras, comercio internacional controlado por los aymaras, ese es el trabajo nuestro. Y por eso los kataristas queremos proponer una idea a partir de los (propios) principios filosóficos y políticos y queremos que los kollas empiecen a trabajar la hegemonía política y aseguremos la dominación kolla en los Andes. Muchas gracias”.