Las nuevas y peligrosas invasiones yanquis en Perú
Por Resumen Latinoamericano
Recientemente, el Congreso de la República autorizó el ingreso de tropas de los Estados Unidos al territorio nacional, mediante la Resolución Legislativa 30302, aprobada el pasado 29 de enero. La operación cuenta con la aprobación del Congreso norteamericano.
Según declaraciones oficiales, el ingreso de estas tropas serviría para mejorar en la lucha conjunta con los soldados de la Marina peruana, contra los insurgentes y narcotraficantes.
Las fuerzas del ejército del Perú se enfrentan regularmente con el grupo guerrillero Sendero Luminoso en la zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Montaro (VRAEM), y Perú ha manifestado que requiere de al menos 2.500 efectivos para redoblar la presencia de tropas, en las zonas menos accesibles.
Las mencionadas tropas norteamericanas se encuentran arribando al Perú en tres etapas: el primer contingente, compuesto por 58 soldados, arribó a territorio peruano el pasado 1 de febrero. Dicho contingente permanecerá en el Perú un periodo de un año.
El segundo contingente, formado por 67 soldados, ingresó al país el pasado 15 de febrero y según recoge el documento que lo autoriza, estarán por espacio de un mes y medio con fines de “entrenamiento”.
El tercer y último contingente desembarcará en los primeros días de setiembre de este año. Dicho contingente, el cual es el que más nos preocupa, está conformado por nada menos que un total 3.600 soldados norteamericanos, y de acuerdo con la solicitud efectuada, ingresaría en calidad de “visita” por un espacio de 6 días.
Cabe mencionar que el ingreso de estos contingentes de tropas de los Estados Unidos, son fruto de los acuerdos de cooperación militar suscritos entre el Perú y Estados Unidos, como el caso del Convenio de Cooperación Político-Militar, cuyo objetivo es estrechar la colaboración de USA en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo, la seguridad nuclear y la asistencia humanitaria. Algo similar ya está ocurriendo, con asesores yanquis e israelíes en Paraguay.
Efectivamente, el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos ha estado ayudando a las fuerzas militares peruanas a combatir a los insurgentes y narcotraficantes en las zonas del país en donde estos se encuentran ubicados. Así por ejemplo, tras una misión de instrucción que se prolongó seis semanas en Villa Rica, Oxapampa, a finales de noviembre de 2014 retornó a EEUU un equipo del Cuerpo Sur de los Marines de los Estados Unidos.
La capacitación se llevó a cabo en esta zona montañosa, cuya geografía es comprendida por un área selvática de densa vegetación, se asemeja a la del del famoso VRAEM, en donde como es de conocimiento de todos, se ha hecho fuerte Sendero Luminoso, el cual ha resurgido en los últimos años.
Según información del Marine Corps Times, los Marines están ayudando a las Fuerzas Armadas del Perú a combatir a estos insurgentes. El almirante Luis De La Flor Rivero, comandante en ese momento del Cuerpo de Infantes de Marina de Perú, afirmó que la lucha contra la insurgencia y los carteles en el VRAEM es su prioridad principal.
Cada seis meses envía cerca de 600 de sus Infantes de Marina a la zona. Según el almirante, se está trabajando para incrementar el tamaño de su fuerza de 3.500 a 6.000 hombres, con el fin de aumentar el tiempo de permanencia de sus tropas entre las misiones.
Dado que cada vez son más los Infantes de Marina que se envían al VRAEM, el entrenamiento que realizan con los Marines de los Estados Unidos es fundamental, precisó. De otro lado, el General John Kelly, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, visitó el VRAEM hace un año para analizar con las autoridades correspondientes, la mejor fórmula para que ambos países intercambien conocimientos en materia de combate.
Según informó Kelly al Marine Corps Times, el Perú estaba interesado en contrarrestar el creciente uso de artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) que los insurgentes utilizan para atacar a las tropas.
Así mismo, es interesante lo señalado por el Sargento de artillería Tim Lynch, técnico de la Unidad Móvil de Eliminación de Artefactos Explosivos, el cual relató que trabajó con los peruanos para ayudar a identificar y abordar los tipos de artefactos explosivos improvisados con los que probablemente se encuentren en sus misiones.
Las amenazas que enfrentan incluyen una mezcla de situaciones que los Marines estadounidenses han visto alrededor del mundo, incluidas las trampas explosivas que mutilaron a las tropas en las selvas de Vietnam.
Lynch comentó que el terreno es completamente opuesto al que los Marines estadounidenses estaban acostumbrados en Afganistán o Irak –lo cual es obvio-, y presenta desafíos particulares para los peruanos.
Se entrenaron 120 Marines que se dirigieron pronto al VRAEM y aproximadamente 50 comandos peruanos. Lynch comentó que los comandos tienen técnicos de Eliminación de Artefactos Explosivos (EOD, por su sigla en inglés) que se capacitan para enfrentar las amenazas.
Sin embargo, el ingreso de estas tropas sigue despertando preocupación y protestas de los movimientos sociales y sindicales. Según el investigador principal del Instituto del Perú, Miguel Santillana, la iniciativa de EE.UU. se fundamenta en su interés por conservar su presencia militar en Sudamérica, a expensas del pueblo peruano:
“Los norteamericanos tienen una presencia en Perú como en cualquier país de América Latina, porque sienten que somos su zona de influencia. Ellos se creen con el derecho de tener presencia oficial y no oficial en nuestro territorio”, declaró Santillana. Según el diario español, ‘El País’, el convenio comenzó a forjarse en 2012 y se concretó el 19 de marzo de 2014 en Washington a través de un memorándum.
El analista político Alfredo Gutiérrez considera la razón por la que EE.UU. apoya un convenio con Perú es “por su posición estratégica”, lo que -asegura- les va a permitir estar cerca de Bolivia y de Ecuador: “El hecho de que Bolivia y Ecuador son dos países que están avanzando, al igual que Venezuela, en la línea socialista, preocupa mucho a EE.UU.
El experto considera que EE.UU. quiere por un lado “detener el avance socialista” de Latinoamérica, mientras que por otra parte existe un interés “estratégico” debido a que en Perú hay grandes yacimientos de “metales como el uranio”.
En el documento se prevé el intercambio de tecnología, así como el entrenamiento y asesoramiento técnico entre ambos países. Así, se espera que EE.UU. ceda aviones no tripulados al país andino, a cambio de que Perú comparta su experiencia en el desmantelamiento de minas antipersona.
Por último, debemos mencionar un Comunicado reciente de la Marina de Guerra del Perú indicando que el ingreso de las tropas norteamericanas forma parte del “Programa de actividades Operacionales de las Fuerzas Armadas del Perú con Fuerzas Armadas Extranjeras”.
¿Cuál es la realidad y el verdadero objetivo de todo esto?
¿Se quiere hacer del Perú un aliado de USA al estilo de las bases de la OTAN en Europa?
¿Han “escogido” a Perú como campo de entrenamiento para sus tropas?
Recuérdese que el problema del VRAEM no es sólo un tema militar. Existe todo un problema sociológico y antropológico de desarrollo e inversión en la zona, etc. esto es, como le encanta decir al gobierno, hay que hacer que esa zona sea verdaderamente “inclusiva” en el país y no una especie de tierra de nadie… o zona de influencia de USA o campo de batalla para que entrenen los norteamericanos… nadie, en su sano juicio, desea un Vietnam en el Perú.
LLEGA EL PORTAVIONES ESTADOUNIDENSE USS GEORGE WASHINGTON CON MILES DE MARINES
Organizaciones políticas y sociales se manifestarán este martes en Lima contra la llegada al país del portaaviones estadounidense USS George Washington y sus 3.200 efectivos, a la que califican de “invasión militar”.
“Lo que ocurrirá el 1 de setiembre resulta ciertamente inédito: nunca antes sucedió”, opinó el excongresista Gustavo Espinoza en una columna publicada este lunes por el sitio web independiente La Mula.
Esta situación “solo aconteció en otros países como una invasión militar” de Estados Unidos, señaló Espinoza, en referencia a la llegada de 3.200 militares que en principio permanecerán durante seis días en el país.
“La que se avecina será una suerte de ‘operación encubierta’ (…) destinada a afirmar la presencia norteamericana no solo en el Perú, sino en América, en una circunstancia en la que el Imperio busca cambiar a como dé lugar la correlación de fuerzas imperante en la región”, agregó.
El portaaviones George Washington llegará al puerto del Callao en el marco de un acuerdo de cooperación militar bilateral que el Congreso de Perú ratificó a finales de enero, cuando autorizó el ingreso y la permanencia de tropas estadounidenses en territorio peruano.
Así, a partir de febrero han ingresado a Perú más de un centenar de militares de Estados Unidos, muchos de ellos para una permanencia de un año.
En virtud del acuerdo, el ejército de EEUU capacita a las Fuerzas Armadas de Perú en el combate de grupos armados y narcotraficantes que operan en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, según informó en febrero un artículo del portal Defensa.com.
La llegada de USS George Washington ya motivó movilizaciones en la capital peruana.
El 21 de agosto, activistas de organizaciones políticas y sociales se manifestaron por las calles limeñas en rechazo a una presencia militar que consideran lesiva de la soberanía y la seguridad de Perú.
Según la convocatoria del Colectivo Dignidad para este martes, Perú es “el único” país de la región en el que operan nueve bases militares estadounidenses, mientras que tres de sus puertos sirven para reabastecimiento a la Cuarta Flota de EEUU.
La Cuarta Flota tiene a su cargo las operaciones militares marítimas en el Caribe, América Central y América del Sur.
Masiva protesta en Perú contra arribo de portaaviones de EEUU
Organizaciones políticas y sociales de Perú se manifestarán este martes en Lima (capital) contra la llegada de un portaaviones y efectivos estadounidenses.
“Lo que ocurrirá el 1 de setiembre resulta ciertamente inédito: nunca antes sucedió”, opinó el lunes el ex congresista, Gustavo Espinoza, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Sputnik, acerca de la llegada a la nación sudamericana del portaaviones estadounidense USS George Washington y sus 3200 tripulantes.
Asimismo, tachó el despliegue de los militares norteamericanos, quienes permanecerán en Perú durante seis días, como “una invasión militar” de Estados Unidos, aludiendo así a las similares intervenciones de la Casa Blanca en otros países del mundo.
Para Espinoza, esta operación ha sido destinada a afirmar la presencia de Washington no solo en el Perú, sino en América Latina, “en una circunstancia en la que el Imperio busca cambiar a como dé lugar la correlación de fuerzas imperantes en la región”.
El portaaviones George Washington llegará al puerto limeño del Callao (oeste) en el marco de un acuerdo de cooperación militar bilateral entre la Administración del presidente Ollanta Humala y la de Estados Unidos. El Congreso de Perú autorizó a finales de enero del presente año el ingreso y la permanencia de efectivos estadounidenses en territorio peruano.
Así, a partir de febrero han ingresado a Perú más de un centenar de militares de Estados Unidos, muchos de ellos para una permanencia de un año.
La llegada de George Washington ha provocado la indignación y protestas de los ciudadanos peruanos, quienes salieron también el pasado 19 de agosto a las calles de Lima para protestar por el incremento del número de militares de EE.UU. (de 125 a 3200).
En ese mismo sentido, el Partido Comunista del Perú criticó el pasado mes de marzo el aumento de la cifra de militares norteamericanos en el país y subrayó que el Pentágono busca allanar el camino de una eventual agresión bélica en América Latina, bajo la excusa de la lucha contra el narcotráfico y la insurgencia.
Cabe destacar que algunos parlamentarios peruanos han calificado de “preocupante” el despliegue de 3200 tropas extranjeras en su país.
Según la convocatoria del Colectivo Dignidad para este martes, Perú es “el único” país de la región en el que operan nueve bases militares estadounidenses, mientras que tres de sus puertos sirven para el reabastecimiento a la Cuarta Flota de EE.UU.