- TROPESAMOS CON LA MISMA PIEDRA
Jerjes Justiniano Talavera
El pensamiento popular y la canción mejicana, afirman que el hombre, es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pareciera que la humanidad al recorrer los caminos de los hechos, olvida la historia, y la olvida con frecuencia, (a veces con mucha frecuencia), pues permanentemente insiste en cometer los mismos errores.
Salvador Allende, desde la presidencia de Chile, pregonaba que era posible transformar la realidad social y económica (la de la década de los 70), sin violencia revolucionaria. Partidario acérrimo y militante confeso del socialismo democrático, apostó al voto del pueblo, se apoyó en la tradición democrática de la burguesía chilena y confió en la estable y madura experiencia democrática de las fuerzas armadas de Chile y basó su propuesta de «cambio en democracia», en la fuerza de los votos que obtuvo el partido socialista, ganador de la segunda vuelta electoral.
El popular médico, socialista y presidente, pregonó que era posible un gobierno de justicia social que privilegie a los niños, a los obreros, intelectuales y campesinos, un gobierno de contenido social y popular. Creyó en la promesa de fidelidad de las fuerzas armadas y sacudió el aparato político con propuestas de cambios en democracia…, y pagó con su vida. Fue brutalmente asesinado.
Los revolucionarios, partidarios de la lucha armada, sostienen que se peca de ingenuidad, al creer que es posible que alguien se desprenda de sus privilegios, por solo creer en la democracia. El estado burgués, es la expresión del poder de una clase, que impone a las mayorías obreras, campesinas y clases medias, sus políticas económicas y sociales. La «ley» es precisamente la voluntad de la clase dominante, impuesta al pueblo a través de la democracia burguesa. Los parlamentos, generalmente dominados y sumisos al poder ejecutivo, apenas son reflejos y legalizadores de los actos y voluntades de los gobernantes.
Me preocupa la actitud de la Iglesia Católica. Nadie puede dudar de su importancia y su peso específico en la gravitación de la política. Me llama poderosamente la atención y busco desesperadamente, el significado de las últimas palabras del Papa, expresadas en Brasil y que guardan una línea de asimetría con las expresadas por nuestro querido Cardenal. Me salta a la memoria los últimos días del gobierno de Juan José Tórrez, cuando predicaba en nuestras iglesias el padre Arcusa. También en esa época se usaba la palabra déspota o comunista.
Hay quien afirma que la Iglesia Católica, por ese inmenso poder de ubicuidad e inteligencia, se proclamó esclavista en la época de la esclavitud. Es célebre la frase del santo católico que afirmó «que el hombre nace libre o esclavo por voluntad de Dios».
En el medio evo, se quemaron a ilustres hombres y hasta mujeres, como la heroína de Francia doña Juana de Arco, solo por celos políticos al interior de la Iglesia. El poder terrenal y el espiritual se debatían en las abadías de conventos y monasterios. La más fiel legión de católicos, afirman muchos estudiosos, fue cruelmente combatida y asesinados miles de los Templarios, solo por el juego de la política.
La inquisición será recordada como la página más negra y cruel, de los príncipes cristianos. Todavía no se ha resuelto la acusación que pesa sobre Pío XII, y sus simpatías con Mussoline o el silencio cómplice con Hitler, frente a la masacre de casi 6 millones de judíos.
En nuestra época, jamás la iglesia católica condenó a Pinochet como déspota o totalitario, mientras estaba gobernando. Tampoco a Banzer ni a los Videla argentinos. ¿Es que eran aliados en la lucha anticomunista?. Hoy le preocupa a la Iglesia Católica la presencia de algunos gobiernos en América Latina y a decir de su eminencia el Santo Padre, caminan hacia el totalitarismo. Los príncipes de la Iglesia Católica, jamás llaman por su nombre a los que acusan o señalan, dejan que la prensa independiente y adversaria de esos gobiernos, sean los que señalen con nombres y apellidos. Es el caso que nos ocupa.
La prensa ha identificado a esos gobiernos (a los que se refirió el Papa) como los que presiden Chávez en Caracas y Morales en La Paz. ¿Serán totalitarios y déspotas, los que ganaron más de tres elecciones y con más del 60 % como el caso del Sr. Chávez? ¿Son totalitarios por que se apoyan en los votos del pueblo? ¿Serán totalitarios y déspotas, los que ganaron dos elecciones con más del 53% como es el caso del Sr. Morales?.
El usar un instrumento legal y legítimo, además propio de un estado de derecho, como es el juicio de responsabilidades, coloca al gobierno de Evo Morales como perseguidor?, conculcador de los derechos? o déspota totalitario? Me salta la duda. ¿ No se estará equivocando Evo, cuando pretende cambiar Bolivia en democracia?. ¿Será posible que los que hasta ayer detectaran el poder político y económico, consientan perderlo del todo? ¿Será posible admitir que los que ayer vendieron la patria, enajenaron sus recursos naturales, prostituyeron la política y transformaron el parlamento en viles levantamanos, se resignen a ser gobernados de otra forma?.
¿Será posible que los que ayer se hundieron en la corrupción y nos robaron hasta la dignidad, puedan admitir, que un indio que no ingresó a la universidad por que no terminó la escuela, sea quien devuelva la dignidad a la política y a todo un pueblo? Me aterra pensar que Evo se equivoque y como ayer, se orquestó una campaña contra Salvador Allende, Juan José Torrez y Hernán Siles Zuazo, sea hoy, también el inicio del retorno de la violencia anticomunista.
Mientras la izquierda es democrática, no persigue, no encarcela ni exilia, y la tildan de débil, de contrario, la derecha es asesina, fuerte y cruel, organiza paramilitares para matar (recordemos el asesinato de Marcelo y otros patriotas) crea campos de concentración, llena las cárceles con patriotas, obreros e intelectuales de izquierda. Esa es la diferencia a la que le tengo aversión, dudas y celos.
¿No estará caminando Evo por la senda del error, al querer cambios en democracia?. Cuando la derecha realiza cambios, aunque éstos sean para enajenar la patria, aunque sean con solo el 32% de los votos, como lo hizo Goni con la venta del país y sus recursos naturales, no hay reacción.
En el parlamento cuando las famosas leyes de la capitalización, solo dos parlamentarios gritaban y denunciaban. Eran las voces desde la izquierda de Ramiro Barrenechea del Eje Pachacuti y el autor de estas líneas desde el Partido Socialista. Jamás la prensa ninguna de ellas, publicó una sola de nuestras denuncias que se estaban aprobando las leyes de la antipatria sin quórum. Esa es la libertad de la que hacen gala los neo-liberales.
¿Si Evo fracasa y no hay cambios en democracia, quedará la vía armada como la única posibilidad de los cambios? ¿Después de Evo, vendrá el fascismo con su dictadura? ¿….Se tropezará Evo con la misma piedra…..?