No rifaremos moral y dignidad en Qollasuyo

Juan de la Cruz Villca / katari.org
En estos días la prensa ha registrado bastantes opiniones sobre el comportamiento del reconstituido CONAMAQ en fechas memorables como fueron el 20, 21 y 23 de marzo de 1997, en la ciudad de Challapata del Departamento de Oruro.

Nuestra historia es larga y muy triste; las naciones originarias a partir de la invasión Española de 1492 (a nuestro continente) y 1532 (al territorio del Qollasuyo), desde estas fechas, comienza el sometimiento al yugo español y después al imperialismo yanqui.

Nuestros ancestros y nuestra historia nos muestra que para liberarse como nación y pueblo se han dado modos de organización de lucha contra el sometimiento y la esclavitud, ahí nace el sindicalismo obrero y después el sindicalismo campesino.

Según la Historia en 1877, en la ciudad de La Paz se organizan artesanos y obreros, no necesariamente con el nombre del sindicato, pero en 1905 se habría constituido la Unión Grafica Nacional; a partir de esta fecha, los obreros y gráficos dirigen la organización sindical, mientras el sindicalismo campesino por primera vez se organiza después de la Guerra del Chaco, en 1936.

¿Por qué el sindicato para el área rural?
A la pregunta, la respuesta: es que la autoridades originarias habían sido cooptadas por el sistema colonial hasta convertirlas en agentes de recaudación de contribución territorial para los gobiernos coloniales (la Corona Real Española), por eso hasta el nombre de la autoridad originaria era de Jilaqata cobrador. Ese concepto ‘cobrador’ fue aumentado astutamente por los virreinatos.

Hasta hace no mucho, en la era republicana, los Jilaqatas cobradores, sus credenciales, eran extendidos por el gobierno mediante los prefectos y subrefectos a nuestras autoridades originarias, para amarrarlas al sistema colonial y republicano.

Desde la existencia de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesino de Bolivia CSUTCB (1979 como “única”) comenzamos a luchar para que no sean dependientes de los Prefectos, que nuestra cultura sea respetada.

Ahí logramos como CSUTCB separarnos (por eso la posesión y credenciales ya no dan las gobernaciones), de esta forma las autoridades originarias van confiando en la CSUTCB, y la esta se convierte en el poder sindical único del campesinado, originario e indígena.

Frente a esta realidad, la oligarquía comienzan satanizar a la CSUTCB con argumentos mentirosos, como que los dirigentes éramos comunistas, politiqueros, corruptos, etc. Por eso los originarios e indígenas debían de salirse de la CSUTCB.

Lograron ese objetivo, separando primero, con la creación de la CIDOB, en octubre de 1982. Hasta entonces eran parte de la CSUTCB, por eso en la tercera gestión del hermano Genaro Flores, Guido Chumiray fue secretario general de la CSUTCB, en representación del oriente como pueblo Guaraní.

La oligarquía y la derecha neoliberal actual siempre trabajan por la división de nuestras organizaciones. Y la CSUTCB, al contrario, trabaja por la unidad de nuestras organizaciones e instituciones. Por eso se logró esa unidad hasta la misma construcción del Instrumento Político con la CIDOB.

La oligarquía no se cansó en su propósito de dividir para reinar a las organizaciones. Y con el mismo discurso de reivindicación sociocultural y política de la CSUTCB, la de “recuperar nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra identidad, la autodeterminación como naciones”.

Y emergieron falsedades como que “la organización sindical no era nuestra, era copia de Europa y otros lugares”. Y con ello lograron dividir a la CSUTCB y constituyeron en 1997 —en Challapata— otra organización que se llamó CONAMAQ, impulsado pero también apoyado por algunos ex dirigentes sindicales. Por eso mismo, el ex Ejecutivo de la CSUTCB, hermano Genaro Flores, fue Mallku de su Ayllu.

Algunos miembros o infiltrados de la derecha o partidos políticos en el Conamaq han radicalizado su discurso echando más fuego, diciendo que el sindicalismo no era nuestra forma de organización, que es traído de Europea, es colonial, por tanto el sindicalismo es enemigo de los pueblos indígenas, y los dirigentes sindicales fueron calificados de politiqueros, comunistas, maniobreros, corruptos y mostraron a las autoridades originarias como ángeles santificados, limpios como única reserva moral.

Por eso se llegó al extremo de manejar un discurso racista y discriminador hacia la organización sindical, sin darse cuenta de que es su hermano, de la misma comunidad y ayllu, con los mismos objetivos de lucha.

Por ejemplo, estos pensamientos trasnochados han llevado en norte Potosí para la intervención de la sede sindical, por el Ayllu Chullpa, con el argumento de que la ciudad de Llallagua era territorio de los chullpas y no así del sindicalismo; claro que es de los chullpas, pero también los afiliados al sindicato somos originarios con los mismos derechos, porque no somos q’aras, somos hermanos de sangre.

La CSUTCB, desde el primer momento de la creación de Conamaq ha orientado para dar bienvenida a la nueva organización, pero ha sido difícil que se comprenda el tema de la unidad de las naciones originarias, que es sine qua num o el secreto para la unidad y con esa unidad la definitiva liberación y gobernarnos nosotros mismos, por eso nuevamente es necesario derrotar a la oligarquía neoliberal en sus afanes de dividirnos, que quiere vernos peleados para que retornen ellos y nos gobiernen bajo espada y metralla, y a eso no nos prestaremos los escarmentados, los que ya vivimos la dictadura y el neoliberalismo.

Ahora ha llegado la hora de esclarecer como agua cristalina los objetivos de la CSUTCB, en su política estratégica, se han plateado tres cosas importantes:
1.- Tener brazo económico. 2.- Tener brazo educativo. 3.- Tener brazo político.

Este brazo político decidimos construirlo nosotros para gobernarnos nosotros mismos, el Instrumento Político es nuestro hijo, ahora es de todas las organizaciones sociales, especialmente del Pacto de Unidad, donde están la CSUTCB, CNMCIOB, CSCIB, Cidob y Conamaq; por eso decimos que no somos afines al Gobierno, no somos aliados ni llamaditos, ni somos k’ascacos, menos llunkus, ni nos hemos sumado al proceso, somos padres del Instrumento Político porque lo construimos nosotros e hicimos, es nuestra hechura para que se haga realidad en el terreno de la democracia.

Lamentablemente en estos últimos meses se han cometido errores políticos imperdonables, algunos miembros de CONAMAQ, al entregar a la organización al Partido Verde conocido a nivel internacional por su conducta y aquí en Bolivia un pequeño grupo conformado por blancoides, que durante el gobierno del hermano Evo Morales, contrariamente a sus principios ecológicos, éstos llamados los verdes han defendido a los explotadores de madera, fauna, pesca, turismos, etc., con el argumento de la lucha en favor del medio ambiente y el Tipnis, han marchado junto a ellos los verdes de Rubén Costas y los resentidos del MAS, apadrinados por el capitalismo y otros partidos de derecha.

Ahora nuestros hermanos de los suyos se han convencido de la conducta de algunas de las autoridades originarias que dirigían Conamaq, son traidores que se han desenmascarado al venderse al Partido Verde.

Recordemos que desde el 21 de diciembre de 2011, fecha en que han sido consagrados en el VII Jatun Tantachawi a la cabeza de Félix Becerra como kuraj apu mallku, ha vociferado toda su gestión como un angelito del cielo, en contra del proceso de cambio, en contra de todos, diciendo que el Gobierno está dividiendo, y dijo que el actual jiliri apu mallku Hilarión Mamani (de Potosí) consagrado el 10 de diciembre de 2013 en el VIII Jatun Tantachawi es un impostor porque no le toca por usos y costumbres, ya que no se estaría respetando el muyo o rotación, según lo cual debería tocarle al Suyu Sura (de Oruro).

El muyo o rotación ha sido manoseado y distorsionado por el mismo Félix Becerra, que en el VII Jatun Tantachawi, el cargo de Apu Mallku le tocaba al Suyo Sura, por eso el suyo ya había elegido para su consagración el hermano Cristóbal Ajhuacho, pero por problemas internos renunció y cuando del mismo suyo debía reponer eligiendo otra autoridad, Félix Becerra arrebata ese derecho a los suras sin respetar el muyo o rotación siendo él de otro suyu de Cochabamba, ahora habla como defensor de usos y costumbres descaradamente.

Entonces, algunos de estos hermanos se han vuelto enfermos de poder (sólo quieren estar en el cargo para hablar a nombre de los 16 suyus), y por ello merecen las máximas sanciones según usos y costumbres en los mismos ayllus y suyus a que pertenecen y a los demás dirigentes y autoridades nos corresponde orientar a nuestros ayllus y suyus para que no nos dejemos manipular y así favorecer a la derecha.

Debemos orientar para trabajar comprometida y desinteresadamente para salvar la dignidad y la reserva moral de nuestras comunidades, ayllus y suyus, hermanados con la CSUTCB, Pacto de Unidad, la COB y el pueblo entero en la lucha por el cambio revolucionario que vive Bolivia.
Juan de la Cruz Villca. Ex Secretario Ejecutivo de la CSUTCB