Una estrella color Wiphala

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    Tupaj Katari: una estrella color Wiphala

Idón Moisés Chivi Vargas
Una estrella color WiphalaCuando en 1781 el Oidor Tadeo Díez de Medina daba lectura a la sentencia de Tupaj Katari, le asignaba el denominativo de “monstruo humano”, esta designación zoomórfica y demoniaca se reproduce de modo recurrente en los imaginarios políticos de quienes hoy —en pleno siglo XXI— son los hijos putativos del neoliberalismo y del orden colonial.

Pero cuando éstos no pueden hacer uso literal del término, acuden a otras variantes que conducen exactamente al mismo lugar, la negación de capacidades intelectuales a lo mas nacional que tiene el país: los indios de toda las tierras…

Teníamos que partir de esa primera reflexión para comprender por qué ciertos dóxofos (sabelotodos) no daban crédito a la posibilidad de contar con un satélite boliviano en el firmamento, de hecho se mofaban del sueño porque era un sueño indio…

Hoy que los hechos muestran la realidad del satélite y las innumerables consecuencias benéficas para bolivianos y bolivianas, guardan un silencio sepulcral, típico en su formación de eunucos y burócratas de un imaginario pueblo enfermo…

Hoy Bolivia puede mirar con dignidad una estrella color wiphala en el firmamento, una estrella que nos estará diciendo al oído: Soy ese indio rebelde que fue descuartizado el siglo XVIII y que renació el siglo XXI para consolidar soberanía y ensanchar la dignidad patria.

Una estrella color WiphalaPero no sólo eso, el satélite pone en evidencia la vitalidad y velocidad del proceso de cambio, le muestra al continente lo que se puede hacer cuando se nacionalizan los recursos estratégicos.

Y aquí viene la cuestión del liderazgo, si Evo no soñara, ¿cómo sería el proceso de cambio? ¿Qué velocidad tendría? ¿Tendríamos lo que hoy tenemos? ¿Haríamos lo que hacemos?…

Carlos Marx solía recordar a sus camaradas de la primera internacional que un revolucionario tiene la capacidad de convertir sus sueños en realidad y que cada paso real vale más que una docena de programas…

Ciertamente, ambas notas expresan con toda claridad la cuestión del liderazgo y sus cualidades prácticas, porque una cosa es soñar en el vacío y otra es soñar pisando tierra, una cosa es diseñar grandes programas de desarrollo y otras es dar pasos seguros hacia el Vivir Bien…

Por ello esta revolución es poderosa, porque tiene las condiciones subjetivas y objetivas necesarias, pero además tiene un plus que se llama descolonización.

Sí, descolonización del imperialismo, descolonización interna, descolonización del “no se puede”, descolonización del hacer y el decir, descolonización tecnológica, descolonización a todo nivel…

La descolonización, tal como se ve —a estas alturas—, tiene una velocidad práctica fuerte y una velocidad teórica raquítica…

Una estrella color WiphalaUrge entonces agarrar la velocidad práctica como materia de análisis teórico para que no caminemos raudamente y no nos detengamos a pensar los pasos y convertirlos en la memoria política del proceso para los tiempos que vienen por delante…

Tupaj Katari dijo que volvería y sería millones, volvió y es mucho más que millones, es patria nueva, es soberanía y dignidad. Tupaj Katari representa la resistencia anticolonial y la victoria política de un pueblo que le perdió el miedo al futuro…

El pueblo boliviano tiene Estado Plurinacional, el Estado Plurinacional tiene la conciencia del pueblo… ésa es la dialéctica de la victoria. La victoria es color wiphala…

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