VII Cumbre de las Américas transcurre con flirteos entre EEUU y Cuba y apoyo a VenezuelaAgencia Boliviana de Información ABI «La Guerra Fría acabó hace mucho tiempo, y no me interesa continuar en batallas que empezaron antes de que yo naciera», sostuvo. También dijo que pidió «al Congreso (de Estados Unidos) que comience a trabajar en el levantamiento del embargo a Cuba». A contramano, en una histórica intervención en la VII Cumbre de las Américas, el Presidente de Cuba consideró que el bloqueo a su país «no es responsabilidad de Barack Obama», y dedicó efusivos elogios al presidente norteamericano. «Ya era hora de que yo hablara en esta cumbre», afirmó Castro, y felicitó a Obama «por su valiente decisión de involucrarse con el Congreso de su país para ponerle fin al bloqueo». Castro hizo un repaso exhaustivo de las quejas contra Estados Unidos, en más de medio siglo, y dijo que hubieron muchos presidentes estadounidenses a quien culpar por eso, pero que Obama no era uno de ellos. «Reitero al presidente Barack Obama nuestra disposición al diálogo respetuoso y a la convivencia civilizada. En mi opinión, el presidente Obama es un hombre honesto», manifestó. Por otra parte, Castro consideró «positivo» que Obama haya «reconocido» que Venezuela no es una amenaza para Estados Unidos. «Venezuela no es ni puede ser una amenaza para una superpotencia», sentenció. A su turno, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, manifestó su rechazo a las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela y dijo que el buen momento que atraviesan las relaciones hemisféricas «ya no admite medidas unilaterales y políticas de aislamiento», porque son contraproducentes e ineficaces. «Por ello, rechazamos la adopción de sanciones contra Venezuela», enfatizó la mandataria brasileña. Entretanto, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue muy dura en sus cuestionamientos contra Estados Unidos y calificó de «inverosímil» que el mandatario norteamericano, Barack Obama, vea a Venezuela como una amenaza. «Estados Unidos es la mayor potencia militar, económica y científica del mundo», reconoció Fernández, al comparar que la abismal diferencia que existe entre el presupuestos militar norteamericano, con el de Venezuela. Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue enfático al decir que «vengo en nombre de 30 millones de venezolanos a exigirle a Obama derogue el decreto» que tilda de «amenaza» a Venezuela para la seguridad nacional de Estados Unidos. Maduro se dirigió a su homólogo estadounidense, señalando que «le extiendo mi mano para que resolvamos las diferencias que tengamos». Valoró la recolección de firmas que se realizó en Venezuela y el mundo, con el objetivo de solicitar la derogación del decreto ejecutivo de Obama. Los mandatarios también coincidieron en expresar su solidaridad con el pueblo y Gobierno de Chile, por los efectos de los aluviones que azotan el norte de ese país y que dejaron al menos 25 muertos y más de un centenar de desaparecidos. Morales a Obama: «Deje de hacer la guerra» «Presidente Obama, deje de hacer la guerra y convierta a su país en una república demócrata en lugar de sostener un imperio antidemocrático e insostenible. Evite las guerras como las que produjo hasta ahora. Las guerras sólo benefician a la tiranía financiera a la gran industria armamentista. Deje de destruir civilizaciones enteras, de perseguir fantasmas, deje de gastar tantos recursos sin resultados. La humanidad no quiere guerras, quiere lo básico», afirmó el mandatario progresista de Bolivia. «Presidente Obama pare de convertir al mundo en un campo de batalla, deje de pensar que sólo existen los amigos y los enemigos. Hay también los otros, los que quieren ser solidarios, los que luchan por ideales nobles, los que salvan vidas, los que curan enfermedades, los que alivian el dolor de la gente», afirmó. «Le invitamos a dialogar y a vivir en paz. Vivir en paz es menos costoso que vivir en guerra perpetua. Ninguna guerra ha sembrado la paz. Todas las guerras siembran más violencia y discordia. Lo invitamos a usted se convierta en el líder de un pueblo pacífico y solidario; no de un gobierno beligerante, opresivo y destructivo», sostuvo el líder boliviano. Morales pidió también a Obama apartar de Washington al capital financiero, cosa de humanizar la política internacional actual. «Gobierne usted con su pueblo, para su pueblo y que no gobiernen los banqueros y corporaciones transnacionales de armas, alimentos, medicamentos», sostuvo. «Qué extraña democracia la que instala bases militares en nuestros países, cuando aplica leyes extraterritoriales, cuando tiene cuestiones territoriales pendientes con Cuba y Puerto Rico. De qué democracia habla, presidente Obama, cuando manda a miles de marines armados a nuestros continente para adoctrinar a soldados para que luchen contra nuestros pueblos. Puede haber dialogo con EEUU cuando todo su arsenal y tecnología vigilan nuestros territorios o cuando la IV Flota Naval navega desafiante las costas del Pacífico», apuntó por último. Morales denuncia que EEUU divide América Latina y el Caribe entre buenos y malos «El patrón dominante nos clasificado entre y malos y buenos; palo para los malos y zanahoria para los malos», dijo durante su alocución en que explicó que los rasgos nacionalistas y progresistas de gobiernos de la región han sido demonizados por Washington en base a la doctrina del «palo y la zanahoria» en una región tenida como patio trasero de EEUU. «Los países malos somos los que respondemos con ideas, con dignidad; los malos somos los que nacionalizamos nuestros recursos naturales, los servicios básicos, los que ponemos freno a la arrogancia política de los embajadores de EEUU convertidos en virreyes», explicó. Por primera vez en la historia de Bolivia, Morales expulsó en 2008 al embajador de EEUU, Philip Golberg, al que acusó de complotar contra su gobierno democrático, lo mismo que a las agencias antidroga (DEA, por sus siglas en inglés) y de cooperación (USAID) más tarde por homólogo motivo. Morales dijo, como millones de latinoamericanos, hijo de la pobreza que dominó la historia regional principalmente el siglo XX, denunció haber sido maltratado por la Casa Blanca cuando, entre 1988 y 2005, ejercía la titularidad de los sindicatos de labriegos de coca que le catapultaron hasta la Presidencia de Bolivia, como ejemplo de la gramática utilizada contra los dirigentes que no se avienen a las políticas instrumentadas por Estados Unidos. «A nosotros los poderosos nos dicen de todo. Nos dicen talibanes, narcotraficantes, terroristas, subversivos, dictadores y populistas. Somos malos porque echamos del país a las agencias de cooperación que complotan, a las agencias de inteligencia que trabajan encubiertas; somos malos porque expulsamos a los embajadores como (el acreditado) en Bolivia separatistas, que financian la corrupción de la gente; somos malos porque defendemos nuestra soberanía política y económica». «Desde los Estados Unidos se nos mira con desprecio y se nos trata como súbditos irreductibles». «Qué ha hecho nuestra América Latina y el Caribe para merecer castigo imperial, la intervención armada, las anexiones territoriales, o la injerencia política delos Estados Unidos contra nuestros pueblos; qué hemos hecho los latinoamericanos y caribeños para ser tratados como si fuéramos esclavos en nuestro propio territorio. Por qué nos tratan como enemigos». «Nuestra América Latina y el Caribe han vivido secuestradas política, económica y militarmente por la potencia imperial a partir de la definición norteamericana monrroísta: «América para los norteamericanos». No queremos más Monrroe en nuestro continente, ni más doctrina Truman, ni más doctrina Reagan, ni más doctrina Bush; no queremos más decretos presidenciales ni órdenes ejecutivas declarándonos como amenaza para su país; no queremos que nos vigilen, que pinchen nuestros celulares, espionaje o que secuestren aviones presidenciales. Queremos vivir en paz, déjenos vivir en paz», deploró la vigencia de la visión civilizatoria de La Casa Blanca sobre América Latina y el Caribe. «Han pasado más de 200 años de la independencia de los EEUU y este país continúa viendo a nuestra región no sólo como su patio trasero sino como su patrimonio que le pertenece por designio divino», hizo notar. Morales pide a EEUU resarcir el daño ocasionado en 50 años de bloqueo «El presidente Obama decia que «va a ayudar a Cuba». No tiene que ayudar, sino resarcir los daños que hizo a Cuba por 50 años», manifestó el mandatario boliviano ante el plenario que prorrumpió en aplausos. Los dichos de Morales se escucharon después de que la Cumbre de Panamá hubo abierto con un apretón de manos entre Obama y su par cubano, Raúl Castro. «De qué democracia puede hablar (EEUU) cuando bloquea de manera cruel durante 50 años a un pueblo que sólo quiere vivir en paz y ser solidario como Cuba». Pese a que Obama hubo retirado el concepto de que Venezuela representaba una amenaza y luego de decirse defensor de los procesos políticos institucionales en América Latina, Morales reseñó la convicción democrática del gobierno de Caracas y la historia de paz del gobierno legítimo que preside Nicolás Maduro. «De qué democracia puede hablar (Obama) cuando convierte a un pueblo revolucionario como el de Venezuela en una amenaza para su seguridad nacional. El pueblo venezolano junto a América Latina y el Caribe no somos amenaza para nadie. Somos pueblos cuyas armas de combate son la solidaridad, la justicia, la igualdad, las ideas; luchamos para que nuestros ciudadanos gocen de su condición de seres humanos», afirmó en un aparte de un discurso de 22 minutos. El líder boliviano fustigó las políticas beligerantes de EEUU durante el siglo XX y lo que va del XXI. Morales pide a Obama expulsión de EEUU de criminales impunes bolivianos y latinoamericanos «Le pido expulsar a los delincuentes del territorio de su país. No es posible que su país se convierta en albergue de terroristas confesos, de corruptos, de asesinos, de separatistas que se escapan» para eludir las leyes de los países donde cometieron tropelías, dijo ante el plenario de la VII Cumbre de las Américas que celebra en Panamá. Morales se refirió sin nombrarlo al expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003), procesado por la justicia boliviana en ausencia por genocidio y peculado. También requirió, tácitamente, la expulsión y entrega de los ministros de Sánchez de Lozada, acusado por la muerte por bala de 70 civiles durante una insurrección popular en octubre de 2003, Carlos Sánchez Berzaín y Jorge Berindoague, además de Guido Añez. Entre otros a un empresario de aeronavegación, Ernesto Asbún, responsabilizado por la quiebra financiera del privatizado Lloyd Aéreo Boliviano, línea de bandera del país hasta 2002 y otro empresario Humberto Roca, accionista mayoritario de la compañía Aerosur, también quebrada en 2007. Lo propio, pareció mencionar, entre otros, al cubano estadounidense Luis Posada Carriles, acusado de volar en el aire un avión de Cubana de Aviación con 135 pasajeros a bordo. Posada Carriles vive en Miami. |