España mañana será republicana¿Sirven para algo los reyes?César Lévano / laprimeraperu.pe España en el corazón, el poeta expresó su solidaridad con la República que se había instalado en la península y que era atacada por militares fascistas, aristócratas monarquistas, ociosos y egoístas, y curas oscurantistas. César Vallejo compartía la posición de Neruda, la cual volcó en España, aparta de mí este cáliz. El fascismo de Franco, con la ayuda de Hitler y Mussolini y ante la “neutralidad” del capitalismo mundial, conquistó el poder, e instaló una dictadura medieval. Después, el franquismo en quiebra cedió el paso al rey Juan Carlos. Un hábil y flexible premier llevó al monarca a presidir una apertura democrática. En 1981, frente a un intento de golpe militar, demostró su condenación a todo intento restaurador de la España arcaica. A partir de entonces, la imagen del rey se afianzó en la simpatía española y mundial. En años recientes, esa aura se rajó. Aventuras donjuanescas del monarca, pero sobre todo delitos financieros de su yerno, Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, desdibujaron la institución monárquica. El delictuoso yerno había creado una entidad que desviaba fondos públicos a empresas privadas de su propiedad. Una de esas sociedades era copropiedad de la infanta, por lo cual el juez instructor ha propuesto instalarla en el banquillo. En esa atmósfera se produjo el lunes 2 la abdicación del rey. Esa niebla explica que de inmediato se desataran en toda España marchas de ciudadanos que exigen un referéndum con la mira de eliminar la monarquía. Los partidos de izquierda encabezan esa exigencia. Sin embargo, los dos partidos mayores del país, el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, apoyan la institución. La actitud antimonárquica es antigua en España. En particular entre los pensadores socialistas y anarquistas. La Internacional, el himno proletario, proclamaba en coros multitudinarios: “Ni en dioses, reyes ni tribunos / está el supremo salvador. / Nosotros mismos realicemos / el esfuerzo redentor.” En 1931, el rey de España se vio obligado a abandonar el trono. Se instaló un régimen republicano. Ilía Ehrenburg, el gran escritor judío soviético, recorrió el suelo ibérico en esos días y así se inspiró para su libro España, República de Trabajadores. El país se había declarado, en efecto, “República de trabajadores de todas clases”. El escritor definió a la España de entonces como un pueblo noble y generoso, integrado por veinte millones de andrajosos Quijotes. Ahora, al soplo de la pobreza, el desempleo y la putrefacción oligárquica, se difunde en España el lema: “España, mañana / será republicana”. |