Año Nuevo AndinoPerú y Bolivia celebraron el Año Nuevo AndinoHumberto Ccopa / katari.org El recibimiento del Año Nuevo Andino, también llamado como el Willka Kuti, que se conmemora cada 21 de junio, se desarrolló en la ciudad de Puno, en el Cerrito de Huajsapata, cuya actividad empezó a las 4 de la mañana del último sábado. La ceremonia ritual de bienvenida de los primeros rayos solares, ha sido presidida por el presidente regional Mauricio Rodríguez, además de la participación de otras autoridades como el gobernador René Calsin y el alcalde Javier Humpiri. “Estamos celebrando el Año Nuevo Andino, con alegría para armonizar nuestro espíritu personal con el cosmos, estamos asistiendo a la salida del sol para vivir de su energía y fortalecer la unión”, señaló Mauricio Rodríguez. Instó, a las autoridades a estar unidos y enfrentar los retos que se vienen por delante, y auguró los parabienes para todas las autoridades, que al término de sus períodos de gestión concluyan las obras, que se propusieron hacerlo. Similares actividades se desarrollaron en el ámbito de la región Puno, acompañadas con ceremonias rituales de pago a la “Pachamama”, como acto de renovación espiritual para la poblaciones andinas. “La celebración del Año Nuevo Andino está creciendo en la región Puno, pues la ceremonia de recibimiento del nuevo año se realizó en gran parte de los distritos y provincias”, indicó José Morales, coordinador de la Asociación Nativa. Los actos conmemorativos a esta fecha, también marcaron mayor relevancia en las provincias de El Collao, Chucuito y Yunguyo, donde es conocida el Año Nuevo Andino como ´Machaq Mara´, recordando este día con el desarrollo del concurso de danzas autóctonas. Por la trascendencia que ha marcado las celebraciones del Año Nuevo Andino, desde la Dirección Regional de Cultura de Puno, se viene promoviendo el expediente que busca declarar como “Patrimonio Cultural de la Nación, a fin de que tenga un trascendencia similar a la fiesta del Inti Raymi en Cusco. Celebraciones en Bolivia El Fuerte de Samaipata, que en 1998 fue declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, y considerado como la mayor obra de arquitectura rupestre, ubicada a poco más de 120 kilómetros al oeste de la ciudad de Santa Cruz, lugar que ha sido el lugar elegido para observar el Lucero del Alba. En años anteriores Evo Morales llegó al templete de Kalasasaya en las ruinas líticas de Tiwanaku, en el altiplano de La Paz, para celebrar en medio de ritos andinos el nuevo año aymara. “He pedido fortaleza y energía para seguir trabajando por el pueblo”, han sido sus primeras palabras del presidente boliviano, en medio de la multitud de personas, entre aymaras y quechuas que se dieron cita al lugar sagrado de Samaipata. De acuerdo a la tradición y las creencias arraigadas en los pueblos indígenas, los primeros rayos de sol llenan de buena energía, a todos aquellos que saludan su aparición con los brazos extendidos y las palmas hacia el naciente. Para la población creyente de los saberes andinos, el 21 de junio es el día cero en el calendario aymara y permite a todos a limpiarse de las cosas malas, de actitudes negativas, y con las nuevas energías adoptar nuevos hábitos de vida que alimenten el espíritu. Cabe destacar, que el cálculo poco ortodoxo del año 5 mil 522 surge de la suma de los cinco ciclos (cada uno de mil años) de historia social de los pueblos originarios hasta el inicio de la conquista española en 1492, más los 522 años que pasaron desde entonces. El 21 de junio también es la fiesta por el solsticio de invierno en el hemisferio sur. |