Neocolonización de la despatriarcalizaciónJulieta Paredes / feminista comunitaria En ese sentido, la despatriarcalización es una política pública del actual proceso de cambio, que tiene como logro el marco conceptual del Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades, aprobado en 2008. La despatriarcalización y la descolonización de los cuerpos de las mujeres, desde la autonomía de nuestras decisiones, son una piedra en el zapato para quienes dirigen el Viceministerio de Descolonización y la Unidad de Despatriarcalización, porque ellos consideran que estas dos palabras son su monopolio. ¿Qué visión tan neoliberal y colonizadora, no es cierto? El feminismo es un movimiento antimilitarista, pues las guerras tienen como carne de cañón a las mujeres y a los hombres pobres, son ejércitos al servicio de los grupos de poder de los hombres. Hay oradoras y oradores a quienes sería interesante escuchar, como el hermano David Choquehuanca, pero debemos informar que, para hablar de feminismo y descolonización, están trayendo a una académica argentina-estadounidense, quien vive alrededor de 20 años en el país del norte. Esta presencia es contradictoria, pues permanentemente se denigra al feminismo por boca de Elisa Vega, de la Unidad de Despatriarcalización. Sin embargo, cuando se va a discutir con feministas, porque para discutir de patriarcado y despatriarcalización hay, pues, que discutir con feministas, ellas eligen a representantes de la colonia yanqui. Eso nos muestra el grado de neocolonialismo vigente. De yapa, es un hombre quien dice que dará la metodología de la despatriarcalización. Nuevamente, el patronaje de los que creen que desde arriba van a dar línea o dirigir a las mujeres y a nuestras organizaciones sociales, cuando hace rato que hay una producción teórica y política propia muy rica, como la tesis política de La Alianza de Mujeres, a quienes por cierto no invitaron a ser expositoras. Nuestra preocupación mayor es porque esta cumbre constituye un evento internacional, y la miopía del Viceministerio de Descolonización no tiene límites. No son ellas y ellos los que quedan mal cuando se plantea la descolonización y la despatriarcalización como etiquetas folklóricas sin contenido, o cuando se presentan los matrimonios indígenas como un logro de la despatriarcalización. Seremos, pues, motivo de burla. Las expectativas internacionales se chocan con mentes colonizadas y patriarcales de las actuales autoridades, quienes exhiben ignorancia, desinformación y mediocridad sobre los avances teóricos que hay en el país al respecto. |