Elena Zhuravleva / katari.org Iván Timoféyevich Beliáyev nació en 1874. A temprana edad inició la carrera militar. Tuvo brillante actuación en la infantería rusa en la Primera Guerra Mundial (1914). Recibió la condecoración de San Jorge. Con la victoria de las fuerzas revolucionarias populares, derrocado el régimen imperial y producido el alevoso asesinato del zar Nicolás II y su familia, abandonó su patria acompañando el primer grupo de militares y técnicos que encontraron asilo en el Paraguay. Estos inmigrantes llegados en 1924, eran conocidos como rusos blancos para diferenciarlos de los otros, los sublevados, los rojos. Desde su afincamiento adoptaron el nuevo país como propio, identificándose de inmediato con sus acuciantes necesidades. Sus estudios cartográficos fueron de relevante utilidad para el comando de operaciones. Estaban bien marcadas las aguadas como la laguna de Boquerón y de Pitiantuta, cuya posesión fue el detonante de las acciones guerreras. Es un hecho poco conocido (y menos reconocido) que Belaieff formo un cuerpo expedicionario con un numeroso grupo de indigenas maká, que estando en primera línea de fuego fue en gran parte colaborador para la victoria en la batalla de Nanawa, proporcionando la informacion indispensable para las decisiones de las fuerzas paraguayas. Este cuerpo, enteramente a su mando, desarrolló cantidad de acciones de exploracion en la guerra. Finalizada la guerra y durante el gobierno de Rafael Franco del Partido Revolucionario Febrerista, fue declarado Ciudadano Hononario del Paraguay por el Decreto Ley Nª 3.402 del 11 de mayo de 1936. Carlos Zubizarreta anota que la curiosidad científica de Belaieff y el aprecio al indígena, especialmente los makás, le revistieron de gran popularidad. Se identificó completamente con dicha etnia, hablándoles en su idioma y adoptando sus hábitos. Belaieff fue respetado como un líder espiritual de la parcialidad. Los makás aprendieron del ruso rudimentos de agricultura y la habilidad para servirse de animales domésticos. Terminada la guerra, el general Juan Belaieff, en un utópico intento de lograr la dignificación social del indígena se esforzó en asentarlos en la ribera del río Paraguay, frente al puerto Botánico, donde concurría habitualmente a prestarles asistencia. Junto a Andrés Barbero fue uno de los fundadores de la Sociedad Indigenista del Paraguay. Dio amplia difusión a los trabajos etnográficos de León Cadogan y colaboró para la creación de colonias rusas en el Paraguay. Su interés en la suerte de los indígenas y su extraordinaria ayuda técnica para la preparación de la defensa del Chaco lo convirtieron en una figura de gran renombre nacional. La mayor parte de sus compatriotas militares tuvieron brillante participación en la campaña guerrera. Otros de ellos, se destacaron como catedráticos de gran altura académica, particularmente en matemática. Los rusos lucharon en la guerra con una entrega y temeridad sin límites. La historia recoge con veneración los nombres de los que cayeron en combate. La investigación del territorio de Chaco por 1925-1932 se hacía la contribución importante de Belyaev a la ciencia mundial geográfica y etnográfica. Habiendo hecho 13 expediciones, Belyaev ha dejado la herencia extensa científica dedicada a la geografía, la etnografía, la climatología y la biología de este borde. Él ha estudiado la vida cotidiana, la cultura, las lenguas y las religiones de los indios locales, ha compuesto los primeros diccionarios: el español-moca, español-chamakoko. Las investigaciones de Belyaev han ayudado comprender la estructura difícil de raza y etnolingüística de la población india de Chaco. Las notas sobre los indios de Chaco tienen el valor especial, porque su autor no era el observador imparcial, y concebía la vida de los indios de dentro. Habiendo dejado el servicio militar, Belyaev se hacía a la cabeza de la lucha por los derechos de los indios paraguayos. Pero el patronato Nacional por los asuntos de los indios, que dirigía Belyaev, no ha recibido ni dinero, ni las tierras para la organización de las colonias, y el director mismo poco tiempo después era desplazado del puesto. Pero Belyaev no ha tranquilizado. En abril de 1938 en el teatro Nacional de Asunción con el lleno ha pasado el estreno del espectáculo primero en las historias de América el teatro indio sobre la participación de los indios en “la guerra de Chaco”. Dentro de un tiempo la compañía en 40 personas bajo la dirección de Belyaev ha salido a las giras artísticas a Buenos Aires, donde los esperaba el éxito estrepitoso. En octubre de 1943 Belyaev ha recibido, al fin, “el bien” a la creación de la primera colonia india. En el año siguiente Belyaev ha restablecido como el director del patronato Nacional de los asuntos de los indios con la atribución de todos los méritos pasados y el título del administrador General de las colonias indias. Hasta el último día la vida Belyaev luchaba por los derechos de los indios: contaba a los poderes de su posición dolorosa, sobre las violencias y los crímenes de blancos, exigía el permiso de libertad de la caza y el movimiento etc. Juan Belaieff falleció en Asunción el 19 de enero de 1957. Por su propia determinación, sus restos fueron sepultados en la aldea de sus hermanos maká, en el asentamiento que ocupaban en una isla del río Paraguay, frente a la localidad de Zevallos-Cue, a la altura del Jardín Botánico y Zoológico de Asunción. Cuando en los años 80 los maká fueron reubicados en un predio de Mariano Roque Alonso, en tierra firme, unos km río abajo, un grupo de ellos se quedó a vivir en la isla, para custodiar su tumba. El actual (a 2011) cacique maká es ahijado de Belaieff y su padre fue practicamente criado por él. |