Agencia Boliviana de Información ‘Nos toca construir con claridad los pilares fundamentales para levantar una nueva sociedad y Estado, más incluyentes, más participativos, más democráticos, sin discriminación, sin racismo, sin odios y sin división como manda la Constitución Política del Estado. Consideramos que debemos plantear 13 pilares de la Bolivia digna y soberana’, postuló durante el mensaje informe que brindó en la sesión de honor de la Asamblea Legislativa Plurinacional, en La Paz. En línea con la más anclada de sus políticas, la lucha contra la pobreza extrema, que hace gemir a menos de 30 de cada 100 bolivianos, Morales pergeñó un país más justo y bajo la égida del socialismo comunitario. ‘La extrema pobreza es un insulto para un país que es altamente rico en recursos naturales’, advirtió. El mandatario de extracción indígena y humilde habló de un país que en 12 años más haya democratizado los servicios básicos (agua potable, luz eléctrica y alcantarillado) en el 100% de su población. ‘Estos servicios no son un negocio y no pueden ser privatizados para generar lucro y ganancias privadas a costa de la pobreza’, apuntó. También postuló el acceso universal e irrestricto a la salud, educación y deporte, por todos los bolivianos. ‘No hay vivir bien si nuestro pueblo no tiene las mejores condiciones para cuidar la salud de las personas, practicar los deportes y desarrollar su creatividad artística’, propuso. En agudo contraste con su pasado de 180 años de escases y frustraciones, la Bolivia bicentenaria debería contar, dijo en un discurso de más de 4 horas, con soberanía científica y tecnológica pero con identidad propia. ‘El conocimiento y la tecnología son fundamentales para poder acceder y llevar servicios básicos a todo el país y para poder explotar de mejor manera nuestros recursos naturales renovables y no renovables’, pregonó. También proclamó que el país más dependiente del capital financiero internacional en América del Sur, principalmente hasta 2006, debería apuntalar su soberanía comunitaria financiera. ‘Bolivia no puede depender de los gendarmes financieros que promueven recetas del desarrollo neoliberal, privatizadoras y mercantilistas, y que chantajean a los estados y pueblos condicionando los créditos y las donaciones al cumplimiento de acciones y políticas de asimilación de la inversión privada y nacional con favoritismo’, explicó. El séptimo de los 13 pilares de la Agenda Patriótica para el Bicentenario de Bolivia en 2015, prevé una política de Soberanía sobre nuestros Recursos Naturales con Nacionalización, Industrialización y Comercialización en Armonía y Equilibrio con la Madre Tierra. ‘Bolivia al año 2025 será un país productor y transformador de alimentos, productor y exportador de energía eléctrica aprovechando plenamente su potencial hidroeléctrico y desarrollando exitosamente proyectos de energías renovables de gran capacidad de generación’, reza el postulado. Fidelísimo a su decisión de convertir a Bolivia, emplazada en 7 zonas fisiográficas y similar número de pisos agrícolas, en un país soberano en la dotación y producción de alimentos, el mandatario, un agricultor en su juventud temprana, calcó en la Agenda Patriótica, su política de la seguridad y soberanía alimentarias. ‘Cuando en Bolivia se habla del Saber Alimentarse para Vivir Bien, nos referimos a estas diferentes dimensiones de la alimentación y que se pueden resumir en alcanzar la seguridad alimentaria con soberanía en el marco del derecho humano a la alimentación’, confirmó. ‘La industrialización y transformación de nuestros recursos estratégicos son la base para avanzar en la erradicación de la extrema pobreza y contribuir al desarrollo integral del pueblo boliviano’, agregó. En la misma línea conceptual propuso el valor de la Soberanía Ambiental con Desarrollo Integral respetando los derechos de la Madre Tierra. ‘Bolivia tendrá que haber logrado al año 2025 construir un proceso internacional alternativo basado en el reconocimiento y respeto de los derechos de la Madre Tierra, la acción colectiva de los pueblos en la conservación y uso ostensible de la naturaleza y de los enfoques que no están basados en los mercados’, enunció. Entre los patrones de la Agenda boliviana de 2025 planteó, como objetivo, la integración complementaria y no competitiva de los pueblos con soberanía, con exclusión de la filosofía y práctica del capital internacional. ‘Este es un momento en el que los pueblos del Sur, y también con los pueblos del Norte, debemos compartir, apoyarnos y fortalecernos social, económica, tecnológica, financiera y culturalmente’, sostuvo en las postrimerías de su alocución. Morales propuso asimismo la consolidación de un Estado y su administración apegados a la transparencia y los heraldos de las normas del comportamiento social de los pueblos originarios andinos prehispánicos, no robar, no mentir y no ser flojo. ‘Debemos tener claro que no puede haber Estado fuerte si no hay transparencia, ética y moral en la administración pública. Un Estado con funcionarios públicos injustos, corruptos, oportunistas, ladrones y flojos es un estado antipatria’, señaló. El décimo segundo postulado plantea el Disfrute y Felicidad Plena de Nuestras Fiestas, de Nuestra Música, Nuestros Ríos, Nuestra Selva, Nuestras Montañas, Nuestros Nevados, de Nuestro Aire Limpio, de Nuestros Sueños. ‘Bolivia ha apostado con su nueva Constitución por un nuevo horizonte civilizatorio en el que los seres humanos y los seres naturales deben convivir y apoyarse mutuamente’, dijo antes de referirse a la principal razón de la política exterior de Bolivia, la reivindicación marítima a Chile, con cuyo gobierno, pese a una gestión desplegada entre 2006 y 2010, no ha podido alcanzar un acuerdo feliz. ‘Imbuidos por fuerza de la razón, la solidaridad y la complementariedad de los pueblos, por fuerza del apoyo mutuo, de la integración de los pueblos, por el mandato de la justicia, de la verdad histórica, por la fuerza de la diplomacia de los pueblos, con la sabiduría de nuestras autoridades nacidas de las entrañas de nuestros pueblos y que gobiernan con ellos, con la energía de nuestros ancestros de nuestros espíritus, nos reencontraremos con nuestras hermanas y hermanos chilenos, con el pueblo chileno y así se abrirán los caminos para reencontrarnos con nuestro mar’, acotó. Bolivia demanda sin cejar a Chile una franja soberana de 20 km de litoral, después de perder en una guerra en 1879, todo su mar, 400 km de costas y 120.000 km2 de territorios ricos en el Atacama. |