En la cosmovisión andina, la Navidad se inicia con el tiempo de la fertilidadCambio / ABI La Navidad —de acuerdo con la cosmovisión andina— coincide con el Solsticio de Verano, es decir con el inicio del tiempo de la fertilidad y la abundancia, que llega con el comienzo de las lluvias cada 21 de diciembre. Según las costumbres de nuestros antepasados —afirma el historiador Jesús Llusco—, en la región andina esta época se denomina ‘jallu pacha’ (que en castellano significa tiempo de lluvias), marcando de este modo “el tiempo de las illas”. El experto explicó a Cambio que, en el contexto aymara, los pueblos indígenas acostumbraban fabricar pequeños muñequitos de arcilla, denominados desde tiempos antiguos illas. “Las illas más comunes eran en forma de vacas, llamas, ovejitas, etc. Todas en miniatura”, comentó Llusco. Estas artesanías eran acomodadas al lado de las ventanas para que los rayos solares reflejen su energía en ellas para que se puedan materializar en un futuro inmediato. Esta afirmación es corroborada por la ejecutiva departamental de la Federación Departamental de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de La Paz Bartolina Sisa, Felipa Huanca. “Me acuerdo que cuando era niña mis padres y abuelos me enseñaban a hacer muñequitos y animalitos de arcilla para que haya abundancia en la casa”, relató la dirigenta. Entre las figuras más comunes representadas por las habilidosas manos de los indígenas se encontraban las llamitas, ovejitas, ollitas, además de otros elementos característicos de la región andina. De acuerdo con las creencias de los hermanos campesinos —indica el historiador—, el resultado de este ritual ancestral es la obtención de abundante producción en sus cosechas, además del incremento de cabezas en la población de su ganado. Distorsión de las costumbres andinas Comentó que, al representar un perjuicio para la celebración de la Navidad, los españoles hicieron que la fiesta de la Alasita se trasladara al mes de enero. La fiesta de las miniaturas era celebrada al inicio del tiempo de lluvias junto con el Solsticio de Verano hasta que los españoles implantaron la celebración de la Navidad, afirma. “La Navidad en el campo es diferente a la de la ciudad. No conocemos villancicos ni regalos”, comentó la dirigenta indígena paceña luego de rememorar vivencias de su infancia. De acuerdo con la cultura andina —agrega el viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas—, la Navidad andina llega cada 21 de diciembre con el Solsticio de Verano, hecho que se celebra con ritos y rituales. “Si bien se hace una petición, ésta no tiene un sentido de regalo (como en las costumbres foráneas), sino de la materialización del deseo mediante el trabajo y esfuerzo propio para conseguirlo”, comentó. Ambas fiestas rescatan la unidad familiar Aunque los bailes con villancicos celebrando el nacimiento del Niño Jesús no son originalmente una práctica ancestral, sí lo es la reunión de los familiares, confirmó por su parte el diputado paceño Jorge Medina. “La Navidad siempre fue considerada como el día de la familia, sobre todo de los niños”, sostuvo. Cuenta el legislador que —a diferencia de hoy— hace años no se sufría tanto a causa del consumismo, porque los padres elaboraban con sus propias manos los regalos para sus hijos. “Para los niños hacían autitos de madera y, para las niñas de estuco o arcilla, se las llamaba pastitas”, relató el asambleísta indígena afroboliviano. |