Miguel García Angelo: cambio.bo Con este artículo intentaré demostrar que la prensa internacional desconoce la cultura boliviana y por ende no hace investigación periodística. Aún más preocupante, algunas redes de televisión bolivianas han informado este tipo de hechos sin contextualizarlos. Estos son algunos de los titulares que sacó la prensa internacional sobre las coplas de un grupo de ciudadanos(as) y el Presidente: El Diario ABC de España, “Evo, el machista”; El Mundo, de Madrid, “Acusan de machista y misógino a Evo Morales”; el periódico El Norte de Ecuador, “Carnaval de críticas y machismo”; la página Eju describe: “Video de las coplas de Evo da la vuelta el mundo y recibe duras críticas”; otros medios, “Presidente misógino y torpe”, “Presidente coplero”, “Evo dedica coplas a sus ministras”, la Radio RPP del Perú decía “Evo Morales demuestra su picardía al cantar coplas por carnavales”; otros medios: “Evo Morales causa indignación por sus coplas carnavaleras”; Ahora, veamos qué es el Carnaval y, en ello, qué representan las coplas. El Carnaval es una práctica que viene desde la Babilonia hace 4.000 mil años. En ese tiempo, las grandes autoridades eran subvertidas o cambiadas, al punto que los sirvientes llegaban a darles órdenes burlescas a sus amos. Con esta tradición, mezcla de sangre, humor y protesta, el monarca marcaba un nuevo período de su reinado. Para el antropólogo Xavier Albó (2002), todo ser humano y todo grupo cultural tiene el derecho de utilizar su propia cultura y a identificarse de acuerdo con ella en los diferentes ámbitos, público y privado, sin que ello sea alguna forma de discriminación social. Por lo tanto, la cultura es el conjunto de rasgos compartidos y transmitidos por un determinado grupo humano, que sirven para organizar su forma y estilo de vida, darle identidad y diferenciarlo de otros grupos humanos. Como se puede observar, es lamentable que la prensa internacional redacte titulares enteros con una falta de conocimiento sobre la cultura boliviana. Las coplas son parte del Carnaval burlesco; las coplas son expresiones compartidas y transmitidas en la cultura boliviana; es decir, las coplas son un derecho humano —dice Albó— que no puede ser discriminado socialmente. Por lo tanto, cuando la prensa internacional califica las coplas como “misógino”, “machista”, “causa indignación” y otros está discriminando estas expresiones culturales bolivianas. Desde el punto de vista periodístico, se está descontextualizando el hecho —las coplas en Carnaval— y cuando eso sucede se distorsiona la noticia. Posiblemente, el amarillismo y la falta de investigación periodística —como hipótesis— de estos medios sudamericanos hayan sido utilizados para aumentar sus ventas, rompiendo procedimientos básicos de periodismo. A todo esto, se agrega la (des)información que difundieron algunas redes de televisión bolivianas sin contextualizarla. Otra vez, o el periodismo lo siguen manejando “empíricos” o existe nomás una “intención oculta” de algunos medios de desprestigiar a un Gobierno, como alguna vez ya se quejó el presidente. El periodismo también es investigación, contextualización y, finalmente, siempre fue, es y será un servicio social, no una mercancía que sirve para subir las ventas de un medio o hacer oposición política. |