Fortunato Esquivel La relación de fuerzas políticas todavía es favorable al actual régimen pues la oposición se encuentra desorganizada y sin liderazgo definido. Esta situación no parece tener solución a mediano plazo, por lo que la única oposición es presentada por los sectores sociales cooptados por las Ong’s financiadas por el imperio que actúa solapadamente. Las acciones subversivas fueron lideradas últimamente por indígenas que bajo pretexto de proteger la virginidad del Tipnis iniciaron una marcha que llegó a La Paz y logró una ley para respetar la intangibilidad de esos territorios. Pero resulta que el Tipnis ni es virgen, ni es lugar donde los aborígenes viven felices como en el paraíso terrenal. Grandes contrabandistas de madera depredan sus bosques, de consuno con dirigentes indígenas corruptos que permitieron además el ingreso de empresas hoteleras que lucran con turistas ávidos de ver hombres de taparrabo, tigres y lagartos que ya están extintos en otras partes del planeta. Ese conflicto preludió al que ahora perjudica a millones de afiliados a la Caja Nacional de Salud (CNS) y Caja Petrolera de Salud (CPS). En la primera están afiliados 2.5 millones de trabajadores y en la segunda casi un cuarto de millón. No existe atención médica, por los sucesivos paros que desembocaron en huelga general indefinida. En la CNS se exige la destitución de su recién nombrado gerente y de la ministra del ramo. Los empleados de la CPS quieren imponer la renuncia, no destitución, de su director general. Aquí los empleados pretenden evitar el pago de beneficios sociales. El conflicto lleva varios meses. ¿Un mundo al revés? Ahora, son los empleados los que se han auto concedido el “derecho” a despedir ejecutivos y hasta ministros basados en la presión del paro y la huelga. Un mundo al revés. ¿No son éstas acciones, más parecidas a la subversión? Los daños son enormes. Los asegurados, que aportan, para el pago de sueldos y salarios, están perjudicados. Muchos precisan atención especializada. Enfermos de riñones, afectados por cáncer de diferente naturaleza, no pueden recibir la atención que generalmente es perentoria y con fechas señaladas. Algunos fallecerán por esa falta de atención que los servicios de emergencia no pueden solucionar. ¿Y quienes son responsables de tamaña negligencia? Los sindicalistas, se han autocalificado “dueños” de las entidades aseguradoras y por tanto promocionan huelgas que luego pretenden desembocar en “asueto pagado”. ¿Qué las instituciones aseguradoras, precisan reestructuración? Con seguridad, en algunos casos la corrupción es evidente. En la CNS existen 9.000 empleados, de los cuales por lo menos 900 están vinculados familiarmente. Verdaderas mafias han permitido el ingreso de familias enteras que ahora se han convertido en “luchadores sindicales”. La corrupción sindical y médica de ambas instituciones resiste cualquier intención de cambio. Un ejemplo. En la CNS, filial Santa Cruz, hace varios años se alquiló un mamógrafo cuyo costo llega a un millón de dólares. Los médicos vieron afectados los intereses de sus clínicas particulares e impidieron su funcionamiento. El mamógrafo de última generación, debía ser devuelto, pero desapareció. Tras un juicio, el Estado desembolsó dinero para pagar el aparato, pero dinero y mamógrafo desaparecieron. La Ministra Nardy Suxo, conoce el caso, pero aparentemente este hecho de corrupción de una mafia de médicos, no será esclarecido. En la CPS, los negocios con la compra de medicamente son denunciados periódicamente. Los médicos, se quejan con regularidad de los errados resultados de análisis, pues sus reactivos no parecen ser los más adecuados y los asegurados tienen que recurrir a estas pruebas en instituciones particulares. Libre afiliación Pero, la libre afiliación no es reciente, está vigente desde hace varios años. De hecho varias instituciones salieron de la CNS y se fueron a la CPS u otras. La reestructuración en los seguros es algo que el actual gobierno debe encarar con valentía y seguridad. La dictadura de dirigentes sindicales que se mantienen por largos periodos, tiene que terminar, porque han desembocado en mafias que defienden el nepotismo de supernumerarios que depredan los recursos institucionales. Faltan médicos y sobran empleados en los dos seguros, actualmente en conflicto. |