Aureliano Turpo Choquehuanca. Socio-Etnólogo-Antropólogo Quechua. Puno Perú Historia que respondía y responde a la idiosincrasia de la lógica de pensamiento de los Españoles Americanos (Criollo, Mestizo y Mulato); actores de la guerra separatista y emancipadora, impulsada y financiada por el capital comercial de Inglaterra, interesada en romper el monopolio comercial de España. Inglaterra estuvo interesada en controlar Argentina y Uruguay, para ello hicieron numerosos planes y estudios en Londres. Los primeros impulsores del colonialismo interno, tras la bambalina de la emancipación, fue Vizcardo y Guzmán, quien en 1780, desde Italia, anuncia que al mando del almirante Johnstone se dirigirá a Buenos Aires una escuadra de guerra, que no llega a concretarse, finalmente. Sin embargo, en 1806, se proporcionan barcos, marinos y soldados a Francisco de Miranda sin mayores sobresaltos. La huida del virrey del Río de la Plata fue el signo de debilidad chapetona. Ante esta situación política, el virrey José Fernando de Abascal (1806-1816) consolida el virreinato de Perú, logrando que Lima sea el centro de las operaciones militares de la corona española en contra de los hijodalgos criollos y mestizos de los españoles en territorio tawantinsuyano. El virrey Abascal había abatido los levantamientos de Tacna y Cusco y se aseguró de enviar tropas a La Paz, Quito y Santiago de Chile para sofocar a los emancipadores criollos, mestizos y mulatos. Goyoneche, desde la presidencia de la Audiencia del Cusco, organiza un ejército con pobladores de Arequipa, Cusco y Puno con el propósito de derrotar a los emancipadores independentistas, que en 1809 en la ciudad de La Paz (Bolivia) ya había formado la Junta Gobernante Tuitiva, lo que puso en videncia el sobresalto de los chapetones y provocó, por consecuencia, que convulsionara el sur andino del Kollasuyu-Tawantinsuyano. Es importante recordar que personalidades como Gabriel Aguilar, minero Wanuk`eño (Huanuco) y José Manuel Ubalde querían apoderarse de la Audiencia del Cusco y de las Cajas Reales con la finalidad de Restaurar el Tawantinsuyu y la Administración Comunitaria del Inka. El argumento político fundamental fue que “ya no hay rey en España y debemos independizarnos” (1805). Esta iniciativa se irradió por todo el Kollasuyu (Alto y Bajo Perú), siendo La Paz uno de los centros insurreccionales importantes. El intento insurreccional fracasa por la traición del mestizo cristianizado en el confesionario y Ubalde y Aguilar son ejecutados de acuerdo a los cánones de la Santa Inquisición Católica, Apostólica y Romana. Charcas y la universidad fueron los centros de difusión de las ideas revolucionarias de los ilustrados jacobinos de la revolución francesa. Otro de los acontecimientos que aceleró la guerra separatista de los españoles americanos fue la invasión napoleónica a las Cortes, que posibilitó la toma del poder a los liberales españoles; incorporando a representantes de las colonias, dictaron nuevas leyes, como el libre comercio y la libertad de imprenta. En la Corte de Cádiz, el representante quechua del Perú Tawantinsuyano, Dionicio Inka Yupanki, arengó con mucha fuerza y realismo lo que estaba sucediendo con España en el momento de la invasión napoleónica (1810), señalando entre otras cosas que: “UN PUEBLO QUE SOMETE A OTRO PUEBLO, NO ES UN PUEBLO LIBRE”. Estas palabras indicaban cómo España tenía invadida nuestro territorio tawantinsuyano y esclavizado a nuestro pueblo kechua, aymara, kuna, moche, chibcha, parakense, mapuche, shipibo, ashaninka, tupiguarani y muchos otros pueblos y naciones del Tawantinsuyu. La insurrección histórica y política de 1780-1783 repercutió en todo el territorio invadido del Tawantinsuyu, mal llamado colonialmente Virreinato del Perú, que mantuvo y mantiene vivo el fuego encendido por Tupak Amaru II y Pedro Willka Apaza- El Puma Indomable, como se testimonia en los pasquines difundidos en la época insurreccional. En 1809, los limeños y españoles buscaron conciliar y formar una junta tuitiva, siguiendo lo ocurrido en la Paz y Quito, pero sus intentos fueron desbaratados por el virrey Abascal. No obstante, las ideas liberales de Europa llegan a nuestro subcontinente y se difunden a través del periódico “El Satélite del Peruano”. En esta coyuntura política e histórica del Perú-Tawantinsuyano de cara al tercer milenio, esperamos que el Diario Decano del Sur: Los Andes de Puno cumpla un rol de impulsor de las ideas y el pensamiento cósmico tawantinsuyano del siglo XXI y se encare definitivamente la liberación de los pueblos y naciones kechuas, aymaras, amazonenses y mestizos provincianos empobrecidos por el colonialismo interno republicano. El Sur Andino del Kollasuyu-Tawantinsuyano jugó un rol importante en esta etapa de la emancipación independentista del ochocientos; así Cusco y La Paz, en 1805, como Tacna y Arica, en 1810, son el escenario de la insurrección anticolonial, prosiguiendo con bravura en 1811 y 1813 con Francisco de Zela. En 1812 la región kechua de Wanuk`o (Huanuco-Perú), se constituye en el centro de insurrección independentista. Los kechuas toman armas en estos movimientos insurreccionales, dirigidos por mestizos, como José Contreras, cabecilla de los Chupak`as. El 22 de febrero de 1812, los kechuas de Pillao, Panao, Acomayo y de otras regiones se arman y se unen a los mestizos Navarte y Rodríguez y se dirigen a Wanuko (Huánuco). Numerosos testimonios señalan no solamente la heroicidad del varón sino también de la mujer kechua, como María Andrea Parado de Bellido, ejecutada en 1822 y muchas otras mujeres que siguieron el ejemplo de Micaela Bastidas P`uyuk`awa. Las mujeres kechuas, aymaras y amazonenses dieron su sangre por su ansiada liberación de la colonización euro-española. Tarea pendiente a la hora actual. Estas breves líneas de mirada retrospectiva a la historia oficial de la república peruana, son necesarias repensarse y reinterpretarse para entender la proyección política que tuvo las dos corrientes emancipadoras del norte y del sur. El intelectual contemporáneo Hugo Chumbita nos invita a pensar en el conductor de la corriente emancipadora del sur, cuando nos dice: “La vida de José Francisco de San Martín, tan trillada por los historiadores, sigue velado por el misterio, jalonada de incógnitas. La primera que llama la atención es su fecha de nacimiento”. Ante esta situación se tejieron un sin fin de especulaciones, de la misma manera escondieron su mestizaje, sobre todo, el hecho de haber nacido (25/Feb./1778) de una madre natural de Yapeyú, Doña Rosa Guarú. Según documentos encontrados sobre San Martín, se señala que su padre era el coronel y gobernador de Misiones, Don Juan de San Martín y su madre Doña Francisca de Matorras. Bartolomé Mitre indica que era el cuarto hijo del Capitán San Martín con Gregoria Matorras; sin embargo, ante nuevos documentos se señaló que José Francisco de San Martín era el quinto vástago y no el cuarto, como lo confirmó La Academia Nacional de la Historia. Como se comprenderá, la historia de vida del libertador esta teñida de una serie de imprecisiones que llevaron y llevan a especulaciones históricas. Este hecho histórico también se refleja en Simón Bolívar, que tiene un parecido, ya que es mulato de padre español y de una madre negra, como se explica dentro de la revisión de la historia emancipadora de Sudamérica. Estas dos personalidades de la historia hispano latino-sudamericana y otros que acompañaron la gesta emancipadora, son los artífices de la política terracida emprendida por el Papa y el Rey de España y Portugal, iniciada en 1594. Las republiquetas (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Chile) son la expresión de la política terracida que da paso a las encomiendas coloniales a constituirse en encomiendas republicanas. ¿Fracaso el ideal monárquico constitucional de San Martín? ¿Triunfo el unitarismo republicano bolivariano? Sic. Hoy los distintos países sudamericanos vienen celebrando su bicentenario y de esta manera consolidan la política terracida y el colonialismo interno, heredada de su Madre Patria España. Dentro de estas celebraciones en el hoy llamado Estado Republicano del Perú, se celebró los 190 años de la proclamación de la independencia de los Españoles Americanos (criollo-mestizos), el 28 de julio del 2011. Celebración que fue la rutinaria de los centenares de años, donde los gobernantes militares o civiles prometieron y prometen el oro y el moro; sin embargo, se hacen cada vez más ricos y el pueblo kechuaymara, amazonense y los mestizos provincianos empobrecidos más pobres. Los años posteriores a la proclamación de la independencia del Perú, han sido años de veleidades caudillezcas de los militares de la guerra de la independencia, donde el llamado “americano, no era más que el español transformado en patriota”. Sin embargo, se creían con derecho a ser presidentes de la república, para ello desataron batallas sangrientas, sacrificando a inocentes seres humanos quechuas, engañados por promesas de ser beneficiarios de la libertad, la igualdad y la democracia, que se convirtieron en slogans de engaño y cinismo caudillezco de la oligarquía militar y civil, de ahí que Gonzáles Prada decía, “Hay que matar al último militar con las tripas del último cura”. Basta recordar que los caudillos militares como Andrés de Santa Cruz, José de la Riva Agüero, Agustín Gamarra y Antonio Gutiérrez de la Fuente, serán los protagonistas por la lucha por el poder (26/II/1823). Riva Agüero se hará del poder con el grado de Gran Mariscal y portará la banda bicolor del poder ejecutivo y asumirá la primera presidencia del Perú emancipado. Luego aparecerá Simón Bolívar (1823) para consolidar la emancipación peruana y hacerse protector de la república. Fue recibido con júbilo y envestido de poderes absolutos en lo político y militar, otorgado por el Congreso, haciendo añicos la ley fundamental que se había dictado, iniciándose de esta manera una “dictadura bolivariana”. En esta carrera loca por el poder del colonialismo interno republicano, muchos civiles y militares emprenderán escaramuzas callejeras, dejando calles y plazuelas regadas de muertos y heridos, que justifican la anarquía anunciada por San Martín antes de alejarse del Perú. Gobernantes como Luis José Orbegoso (1833), Mariano Ignacio Prado (1866), Andrés Avelino Cáceres (1886), Remigio Morales Bermúdez (1890), Nicolás de Piérola (el califa) (1869 y 1871), Augusto Benigno Leguía (1908-1812-1919-1930), Luis Miguel Sánchez Cerro (1930), Fernando Belaúnde Terry (1963 y 1980), Juan Velasco Alvarado (1968-1975), Alan García Pérez (1985 y 2007), Alberto Fujimori (1990-2000), Alejandro Toledo Manrique ( 2001-2006); son éstos, algunos de los inquilinos de la casona de Francisco Pizarro y de Francisco de Toledo, que no hicieron nada por el BIENESTAR DEL SOBERANO. Esperemos que Ollanta Humala Tasso (2011-¿?) sea la excepción Ahora bien, los 190 años de “Vida Republicana” desde la proyección histórica y política de los pueblos y naciones del Perú Tawantinsuyano, no tiene mayor relevancia que su muerte lenta, por las políticas conservadoras, liberales y neoliberales que han implementado los inquilinos de Pizarro, cuyas consecuencias ha sido la sumisión a los poderes trasnacionales y a la oligarquía criolla-mestiza peruana hispanizada, que no escatimaron esfuerzo por enajenar la soberanía del pueblo kechua, aymara, amazonense y mestiza provinciana empobrecida. Los recursos naturales, como el guano de islas, el salitre, la goma, madera, los minerales, petróleo, gas y otros no renovables, junto a los renovables han sido exportado para el beneficio de las trasnacionales europeas y norteamericanas y a cambio se nos han devuelto miserables pagos en esterlinas, dólares, soles e intis que no representaban el precio real de nuestras riqueza naturales. ¿Qué ha cambiado en estos últimos 50 años de los gobiernos civiles y militares? Las condiciones de vida de toda la sociedad nos dirá que los gobernantes lo único que han hecho es engordar al capitalismo salvaje, a los empresarios, comerciantes, banqueros y politiqueros de la oligarquía hispano peruana. Los gobiernos de Fujimori y Toledo han coadyuvado y fortalecido la política neoliberal imperialista, consumando la venta de las empresas públicas, negando el derecho al trabajo, a la salud, a la profesionalización y al disfrute del trabajo realizado. Esta realidad nos demuestra que ha fracasado la construcción del Estado-Nación y consecuentemente los liderazgos políticos de derecha e izquierda por instrumentadores del colonialismo interno. La toma del poder por el militar Ollanta Humala Tasso, el pasado 28 de julio del 2011 es un nuevo sueño, que con su gobierno de Convergencia Nacionalista Neoliberal e Izquerdista, no será un gobierno que posibilite desestructurar, el modelo económico neoliberal, pues los ministros empresarios neoliberales, impedirán por ejemplo que se revisen los TLC, que concesiona los recursos mineros sin cumplir con el Convenio 169/OIT y la Declaración de los Derechos de los Pueblos “Indígenas” de la ONU. Sobre todo, no devolverá los derechos fundamentales individuales y comunitarios que consagra los DD. HH. , que la actual CPE fujimorista la enajena para alimentar la corrupción y los delitos de lesa humanidad. Aquí esperamos que la cualidad de los congresistas puneños se manifieste y no sean sólo levanta manos. Consideramos, que es tiempo de que la sociedad quechua, aymara, amazonense y mestiza empobrecida del Perú Tawantinsuyano de cara al siglo XXI, demande al nuevo gobierno el cumplimiento pleno de su Plan de Gobierno, de su Juramento al Pueblo Peruano y a su Hoja de Ruta; de lo contrario armarnos de soberanía para exigir que se CONVOQUE A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE del Tercer Milenio y que la voluntad soberana del pueblo se exprese en un nuevo CONTRATO SOCIAL, para dar inicio a la reconstitución del Estado Plurinacional Confederado, de real descentralización político-administrativo, para que se refunden los “departamentos regionalizados” y el desarrollo socio-económico y político comunitario sea sostenible. Que los Gobiernos Regionales Federados, asuman su responsabilidad histórica y política como un reto a los paradigmas neoliberales del siglo XXI y se haga realidad el ALLIN KAUSAY, que nuestros antepasados lo construyeron para el bienestar de los hombres, mujeres, jóvenes, niños y ancianos de la Civilización Comunitaria de Ayllus del Tawantinsuyu del siglo XIII al XVI. Repensemos en el modelo económico comunitario de reciprocidad. ¡¡He ahí el reto del milenio!! |