¿Mapuche medio chileno o chileno medio Mapuche? La huelga de hambre

paismapuche.org “No somos anti-chilenos, somos anti-criminales…”
Lo más importante para una nación es que sus dirigentes no mezclen sus intereses particulares con los de todo el pueblo. En un proceso verdaderamente nacional lo que prima es la verdad, la honestidad.

No se puede construir sobre las medias verdades ni sobre la mentira (pelambre) como un vil político wingka. No se puede levantar la moral con falsedades. La información debe ser siempre verificable y provenir de fuentes sólidas.

Lamentablemente el engaño es la forma de hacer política que han asumido algunos mapuche; que usan la mentira como información para sostenerse como líderes, igual que moscas sobre la mierda. La mentira, o la verdad inventada, es una forma de manipulación psicológica que no ha liberado a ningún pueblo. La historia wingka está llena de ejemplos.

Entre nosotros la manipulación psicológica se mezcla con el pelambre o “cahuin”, donde se utiliza la mentira o información falsa o dudosa como verdadera, como información seria, con el objetivo de plantar la desconfianza. Una desconfianza que nunca toca al difusor principal de esa información manipulada.

Hay otros mapuche que son como culebras: en un momento condenan la resistencia violenta a la opresión genocida en nuestro Wallmapu. Pero después dejan esa posición y sus críticas en la casa, para sacar provecho del momento político.

En este contexto, la huelga de hambre Mapuche, que ya tiene un carácter Nacional, NO puede transformarse en material para el lucro económico o político de dirigentillos que pululan por el extranjero o por la institucionalidad wingka… esperando que caiga alguna migaja.

Lo más importante es la libertad de la Nación Mapuche, y la libertad de los mapuche secuestrados en las cárceles chilenas. Por esto, en el marco de la huelga de hambre, nadie debiera caer en el uso deshonesto del sacrificio de ningún peñi. Mucho menos los políticos de la Concertación que para defender el modelo capitalista neoliberal, el “estado de derecho” y la aplicación de la ley antiterrorista en Wallmapu, fueron en su gobierno más papistas que el Papa.

La huelga de hambre algún día va a terminar y ojalá que sin muertos. Pero el Estado chileno no dejará de ser enemigo del Pueblo Mapuche. Tal vez se consigan las demandas, de no aplicación de la ley antiterrorista, que legítimamente exigen los huelguistas que están sufriendo su aplicación, pero el enemigo después seguirá aplicando leyes iguales o peores.

Con Piñera, con la Concertación o con un gobierno popular izquierdista (como el de Chávez o Morales) el Estado chileno en Wallmapu seguirá siendo enemigo del Pueblo Mapuche. Porque los Mapuche no somos un sector social de Chile, no somos ciudadanos de la República de Chile. “No somos los indígenas de Chile” como dijo Matías Catrileo.

¿Es así o no es así? Que se discuta, que se aclare, que se defina, que se diga
El Estado chileno dirige una opresión genocida contra nuestra Nación. En esta guerra han muerto miles de Mapuche y el Estado va a seguir matando y va a seguir encarcelando hasta que desaparezcamos, en diez o veinte años, hasta que nuestro Pueblo deje de ser un obstáculo para su ambición capitalista. Para que no sea posible plantear una recomposición territorial con soberanía, y nos quede sólo la cara de mapuche.

Entonces, vamos a ser mapuche medio chilenos, o chilenos medio mapuche, en un proceso de lucha por nuestra autonomía (la que significa entregarse al dominio del Estado) con el objetivo de salir de la pobreza. Siempre esperando la aprobación de la izquierda e inflándonos como pavos cuando nos adulen los wingka. Confundiendo así a nuestra gente y a los propios chilenos, pensando que no nos pasará la cuenta el abuso del voluntarismo de algunos, creyendo que siempre se puede hacer borrón y cuenta nueva con la gente que se desecha cuando ya no es útil.

La forma en que los presos secuestrados en las cárceles chilenas planteen sus demandas, la solución política o jurídica que negocien para salir de la grave situación que sufren, no debe hacernos pensar que los problemas que nos afectan como Nación se resuelven de la misma manera: Negociando con la Concertación y el PC de la mano y en las ciudades.

Finalmente, hay que poner atención en que el gobierno de Piñera, la Concertación, el PC y los otros partidos políticos están tratando de legitimar, a costa de los líderes de la huelga, una ley antiterrorista mejorada. Ésta terminará siendo para los mapuche, incluso para los chilenos, peor que la actual.

Tal vez veamos en algunas semanas un circo del gobierno, en que se presente como un acto de justicia la desactivación de algunos insostenibles y tontos montajes, y quizá la huelga no quede en nada más que en beneficios personales (rebaja de condena) para quien encabece las negociaciones. O posiblemente todos los que queden saludables y vivos consigan algún tipo beneficio. El gobierno sabe que si elige un interlocutor tiene que validarlo…

Ojalá que todos los peñi en huelga de hambre pudieran saber lo que se cocina sin que sepan… ojalá que sus esperanzas y su newen limpio y honesto nos cubran a todos… ojalá que fueran libres y pudieran llegar tranquilos y alegres a su casa, a su familia, a su tierra…