CAA Consejo de Acontecimientos Aborígenes de Argentina Los pueblos originarios de América (Abya Yala) no somos un recuerdo ni “una especie en extinción”; Por lo que tras los primeros festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo, estamos siendo visibilizados paulatinamente, porque mantenemos todavía vivas nuestras lenguas y costumbres, nuestras filosofías de vida que rigen el equilibrio de la Madre Naturaleza. La educación intercultural en las provincias de la Argentina , no se cumple ni una coma; por lo que consideramos entonces que nuestra educación tendría que ser multicultural y multilingüe. Puesto que para la diversidad de nuestras culturas originarias, es sagrado educar primero a nuestros hijos en la lengua materna y luego si es necesario, en la lenguas provenientes de los extranjeros. Nuestro CAA ha denunciado año tras año todos los despropósitos. Hemos llamado a la reflexión a quienes se sienten “dueños de la Creación ”. Esta postura de nuestro CAA no es oportunista. Desde varios años antes que se produjera lo que hoy esta ocurriendo con los terremotos y tsunamis lo venimos advirtiendo y también venimos aportando ideas para lograr la convivencia entre los seres humanos, la que no podrá ser posible si no se respeta primero a la Naturaleza como Madre de Todos. Declaramos como: “crímenes de lesa humanidad”, a la Conquista de nuestra Abya Yala (América), a la Conquista del Desierto y todas las conquistas realizadas dentro de nuestros pueblos y comunidades indígenas en nombre del dios blanco. Por lo que exigimos la concreta Reparación Histórica, por parte de los poderes del Gobierno Argentino desde todos sus aspectos. Como Consejo de Acontecimientos Aborígenes, queremos hacernos eco de la declaración de los Pueblos Indígenas del Mundo, realizado en la hermana República de Bolivia entre el 19 al 22 de Abril del presente año, en Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia en la denominada “CONFERENCIA MUNDIAL DE LOS PUEBLOS SOBRE CAMBIO CLIMATICO Y DERECHOS DE LA MADRE TIERRA ”, donde reunidos, pueblos, naciones y organizaciones indígenas declararon lo siguiente: “…Los Pueblos Indígenas somos hijos e hijas de la madre tierra o pachamama en quechua. La madre tierra es un ser vivo del universo que concentra energía y vida, cobija y da vida a todos sin pedir nada a cambio, es el pasado, presente y futuro; es nuestra relación con la madre tierra. Convivimos con ella desde hace miles de años con nuestra sabiduría, espiritualidad cósmica ligada a la naturaleza. La agresión a la madre tierra, los golpes y las violaciones contra nuestros suelos, bosques, flora, fauna, biodiversidad, ríos, lagos, aire y el cosmos son golpes contra nosotros mismos. Antes pedíamos permiso para todo. Ahora se pretende desde los países desarrollados que la madre tierra nos pida permiso a nosotros. La búsqueda de objetivos comunes, según nos muestra la misma historia, solo se conseguirá con la unión de los Pueblos Indígenas de todo el mundo. Las raíces ancestrales, indígenas, originarias de toda la población mundial deben ser uno de los lazos que nos unan para lograr un solo objetivo. Por todo ello proponemos demandamos y exigimos: 2.- El rescate y fortalecimiento de la vivencia y propuesta de los Pueblos Indígenas del vivir bien, reconociendo a la madre tierra como un ser vivo con la cual tenemos una relación indisoluble e interdependiente; basado en principios y mecanismos que garanticen el respeto, la armonía y el equilibrio de los pueblos con la naturaleza y, como la base para una sociedad con justicia social y ambiental, que tenga como fin la vida. 3.- Exigimos a los Estados que reconozcan, respeten y garanticen la aplicación de los estándares internacionales de derechos humanos y derechos de los Pueblos Indígenas (Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y Convenio 169 de la OIT ) en el marco de las negociaciones, políticas y medidas para enfrentar el cambio climático. 4.- Llamamos a los Estados que no promuevan las practicas de monocultivos de carácter comercial, ni introducir y promover los cultivos transgénicos y exóticos, porque según la sabiduría de nuestros pueblos estas especies agravan la degradación de las selvas, los bosques y los suelos contribuyendo al aumento del calentamiento global. Tampoco, bajo la búsqueda de energías alternativas (como la nuclear y bio-ingeniería), se deben implementar los mega-proyectos hidroeléctricos, de energía eólica y de otro tipo, que afectan los territorios, tierras y hábitats naturales de los pueblos indígenas. 5.- Demandamos una revisión o en su caso moratoria a toda actividad contaminante y que afecte a la madre tierra y el retiro de las corporaciones transnacionales y de mega-proyectos de los territorios indígenas. 6.- Exigimos a los Estados que se reconozca el agua como un derecho humano fundamental, evitando su privatización y su mercantilización. 7.- Nos sumamos a la demanda de conformar un Tribunal de Justicia Climática que permita juzgar y establecer sanciones al no cumplimiento de compromisos y otros crímenes ecológicos de los países desarrollados, principales responsables del cambio climático. Esta instancia debe considerar la participación plena y efectiva de los Pueblos Indígenas y sus principios de justicia. 8.- Planteamos la articulación y organización de los pueblos a nivel mundial, a través de nuestros gobiernos, organizaciones y mecanismos locales, nacionales, regionales e internacionales, para participar en los proceso de debate y análisis con representación legitima en todo el proceso relacionado con el cambio climático. En este sentido se propone conformar un espacio de organización, con participación especial de los Ancianos y Ancianas, que contribuya en la búsqueda de soluciones globales y efectivas al cambio climático. 9.- Proponemos luchar en todos los espacios para defender la vida y la madre tierra, particularmente en la realización de la COP 16, por eso proponemos la organización de una segunda conferencia de los pueblos para fortalecer el proceso reflexión y acción. 10.- Ratificar la campaña global organizando una Marcha Mundial en defensa de la madre tierra y de los pueblos, contra la mercantilización de la vida, la contaminación y la criminalización de movimientos indígenas y sociales…” Nuestro GRAN ESPÍRITU ANCESTRAL ha sido, es y será quien nos de las indicaciones para convivir. Con ignorancia espiritual el humano es el ser más elemental, pequeño y autodestructivo del Universo. Buenos Aires, 21 de junio de 2010. |