katari.org Junto a los sacerdotes y amautas aymaras y quechuas, el Jefe de Estado participó desde las 07.00 horas, a la salida de los primeros rayos del sol, en las celebraciones y ofrendas alcanzadas a la Madre Tierra, Pachamama y al Inti Sol frente a los nevados o achachilas protectores. Los actos de celebración tienen como objetivo que la población retome conciencia de su verdadero sentido de reflexión y compromiso con la Pacha Mama y con el IntiTata como símbolo de reverencia y convivencia armónica de la mejor manera posible entre los hombres y mujeres con la naturaleza. El Presidente boliviano, ha mencionado que en la ceremonia realizada ha pedido a la madre tierra que siga trabajando por la igualdad del pueblo boliviano y la justicia, así como que le acompañe en la segunda gestión de gobierno que ha iniciado. “Trabajar y trabajar por la igualdad del pueblo boliviano, buscar la justicia permanente ese es mi pedido a la madre tierra y a nuestros dioses. Venimos a renovar nuestra energía para la vida para la naturaleza pero también es un nuevo ciclo productivo”, manifestó. En ese sentido, Evo Morales presidente boliviano ha indicado que lo fundamental es la unidad con igualdad, dignidad y justicia social. “Yo vengo acá junto a las autoridades originarias a celebrar (el año nuevo aymara) y agradecer a la madre tierra por la producción”. El Primer mandatario, ha lamentado que la cultura occidental desconozca los ciclos productivos de la cultura aymara, los cuales se van recuperando poco a poco con los actos realizados en la localidad de Tiwanaku. “Como nuestras autoridades originarias pedían paz, tranquilidad, justicia social y que se acabe la violencia me decían. Son sentimientos de nuestras autoridades originarias y vengo acompañar (en) este día tan conocido y vamos recuperando poco a poco”, argumentó. Para la realización de los ritos aymaras, se utilizaron inciensos, w´ajthas y ofrendas que según la tradición son para agradecer a la madre tierra “Pachamama por los bienes concedidos. Los andinos de Bolivia, Chile y Perú, celebran este año nuevo andino, en medio de ritos y ofrendas al Inti (Sol) y a La Pachamama (Madre Tierra), quienes invocan también la fertilidad de la tierra con el sacrificio de llamas, cuya sangre es una ofrenda al Sol y la Tierra y a otros dioses andinos para asegurar la prosperidad agrícola. Según esta cultura, las ofrendas concedidas con los primeros rayos del amanecer expresan la esperanza de un nuevo día para asegurar la reproducción de la vida con las bendiciones del Sol para la siembra y la cosecha. Tiwanaku fue una antigua ciudad sagrada indígena enclavada en el altiplano de Sudamérica y la más importante. Aunque se conoce poco de su historia, se cree que fue la cuna de un imperio que se extendió por el altiplano. Todos los asistentes vieron la salida de los primeros rayos del sol junto a los sacerdotes y amautas aymaras y quechuas, con ofrendas a la Madre Tierra y al Inti Sol, como símbolo de reverencia y convivencia armónica. Esta es la segunda vez que se festeja el Año Nuevo Andino con un feriado nacional, dispuesto por el gobierno de Morales, para dar mayor realce a la fecha. |