J. Esteban Yupanqui V. kaosenlared.net A propósito de la posturas jerárquicas contra el aborto Hace muchísimos años cuando el que escribe formaba parte de la jauría eclesiástica se dio cuenta del verdadero camino por donde se conduce Roma, hacia donde está su meta, que ya no se inscribe en los principios del Cristo que relata la Biblia, la de la vida del Arameo de Judea. Todo lo contrario se ha inscrito en la escuela del cinismo más abyecto, en todo su sentido lato del vocablo. Me acuerdo que hablase de pobreza, pero sin embargo el Obispo es el que vivía lo mas cómodamente posible; sin pensar que miles no tienen la mullida y rica habitación como dormitorio. Mientras miles de seres humanos se mueren de hambre en todo el Mundo, ellos comen los más ricos manjares. Por que no solo unos días dejan de comer y mandan para los millones de hombres que en el mundo se mueren en el mundo. Como el mismo evangelio habla de los fariseos, como los sepulcros blanqueados que en las iglesias se ponen las filacterias para engañar a la vista de quienes los ven, como respetuosos hombres y temerosos hombres de la Ley, pero siendo todo lo contrario. A ello me iba, cuando mencionamos a los jerarcas eclesiásticos que se desgarran las vestiduras, en estos momentos en que pronto el Congreso, para bien o para mal despenalizara el aborto en ciertos casos. Dicen nuestros personajes el defender a capa y espada la vida; pero sin embargo el que funge como Primado de la Iglesia Católica bendecía las armas de los escuadrones de la muerte que se ensañaron con los indígenas campesinos de toda la zona Rural de Ayacucho. Acaso el no se regocijaba cuando asesinaban a pastores evangélicos, por la rivalidad que tenía contra este sector de los cristianos. Bueno algunos puedan que hayan perdido la memoria, pero en mi está muy fresco sus palabras y gestos que lo he anunciado. Pero tampoco estoy a favor del Aborto, pues todo indefenso ser merece ser respetado, por más que no pueda expresar sus sentimientos para que nosotros lo podamos comprender. Todo ser merece respeto así sean las mas abyectas circunstancias que lo hicieron venir a éste mundo. El tener el don de generar vida es lo más grande del mundo. Si uno ama en verdad la vida. Ésta merece ser respetada si surge en la mas venales circunstancias, para ello el estado tienen el deber ineludible de protegerlo. Pero el Estado en la actualidad de verdad no protege nada. A lo único que protege es las grandes trasnacionales y a sus dueños. Para el, el pueblo es solo una bestia de carga que a la que hay que asomarle mas peso para que ganen unos pocos a costa de la desprotección de los demás. Por eso en una verdadera sociedad solo se tiene la seguridad que se respeten el derecho a la vida y sus dimensiones pertinentes. |