José Justiniano Lijerón: katari.org Ha sido uno mas de varios intentos del gobierno por convencer a la oposición a la cabeza de los prefectos y cívicos de la llamada “media luna para llegar a acuerdos que hasta ahora han terminado en que la derecha boliviana no acepta lo avanzado en las discusiones y se rompe el acuerdo cuando pone en la mesa otros puntos que no estaban en la agenda de discusión. Mientras tanto el pueblo en torno a sus organizaciones naturales, clama y reclama el respeto a su voto, tanto al elegir asambleístas para la constituyente, como al decidir con su amplia mayoría absoluta el 10 de agosto pasado, la ratificación del proyecto a la cabeza del Presidente Evo Morales. Como resultado de las reuniones en Cochabamba, la derecha logró avanzar en su pedido de” autonomías plenas”, aun así no firmó ningún compromiso con el gobierno sobre la urgencia de agilizar ante el Parlamento Nacional, la convocatoria a referéndum dirimidor y ratificatorio, habiendo logrado con su posición su objetivo de seguir dilatando dicha aprobación constitucional. Ccomo hemos venido sosteniendo, su norte principal de esta oposición golpista es evitar a toda costa el problema de la tenencia de la tierra estipulado en la nueva constitución, así como toda una serie de principios que permitirán a Bolivia transitar este nuevo siglo, incluir como ciudadanos con todos sus derechos a las grandes mayorías nacionales. Para decirlo en otras palabras, esta nueva constitución, es la expresión hegemónica de clases explotadas hasta el presente. La derecha boliviana, sabe bien que es lo que esta en juego en estos momentos en el país, ella no esta dispuesta a perder sus privilegios de clase en una mesa de negociación y como lo hizo en días anteriores en que desató asonadas golpistas en varias parte del territorio. Obedeciendo consignas del norte, y en espera de que aparezca una bota militar para completar un golpe de estado, de seguro que no hay por que presumir de que dichos aprestos hayan quedado diluidos por el hecho de que ahora mismo se este dialogando en el Congreso Nacional con la misma derecha que hasta ahora ha saboteado todo lo que sea llegar a algún acuerdo. La derecha además es consciente de que en la nueva constitución esta prevista la reelección del presidente de la Republica, que asegura la continuidad de Evo en el gobierno, por otros dos periodos, algo que no está dispuesto a soportar. Ellos seguirán apostando a doblegar al gobierno de Evo Morales, mediante sus chantajes y presiones y en su caso buscar la solución de sus problemas mediante el desastre, es decir el enfrentamiento, no hay dudas que detrás de la derecha esta el gobierno de los EE.UU. jugándose una de sus cartas en América latina. Lo mas grave seria si es que de parte del gobierno no hace la lectura correcta de que con la derecha fascista no hay conciliación si es que no hay claudicación, si lo que se busca con tanto ruego al dialogo es reconciliarse con esa derecha saqueadora sin traicionar las aspiraciones y sueños de un pueblo que confía en su gobierno. Eso es de ilusos. Eso les costaría muy caro al gobierno del c. Morales y al pueblo. El pueblo no puede vivir en marchas y contra marchas, todo esto debe tener un punto final. Con la Constitución actual y una voluntad política firme y decidida de parte de nuestro gobierno, alcanza para seguir gobernando en beneficio de las mayorías sin claudicar ni buscar reconciliaciones con golpistas que lo único que quieren es volver al poder, no importa como. De aprobarse no sabemos de qué forma, la convocatoria por el congreso Nacional al referéndum para la nueva constitución, solo será un cuarto intermedio para esa derecha desestabilizadora que volverá a continuar arremetiendo por recuperar sus intereses de clase hasta que el pueblo cansado de tanta burla al país, les diga, BASTA. Es responsabilidad del gobierno medir las consecuencias de tantas vacilaciones y contemplaciones, con una derecha retrograda y antinacional. |