CONFESION DE URIBE Y SU “SANTO”, SUFICIENTES PRUEBAS

José Justiniano Lijerón: katari.org
Con el cinismo y descaro a que tienen acostumbrado no solo a los Colombianos, sino a todos los pueblos de América, estos días, ante los medios de comunicación, este par de responsables de todo lo que sucede en ese hermano País.

Ahora vienen a descubrir el agua tibia en momentos en que el pueblo colombiano parece esta vez levantarse una ves mas contra tanta iniquidad y como una cortina de distracción.

Ante las movilizaciones que se están desarrollando en todo el país, ambos personajes declaran al mundo que, efectivamente hay “indicios de que el ejército colombiano, comete violación de los derechos humanos en los procedimientos y protocolos e inclusive asesinatos”, y que la “justicia ordinaria y no la militar” debe investigar dichos casos.

La “revelación de este secreto a voces”, ya no conmueve a nadie, mas al contrario provocan náusea ver a estos magos del manipuleo político, que con dichas declaraciones pretenden confundir, (queriendo aparecer a la hora nona como defensores de esos derechos).

Ya no al pueblo colombiano que parece haber despertado de un largo marasmo obligado por tanta represión y abusos cometidos por los gobiernos llamados “democráticos”, que usan el poder al servicio de las clases dominantes entregadas a los designios del imperio norteamericano.

Tampoco los latinoamericanos, no creemos el cinismo de quienes demostraron al mundo de lo que son capaces al obedecer fielmente el mandato de sus amos del norte.

Sería demasiado largo enumerar la sarta de crímenes cometidos en este largo período de dichos gobiernos, solo por ahora nos acordaremos del ataque a mansalva al hermano Ecuador, pretextando acabar con un campamento de las FARC, donde asesinaron a mas de una veintena de seres humanos.

Por si eso fuera poco. Como en el lejano oeste de las películas de antaño, usa el sistema de recompensa, este mismo gobierno acusado y confeso de crímenes de lesa humanidad, paga la traición y la deslealtad, recurriendo al soborno, lo que no pueden conseguir por su incapacidad en la solución ni militar ni política del conflicto que ya lleva décadas desangrando a ese hermano País.

Lo evidente es que Uribe y sus cómplices violadores de los mas elementales derechos humanos, esta en franca decadencia, la narcopolítica, el paramilitarismo, como comidilla del día, esta llegando al límite de la tolerancia del hermano pueblo Colombiano, que hasta ahora ha soportado toda una serie de iniquidades por parte de un gobierno mafioso y entreguista.

Y que quede bien claro, en cuestiones militares el principal responsable de cualquier hecho de un ejército, es su capitán general de las FF.AA, y ese no es otro que el Presidente de la República.

Por la salud de la democracia latinoamericana Uribe, debería renunciar. El pueblo colombiano tiene que continuar haciendo su parte, este tipo de gobiernos, ya no quepan en América latina.