Redacción Bolpress El Presidente Evo Morales promulgó la Ley de Revocatoria de Mandato Popular que dispone la realización de un referéndum el 10 de agosto de 2008 para ratificar o revocar en sus cargos al Primer Mandatario, Vicepresidente Álvaro García Linera y ocho prefectos de departamento. En este nuevo escenario político, los prefectos opositores de Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija descartan la posibilidad de reanudar el diálogo con el gobierno convocado por el Jefe de Estado para este lunes. Las propuestas, programas y acciones de las autoridades nacionales y departamentales serán sometidas a evaluación popular. Los ciudadanos optarán por dos caminos: avanzar en el proceso de reformas nacionalistas del gobierno de Evo Morales o mantener intacto el régimen neoliberal, como proponen los prefectos opositores. La Corte Nacional Electoral (CNE) se apresta a aprobar el calendario electoral. La primera tarea es nombrar a los dos vocales que faltan para completar la sala plena. Podemos y algunos prefectos exigen la salida del presidente de la instancia electoral José Luis Exeni. El MAS tampoco confía en los vocales en las cortes electorales de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija y exige cambios. El referéndum revocatorio ha dividido a la derecha. Representantes de Tarija y Cochabamba calificaron como una “traición” la “sorpresiva, inconsulta y arbitraria” aprobación de la Ley de Referéndum Revocatorio por parte de Podemos. El prefecto de Cochabamba Manfred Reyes Villa opina que la consulta le da ventaja al gobierno. Adiós al diálogo En una carta enviada este lunes a Morales, los prefectos explican que siempre asumieron que el diálogo es el camino para encontrar soluciones para los problemas del país; sin embargo, el pueblo boliviano no necesita una conversación pública más sino un verdadero acuerdo nacional para el cual es preciso crear condiciones básicas. Los líderes regionales de la “media luna” observan que la convocatoria del Ejecutivo no hace consideración de aspectos relevantes para un acuerdo nacional que solucione problemas estructurales. Por ejemplo, no hay una agenda de discusión que incluya las reformas constituciones, el problema económico nacional y la confiscación de recursos departamentales. La posición estima que el diálogo fracasará ante la ausencia de la Iglesia Católica, cuya mediación fue desestimada por el gobierno luego de que el cardenal Julio Terrazas votara en la consulta del 4 de mayo en Santa Cruz. El prefecto de Tarija Mario Cossío no asistirá al diálogo porque la aprobación de la Ley del Referéndum ha cambiado el panorama político y porque el diálogo “ha perdido sentido porque la agenda nacional ha sufrido una reconfiguración y el país se enfrenta a un nuevo rumbo político”. Sin embargo, el prefecto de Cochabamba participará en el diálogo como una suerte de vocero de sus aliados de la “media luna”, junto al prefecto de La Paz José Luis Paredes. Paredes y Reyes Villa son los liderazgos regionales más débiles que podrían perder el mandato en el referéndum revocatorio del 10 de agosto. Para sacar a Paredes (Podemos) de la Prefectura de La Paz se necesitan más de 361.055 votos (37,99%) y para tumbar a Manfred Reyes Villa, ex jefe de Nueva Fuerza Republicana (NFR), se requiere una votación superior a 246.417 votos (47,64%). Reyes Villa planteó la renuncia del Presidente, de los nueve prefectos, del Poder Legislativo y la convocatoria a nuevas elecciones generales. El Presidente propone que el referéndum revocatorio se amplíe a las autoridades municipales. El vicepresidente de la Federación de Asociaciones Municipales Luis Revilla opina que esta propuesta puede ahondar los conflictos municipales. |