La policía peruana mató a un quinto manifestante e hirió de gravedad a otros tres, en el tercer día de protestas contra el Tratado de Libre Comercio (TLC), mientras el presidente Alan García dio su pleno respaldo a los uniformados que disparan a la cabeza de la gente. El paro agrario nacional que comenzó el lunes reclama compensaciones por los efectos negativos del TLC, principalmente por la entrada al país de productos norteamericanos subsidiados. Según información de algunos dirigentes presentes en la zona, un grupo de manifestantes discutía con dos policías que los acompañaban en la movilización, cuando de pronto uno de ellos ofuscado por el altercado, habría sacado un arma de fuego para disparles en la cabeza a Emiliano García Mendoza (44) y Rubén Pariona Camposano (29), campesinos del anexo de Suso del Distrito de Quinua. Después de cometido el hecho estos efectivos lograron escapar con apoyo de un vehículo policial que se encontraba en la zona, indicaron. Algunos campesinos indicaron que conocen a estos policías, cuyos apellidos serían Llacsa y Huamán. Otras versiones afirman que los disparos realizados por los miembros de la Policía Nacional del Perú habrían sido intencionados, ya que en ambas muertes las balas estuvieron dirigidas a la cabeza y no al cuerpo. En lugar de pedir una exhaustiva investigación que determine quiénes mataron a los manifestantes en Ayacucho y acabaron con la vida de dos de ellos, el presidente Alan García felicitó la actuación de los efectivos del orden que usaron indiscriminadamente sus armas de fuego. “La Policía ha actuado con gran convicción y decisión y yo felicito a la Policía, está muy bien que defienda al Perú, y ahora queremos ver cómo se traduce esto en el enjuiciamiento de los culpables”, sostuvo al afirmar que los responsables de las muertes son los dirigentes que convocaron al paro agrario. La policía lanzó gases lacrimógenos y los manifestantes respondieron con piedras y otros objetos contundentes. Luego, los uniformados abrieron fuego, dando muerte a Edgar Huayta, de 20 años, el cuarto labriego muerto con disparo en la cabeza. Así, y con más de un tiro, murieron los otros dos abatidos en Ayacucho “a sangre fría”, según denuncias. En los disturbios de hoy fueron heridos de suma gravedad Joel Mamani, Juan de la Cruz y Máximo Tenorio, informó el director del hospital de Ayacucho César López, quien dijo que la cantidad de heridos, un centenar, rebasó la capacidad del nosocomio. En Lima, el presidente Alan García respaldó la actuación de la policía y sostuvo que los culpables de las muertes son “seudo dirigentes y agitadores extremistas”, así como irresponsables contrarios al capitalismo, la inversión y el desarrollo. Refiréndose a los muertos y heridos, García sentenció: “que sirva de lección para que cuando alguien promueva públicamente un paro, sepa a dónde esta conduciendo a las personas”. Parlamentarios de diversas tendencias criticaron la virulencia policial, que consideraron inusitada en el país en situaciones similares, y condenaron las muertes, a tiempo de demandar que sean investigadas. El TLC fue suscrito por el gobierno pronorteamericano de Alejandro Toledo en 2006 y ratificado el año pasado bajo la actual administración del presidente Alan García, a quien diversos sectores critican por haber incumplido la promesa electoral de revisar el acuerdo. El embajador de Estados Unidos en Perú Peter Michael McKinley celebró hoy el avance del TLC entre ambos países, tras dos días de protestas campesinas contra el acuerdo. La implementación del tratado bilateral avanza de manera acelerada, sostuvo el personero de Washington, cuando el país aún vive en tensión. “El TLC establecerá sistemas modernos de regulación comercial y diseñará una disciplina que mejorará la competitividad del Perú e impulsará su prosperidad”, asegura el diplomático, pero el presidente de la Junta de Usuarios de riego una de las organizaciones organizadoras del paro agrario Enrique Málaga asegura que el tratado causará perjuicios económicos a más de un millón 750 mil unidades agrícolas. |