Edgar Arandia no sólo se apropia de iniciativas consensuadas en un Seminario Nacional de Cultura y Desarrollo realizado en Tarija, sino también excluye de la propuesta cultural para la Asamblea Constituyente a su principal gestor, el Foro Cultural de Cochabamba, con el fin de ejercer desde su cargo un control político sobre los movimientos emergentes de artistas, trabajadores y productores culturales del país. Si la cultura es refugio ético y estético de la sociedad civil, y si en la medida de su autonomía la sociedad civil es sujeto histórico de la democracia, entonces, la autonomía cultural es un núcleo desde el cual esta sociedad civil será capaz de generar procesos de transformación estructural, con fuerza ética y calidad estética, más allá del Estado, radicalizando la democracia. Y cuando hablamos de una sociedad pluricultural, el valor de este concepto libertario se multiplica. Bajo estos principios, el Foro Cultural de Cochabamba (FCC) presentó el pasado 1ro. de septiembre una propuesta para su tratamiento en la Asamblea Constituyente aportando al debate nacional con un modelo de transversalidad cultural para los cambios políticos y sociales posibles en esta coyuntura. Dicha propuesta fue discutida en un Seminario Nacional sobre Culturas y Desarrollo realizado en la ciudad de Tarija el 12 y 13 de septiembre pasados, al cual fue especialmente invitado el Foro Cultural de Cochabamba que estuvo representado por los artistas Zulma Yugar, Edwin Morales y Wiler Vidaurre. Las fundaciones Ágora y Avina, que organizaron aquel encuentro, invitaron al FCC no sólo para exponer su propuesta constituyente sino también para compartir su experiencia institucional y organizativa -gestada a partir de una lucha contra la corrupción municipal en el área- que es tomada como modelo por artistas y productores culturales de todo el país. El Seminario de Tarija recomendó realizar similar encuentro nacional en la ciudad de Cochabamba para consensuar una propuesta común ante la Asamblea Constituyente, en base al documento del Foro Cultural de Cochabamba, entidad a la que se encomendó asumir la organización del nuevo evento. El Viceministro de Desarrollo de las Culturas, Édgar Arandia, estuvo presente en Tarija y se brindó a coordinar acciones organizativas con el Foro Cultural para el nuevo evento previsto en la ciudad del valle. El desfase de Arandia Arandia decidió excluir al Foro Cultural no sólo de las actividades organizativas sino del Seminario en sí, en el cual los foristas participarían “sólo con derecho a voz y sin derecho a voto”, debido a que esta organización “no cuenta con personería jurídica” según arguye esta autoridad. Semejante decisión, que contradice lo decidido en Tarija, fue recibida con estupor por artistas e intelectuales interesados en impulsar una propuesta seria y de consenso ante la Asamblea Constituyente. El poeta René Antezana Juárez, de la Fundación Ágora, sostiene que la exigencia del Viceministro a que las entidades culturales presenten “personerías jurídicas” para participar en discusiones libres, es un acto de exclusión incongruente con el discurso oficial. El caso del Laredo Se sabe que Arandia intenta forzar en Cochabamba una red de organizaciones locales, suplantando a entidades como el Foro Cultural, para controlarlas políticamente desde su Viceministerio. No es la primera vez que el Viceministro de Desarrollo de las Culturas defrauda la expectativa de los artistas y productores culturales, al menos en Cochabamba, donde ha intentado someter también políticamente incluso a instituciones de gran prestigio como el Instituto Eduardo Laredo, a la cual obliga arbitrariamente a disponer de sus alumnos para realizar conciertos en La Paz favoreciendo a una orquesta privada que no tiene ninguna relación con aquel centro académico fundado por Franklin Anaya Arze. Una personería de honestidad En ese proceso preñado de innumerables hechos de corrupción, la Casa de la Cultura perdió su rango de Oficialía Mayor para convertirse en una “Gerencia”. El Foro Cultural, que evitó la “gerencialización” de la administración municipal de la cultural, logró también la aprobación de una Ordenanza Municipal creando un órgano de co-gestión socio-cultural, que el alcalde Terceros incumple sistemáticamente. Posteriormente, tras su primer Congreso, los artistas y productores culturales de Cochabamba elaboraron una propuesta para la Asamblea Constituyente, tomando como referente básico el Seminario de Tarija, y que ahora está en las excluyentes manos de Édgar Arandia, en quien los foristas confiaron con toda buena fe. |